Europa está poniendo freno a la cláusula de paridad de tarifas que exige el gigante online a los establecimientos, pero la agencia se reserva el derecho de “solicitarlo” y a hacerlo sin amenazar con romper el contrato.
Alemania dio el pasado diciembre un paso más para acabar con las cláusulas que las agencias de viajes online (singularmente el gigante Booking.com) impone a los hoteles para impedir que ofrezcan mejores tarifas en su propia web que la que se puede obtener en la web de la agencia. El dictamen de las autoridades de Competencia germanas, el segundo ya en un año, se sumaba a otras iniciativas puestas en marcha en Europa para poner coto a estas prácticas, como la nueva legislación aprobada en Francia que prohíbe las cláusulas de paridad y la que se ultima en Italia, o a la investigación en marcha por Competencia en Suecia.
A lo largo del último año Booking.com se ha visto obligada a ir revisado su política de paridad de precios, por las restricciones impuestas en varios países europeos. Hasta el pasado julio la agencia obligaba a todos los hoteles europeos a ofrecer en Booking.com el mismo o mejor precio que los que podían publicitar en otras agencias de viajes o a través de sus propios canales de venta. Desde el pasado 1 de julio estas restricciones se han modificado, pero no se han retirado por completo: ahora Booking.com permite a los hoteles ofrecer mejores precios en otras agencias de viajes online o en canales propios que no sean a través de internet (reservas telefónicas, venta directa en el hotel…), pero los establecimientos siguen teniendo prohibido ofrecer mejores precios que los de Booking.com en su propia página web y tampoco pueden anunciar mejores tarifas en comparadores o metabuscadores como Trivago, Kayak o Google Hotel Finder.
Ahora con el nuevo golpe de Competencia en Alemania, Booking.com vuelve a matizar su estrategia tarifaria. Y ahora se dispone simplemente a “solicitar” a los hoteles alemanes -de momento sólo a los alemanes- que sigan ofreciendo el mejor precio posible en la plataforma de la agencia online, pero no se lo exigirá ni le amenazará con dejar de vender sus habitaciones en caso de no aceptarlo.
«Booking.com dejará de hacer cumplir a los alojamientos en Alemania con su precio, disponibilidad y condiciones de paridad. Si deciden hacerlo, estas propiedades serán libres de ofrecer precios más bajos en sus propios sitios web o en otras agencias de viajes online diferentes a Booking.com”, explican fuentes de la agencia de viajes online en declaraciones a SABEMOS.
Sin embargo, Booking.com subraya que “sigue teniendo derecho a solicitar a los hoteles (sin hacer referencia a la extinción u otra desventaja) que ofrezcan sus precios más bajos en Booking.com con el fin de maximizar sus ventas”. Pedirlo, no exigirlo. Pedirlo, pero sin amenazar con sanciones comerciales. “Los consumidores son mucho más propensos a reservar un hotel en Booking.com cuando ese hotel ofrece mejores precios (mejores que sus competidores) en Booking.com”, apuntan las mismas fuentes.
Como en España no hay en marcha iniciativas contra las cláusulas de paridad por parte de las autoridades de Competencia, los hoteleros patrios se conforman con que todas las medidas adoptadas por distintos países europeos acaben por extenderse y aplicarse en toda la Unión Europea a iniciativa de Bruselas. “Estas decisiones europeas deberán ser aplicadas en el resto de Europa en un espacio muy corto de tiempo por parte de las grandes plataformas si no quieren verse abocadas a importantes sanciones y la anulación de los contratos que tienen con los hoteleros”, sostienen desde la patronal hotelera Cehat.
El propio presidente de la Confederación España de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Joan Molas, apuntó hace unos días en un comunicado que las cláusulas que impone Booking.com se están demostrando “ilegales”. “La Cehat no está en contra de las plataformas y las OTAS [agencias online], lo que ha venido reivindicando ha sido la libertad de que el hotelero elija el método de distribución de sus habitaciones sin que se vea obligado por contratos leoninos que han demostrado ser ilegales”, apuntó Molas.