En estos días convulsos en los que los empresarios critican la inestabilidad política, fruto de unas elecciones generales que han dejado un panorama parlamentario extremadamente fragmentado, el presidente de Telefónica, César Alierta, ha evitado significarse. “Nosotros no nos dedicamos a la política”, ha afirmado.
“Me llevo muy bien con el comandante”, ha asegurado Alierta en referencia a su relación con el expresidente cubano, Fidel Castro. Todo para explicar que, en su caso, los negocios están por encima de la política. Lo pudo comprobar Castro cuando le preguntó al presidente de Telefónica si era del PP y el empresario aragonés, por entonces presidente de Tabacalera, le contestó que era del “partido del tabaco”.
“En esta casa la política son las telecomunicaciones y la digitalización. Cada uno piensa lo que quiere y vota lo que le da la gana”, ha resumido el directivo.
César Alierta: «Cada uno piensa lo que quiere y vota lo que le da la gana”
En lo que sí se ha mojado es en valorar la situación económica de España. César Alierta ha vaticinado un crecimiento del 3% en el producto interior bruto (PIB) y ha destacado la fortaleza actual del consumo y de la inversión.
Además, ha reiterado las previsiones que hizo el Consejo Español de la Competitividad si se seguían las políticas propuestas por los empresarios, con las que se preveía reducir el paro a un 10% en 2019.
“España es seguramente el país con más potencial de crecimiento de Europa. Lo tiene ahí y está claro”, ha asegurado. Esto se debe, según el presidente de Telefónica, a la amplitud de su “mercado natural”, que incluye a Latinoamérica y a Europa. Tan sólo China dispone de un caladero mayor, ha apuntado Alierta.
Uno de los problemas que tiene España es el de la confianza en sus capacidades. “Nos subvaloramos”, ha resaltado Alierta, quien ha aseverado que “todos los problemas que tiene este país se pueden resolver en 3 años”. “Esto es aplicarse y hacerlo”, ha concluido.
Puertas giratorias
La equidistancia que ha mostrado el presidente de Telefónica está en consonancia con la política de puertas abiertas que siempre ha tenido la empresa para con exministros, tanto del PP como del PSOE.
Uno de los ejemplos más sonados fue el fichaje del exministro de Trabajo del PP Eduardo Zaplana por la multinacional de las telecomunicaciones. Pero no fue el único caso, ya que el seno del consejo de administración de Telefónica también acogió al exministro de Economía Rodrigo Rato.
No obstante, la compañía no es partidista. Un ejemplo tan claro como reciente es la entrada de la exministra socialista Trinidad Jiménez en la plantilla de la empresa.