Los principales acreedores de Abengoa han alcanzado un principio de acuerdo, sobre el que todavía se afinan detalles y que deberá consensuarse con la empresa, para evitar el concurso y que contempla una inyección de liquidez de 1.200 millones y la refinanciación de alrededor de 500 millones de créditos actuales.
Según explicaron a Efe fuentes conocedoras de la negociación, este principio de acuerdo, entre banca y bonistas, contempla que el 55% del capital de la «nueva Abengoa» pase a manos de los que aporten esa nueva inyección de liquidez; el 40% se lo queden los acreedores actuales y un 5% los actuales accionistas de la empresa.
Este principio de acuerdo -sobre el que se sigue trabajando y en el que estarían representados alrededor del 50% de los acreedores-, deberá ser refrendado por un 75% de los prestamistas y consensuado con la empresa.
Otras fuentes de la negociación señalan que aunque no hay acuerdo definitivo éste es «inminente».
La compañía y los acreedores trabajan a contrarreloj con el 28 de marzo como fecha límite para evitar el concurso y tras haber logrado despejar la semana pasada algunos escollos que mantenían estancadas las negociaciones en torno a la participación que Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea y otros socios fundadores, buscaba mantener tras el proceso de reestructuración y a la figura del expresidente Felipe Benjumea.
Abengoa, que comunicó unas pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores el pasado mes de noviembre asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones.
Los sindicatos hablan
Los sindicatos UGT y CCOO esperan que el inminente acuerdo para la refinanciación de Abengoa no traiga medidas traumáticas para la plantilla y sí permita la recuperación del empleo perdido en estos últimos meses, que CCOO estima en unas 700 personas.
Fuentes de MCA UGT se han mostrado «satisfechos» de que al final «se consiga salvar la situación de la compañía» y esperan que a nivel oficial se les pueda transmitir que se ha llegado a acuerdo entre los bonistas y las entidades financieras «y así se pueda firmar el plan de viabilidad antes del día 18, que es la fecha tope». Las fuentes han indicado a Europa Press que por el momento no conocen si ese principio de acuerdo «lleva consigo merma en empleo o económica, no sabemos nada», aunque han apuntado que «de momento intentaremos que no haya medidas traumáticas hacia la plantilla».
Por su parte, fuentes de CCOO han valorado que pueda haber un acuerdo «que permita la entrada de bonistas y acreedores para salvar la empresa», pero plantean que «dentro de ese acuerdo se garantice el mantenimiento de la actividad industrial y del empleo; hay que garantizar la actividad industrial y el volumen de empleo».