Iglesias veta a Rivera y se carga el plan de Sánchez

Iglesias no formará parte de un acuerdo que incluya a Ciudadanos.

• Iglesias advierte de que es «imposible» que su partido y el de Rivera participen del mismo acuerdo de Gobierno.
• El líder naranja insiste en que la mejor solución es un entendimiento de las fuerzas constitucionalistas que alumbre un Ejecutivo «de transición».
• El PP también se enroca: votaría «en contra» de un pacto de los socialistas con el partido naranja.
• El Rey concluye hoy su segunda ronda de contactos y podría no postular a ningún candidato para la investidura.

El ‘plan Sánchez’ tampoco será la salida a la España bloqueada. Tanto Podemos como Ciudadanos rechazaron ayer la propuesta que el PSOE tiene en mente para tratar de formar Gobierno -impulsar un pacto a tres con Pablo Iglesias y Albert Rivera- y el fantasma de las nuevas elecciones volvió a aparecerse con fuerza. «Con Podemos y con Ciudadanos a la vez no se puede», advirtió bien claro el secretario general morado, que considera esa idea «la cuadratura del círculo».

La formación morada dice que pactar con ellos es «la única posibilidad de que Sánchez sea presidente»

El PSOE decidió apostar por ese acuerdo ante la negativa a entenderse con el PP y con los independentistas. El pacto solo con C’s o solo con Podemos no basta, porque suma 130 y 159 escaños respectivamente. Sánchez y sus barones consideran que la opción ideal es buscar el apoyo de los dos partidos emergentes, pero el plan ha sido abortado antes siquiera de que el líder del PSOE intente fraguarlo.

La postura de Podemos es rotunda e inamovible: el pacto de Gobierno debe tejerse entre ellos, PSOE e IU, añadiendo el aval de nacionalistas vascos y catalanes para la investidura de Sánchez y la aprobación de leyes. Así lo reiteró ayer su líder tras reunirse con el Rey, apremiando al socialismo para que decida «ya» si prefiere entenderse con la izquierda y el soberanismo -«única posibilidad de que [Sánchez] sea presidente»- o con «las derechas», «el inmovilismo, lo viejo y el búnker», que es lo que en su opinión implica negociar con Rivera. Los partidos emergentes son «incompatibles», concluyó.

«Lo que no se puede hacer es la cuadratura del círculo», argumentó Iglesias desde el Congreso de los Diputados, y eso «lo dice Ciudadanos, lo decimos nosotros y lo entiende cualquiera». Efectivamente, unas horas antes había sido Rivera el encargado de enfriar las esperanzas del PSOE.

Nuevas elecciones en el horizonte

La formación naranja no negociará pactos de Gobierno que incluyan a Podemos porque considera que en los asuntos nucleares -defensa de la Constitución y los tratados europeos, modelo económico y modelo de Estado- tienen posiciones antagónicas. Eso sí, la postura de Rivera es más amable e incluye el rechazo de los «cordones sanitarios» contra ningún partido, amén de reconocer que con Iglesias pueden acordar reformas concretas, como la del sistema electoral o la elimininación de privilegios de los políticos. «Una cosa es no gobernar juntos y otra cosa es no legislar juntos».

Rivera lanzará las negociaciones con PP y PSOE esta semana, decida lo que decida Felipe VI

La propuesta de Cudadanos sigue siendo la de conformar un Ejecutivo «de transición» previo diálogo con PP y PSOE en una negociación que pretende abrir esta misma semana. Hoy Felipe VI concluye su segunda ronda de contactos con los líderes sin que la situación haya avanzado lo más mínimo y sobre la mesa está la posibilidad de que el Rey no proponga a ningún candidato para la investidura. Ayer le dijo a Iglesias que se requiere un «proyecto avanzado» para ser postulado, cosa que la izquierda está lejos de tener. Y Rajoy insiste en que no pedirá la confianza de la Cámara sin tener asegurada la investidura.

En cualquier caso, Rivera lanzará las mesas de diálogo con socialistas y populares, a quienes acusa de presentar un «vacío de sentido común y de sentido de Estado» con su actitud. Pretende emular lo conseguido en la Mesa del Congreso, cuando ejerció de puente entre unos y otros para desbloquear la situación.

Desde el PP, mientras tanto, siguen convencidos de que les corresponde liderar el Ejecutivo, aunque rechacen ir a la investidura por el momento. Ayer anunciaron que votarían «en contra» de cualquier proyecto que no encabecen. Se desvanece así la posibilidad de que Sánchez y Rivera impulsen un Gobierno, pues contaría con la oposición de los 123 diputados populares y los 69 de Podemos.

La alternativa había tomado fuerza después de que el presidente de Ciudadanos destacara los puntos en común que tiene con el PSOE y no rechazara completamente la posibilidad de votar a favor del candidato socialista, pero fue rápidamente anulada por Génova, Iglesias y Xavier Doménech, líder de la confluencia catalana. Así que o Rivera triunfa en su misión de poner de acuerdo a PP y PSOE, o algún partido rectifica sus postulados o habrá nuevos comicios. Algo de lo que está convencido uno de los barones socialistas más influyentes, el presidente de Asturias, Javier Fernández. «Yo tengo que pensar que va a haber unas próximas elecciones, lo tengo que pensar, lo pienso y lo digo», remarcó el sábado ante el Comité Federal, como reflejan los audios filtrados ayer a la cadena SER.

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