Los peajes de las autopistas de pago dependientes del Estado disminuirán un 0,6%, a partir del próximo 1 de enero de 2016, según han indicado a EFE fuentes del Ministerio de Fomento.
Se trata de la primera vez que esto ocurre desde que en 2002 se puso en marcha la fórmula por la que se actualizan anualmente las tarifas de las autopistas de peaje titularidad del Estado por efecto del IPC. Si bien, por aplicación de la evolución de los tráficos respecto a los previstos, la reducción real para 2016 oscilará entre el 0,64% en la autopista AP-2 Zaragoza-Mediterráneo y en la autopista AP-7, entre Montmelo y La Jonquera y Barcelona-Tarragona, y el 0,45% de la autopista Burgos-Armiñón. Excepcionalmente en la autopista Santiago-Alto de Santo Domingo se han revisado sus tarifas con una reducción del 0,1 % y en la autopista de Alicante-Cartagena se producirá un incremento de las tarifas del 0,39%.
Igualmente, en las autopistas R-3, Madrid-Arganda del Rey, y R-5, Madrid-Navalcarnero, las tarifas se incrementarán un 1,34 %, lo mismo que lo harán los peajes de la autopista R-4, entre Madrid-Ocaña.
En 2015 las tarifas de peajes de las autopistas dependientes de la Administración general del Estado se congelaron con carácter general debido a la reducida variación de los índices de precios de consumo que se emplean para su revisión.
La decisión de congelar los peajes se produjo después de que estos se incrementasen un 1,85% en 2014; inferior a la subida del 2,4% que registraron los peajes en 2013 y del 3,2% que se contabilizó un año antes. En 2011 subieron entre el 1,16% y el 1,64%. En 2010, se congelaron tras años de fuertes subidas, que alcanzaron el 4,46% en 2009.
La actualización anual de las tarifas para aquellas autopistas dependientes de la Administración General del Estado se rige por la Ley 14/2000, de 20 de diciembre, de Medidas fiscales, administrativas y del orden social. El mayor peso en la actualización lo tiene el IPC, que se compara según el promedio de 12 meses (desde noviembre hasta octubre de 2015) con los 12 meses anteriores. Asimismo, estos valores se corrigen ligeramente atendiendo a los tráficos reales y los previstos en el plan económico-financiero de las concesionarias, de forma que si el tráfico es inferior al previsto, la tarifa es algo mayor, y viceversa.
La red española de autopistas de peaje en explotación tiene una extensión de 3.404 kilómetros y el 84% de la misma pertenece a la Administración Central. La caída de las tarifas para 2016 se enmarca en un contexto de caída del crudo y de ligera recuperación de los tráficos después de años de fuertes caídas como consecuencia de la crisis económica.