Los fondos de inversión Capital Research y BlackRock han confesado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que tienen unas participaciones significativas, de más del 2%, en el capital social de Abertis. La compañía parece haberles convencido con la promesa de su consejero delegado, Francisco Reynés, quien anunció que la compañía “sorprenderá” a todos con importantes operaciones de crecimiento.
Siempre hay un roto para un descosido. La salida de CVC del capital de Abertis, que se consumó el pasado noviembre, ha tenido un rápido reemplazo, en cuestión de semanas.
El 6,4% de la compañía que pertenecía a este fondo de inversión ha pasado a manos de otros socios y, de hecho, CRMC y BlackRock se han quedado con la mayoría de los casi 60 millones de acciones de los que se desprendió CVC. La cosa, parece, va de fondos de inversión.
En cuestión de 4 días, BlackRock y CRMC han declarado que poseen, respectivamente, un 2,43% y un 3,09% de todos los títulos de la compañía. No obstante, BlackRock posee un 3,003% en total, gracias a otros instrumentos financieros de los que dispone el fondo, según los datos de Abertis.
Los accionistas de referencia de Abertis siguen siendo La Caixa, con un 24,14% del capital, y OHL, con un 16,06%
Pese al cambio en el reparto de la propiedad, los accionistas de referencia siguen siendo La Caixa, con un 24,14% del capital, y OHL, con un 16,06%.
De esta forma, los fondos de inversión han comprado el mensaje que el consejero de la compañía, Francisco Reynés, envió a los periodistas antes de las navidades. En un encuentro con los profesionales de la información que cubren la actualidad empresarial, Reynés anunció que la compañía “sorprenderá” al mercado con alguna operación de gran calado.
No les ha amargado la fiesta el revés que se llevó Abertis cuando la empresa no consiguió la concesión de una importante autopista que tenía Ferrovial en Chicago, que se acabó decantando por un consorcio de fondos de pensiones de Canadá. Tampoco ha pesado la situación en Argentina, donde la congelación de las tarifas de las autopistas por parte de la Administración ha generado malestar en la compañía y, a la postre, ha motivado su denuncia contra el país suramericano ante el tribunal de arbitraje del Banco Mundial.
Misterio
En la decisión de entrar con fuerza en el capital de Abertis, pues, ha influido el misterioso anuncio de Reynés, que todavía no ha cristalizado en ninguna noticia concreta.
Por el momento, la empresa de concesiones sigue con las negociaciones para hacerse con el control de una compañía italiana que posee la concesión de algunos tramos importantes de autopistas.
Aunque desde Abertis se confía en culminar el desembarco, todavía están pendientes de algunos flecos. La firma con sede en Barcelona quiere contar con algunas garantías para que el proyecto estrella de la compañía que pretende comprar, A4 Holding, se complete; sin el túnel de 13 kilómetros entre Venecia y Trento, no hay trato.
Pero la incorporación de esta empresa al perímetro de Abertis no sería tan notoria como para “sorprender” al mercado. Algo más tiene que haber.
Cataluña y España
Hasta que fructifiquen estas conversaciones, la empresa se puede concentrar en el resto de activos internacionales de los que dispone; su presencia en el extranjero se extiende principalmente por Brasil, Chile y Francia.
En lo que respecta a su negocio doméstico, Abertis dispone de concesiones de autopistas en varias regiones. Entre ellas destacan sus vías en el arco mediterráneo y sus radiales en Madrid, pero la comunidad autónoma en la que su actividad tiene una mayor importancia es en Cataluña. La empresa gestiona numerosas vías en su comunidad de origen, que actualmente pasa por unos momentos convulsos.
Tradicionalmente aversa a significarse políticamente, Abertis se enfrente a unos meses cruciales para su futuro. Todavía hay que calibrar las consecuencias que tendrá en el campo económico la conformación de una Generalitat en torno a la figura de Carles Puigdemont, así como el impacto de la agenda anticapitalista de la CUP en el nuevo Ejecutivo. Por no hablar de la futura declaración de independencia, si se produce.
Mientras, el panorama español tampoco favorece a la empresa en el corto plazo. Con unas negociaciones atascadas para investir a un nuevo presidente del Gobierno, la política de la Administración sobre concesiones de carreteras se queda en el limbo. Y hay temas muy importantes encima de la mesa, como las autopistas rescatadas, un asunto peliagudo y que genera un rechazo formidable entre algunas candidaturas de izquierdas.