El Gobierno balear pretende destinar parte de lo que recaude con la nueva ecotasa a la creación de un programa de intercambio de viajeros de la tercera edad entre las islas.
Baleares, uno de los destinos patrios de ‘sol y playa’ por excelencia, arrastra como uno de sus grandes retos estructurales (seculares) romper la estacionalidad de su actividad turística. La extrema concentración de las llegadas de los viajeros en la temporada alta obliga a echar el cierre a decenas de hoteles en las islas durante el invierno.
El Imserso -el programa de turismo social promovido por el Gobierno central para mantener la actividad en destinos turísticos fuera de temporada, mantener con ello el empleo y, al tiempo, garantizar un envejecimiento activo de los pensionistas- es una de las herramientas que consiguen romper, de manera relativa, la estacionalización del turismo insular. Y es por ello que Govern balear pretende ahora lanzar su propio ‘mini-Imserso’ para abundar en la pretendida desestacionalización.
El Ejecutivo balear pretende destinar parte de la recaudación que se obtenga con el nuevo impuesto turístico que aplica a los visitantes para constituir esa suerte de Imserso regional. Según ha desvelado la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, los planes pasarían por crear un plan de viajes para personas de la tercera edad de la comunidad para que hagan viajes entre islas fuera de temporada y, con ello, mantener abiertos más hoteles en invierno.
“Sería un plan como un Imserso entre islas en un proyecto a tres años para que nuestros mayores hagan turismo entre islas”, ha subrayado Carbonell, que entiende que el programa ayudaría a alcanzar “la tan ansiada desestacionalización”. Y es que de los alrededor de 13 millones de turistas que llegan a Baleares cada año, el 80% se concentran entre los meses de abril y octubre.
Ante las críticas del sector turístico por la nueva ecotasa, la directora general de Turismo ha defendido la implantación del impuesto turístico (que se cobra a los visitantes en función del tipo de alojamiento, la duración de la estancia y la época del año) como “un instrumento para preservar nuestro territorio y devolver al destino parte de lo que aporta para llevar a cabo nuestra principal industria”, informa Europa Press.
«Desde el Govern no lo vemos como un impuesto, sino como un instrumento de poder llegar a recaudar un importe» que sirva para garantizar la sostenibilidad del turismo en las islas, para “garantizar el futuro de nuestros ciudadanos y que nuestros nietos puedan volver a Baleares y encontrar el territorio tal y como lo tenemos ahora».