De acuerdo, puede que no haya sido ella propiamente dicha, sino los huelguistas del transporte público. Pero la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido quien, pese a intervenir personalmente en la negociación, no ha conseguido desbloquear la huelga que esta mañana sembraba el caos en una Ciudad Condal colapsada por el Mobile World Congress.
Si normalmente los accesos a la Fira son dificultosos, con los taxis y los autobuses pegándose para entrar en el mismo puñado de metros, con la huelga de transporte público la situación se torció aún más. Los taxistas locales ya avisaban a la concurrencia unas pocas horas antes la conveniencia de ir a primerísima hora a la feria o ya después de la hora punta.
A la alcaldesa se le han sumado huelgas de metro (lunes y miércoles), de autobuses (martes y jueves) y de Adif. En el caso del Metro, unas líneas sobrecargadas por 50.000 usuarios más de los acostumbrados deberán prestar servicio con unos servicios míimos del 50%.
Colau no mejoró las cosas al considerar la huelga de «desproporcionada», al fracasar con su propuesta económica o al hacer públicos los sustanciosos sueldos de los participantes (sueldos mínimos de 29.000 euros y medios de 33.000).
Los partidarios de la alcaldesa afirman que ha hecho todo lo que estaba en su mano para mejorar la situación y evitar que se ponga en peligro una fuente de riqueza que hace ingresar a la ciudad condal muchos cientos de millones de euros cada año. Sus detractores lamentan que no ha sido suficiente y que su primer ejercicio como alcaldesa va a ser el del peor MWC que se recuerda.
Un montón de directivos convertidos en sardinas en lata, hastiados de atascos y polémicas, empezarán a plantearse seriamente la mudanza.
Esfuerzos sin resultado
Los esfuerzos de última hora del Ayuntamiento, con la alcaldesa Ada Colau a la cabeza, y la mediación de la Generalitat no han sido suficientes para que los sindicatos del Metro desconvocaran la huelga de 24 horas prevista para este lunes y el próximo miércoles, día 24, para exigir mejoras salariales y laborales en el nuevo convenio.
Estos dos días, el suburbano de Barcelona funcionará al 50 % en horas punta de mañana y tarde y al 30 % el resto de la jornada, según los servicios mínimos decretados por la Generalitat.
Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), sin embargo, considera que este servicio es «insuficiente para absorber la demanda prevista», por lo que recomienda a la ciudadanía que utilice estos dos días otros medios de transporte alternativos para moverse por la ciudad.
Para minimizar los efectos de la huelga, la asociación GSMA, organizadora del MWC, ha dispuesto un plan de contingencia para facilitar la movilidad de los congresistas, que prevé, entre otras medidas, habilitar una flota de autobuses lanzadera para transportar a los asistentes entre Fira Gran Vía y Barcelona ciudad.