«Desde el principio se ha visto que las posiciones eran distantes», resume Villegas, número dos de Rivera. Iglesias presenta un documento de 20 propuestas para un Gobierno de izquierdas que la formación naranja rechaza avalar: «Ni pintamos nada ni estamos invitados ni queremos estar» ahí. Podemos aplaza su versión sobre el encuentro y no hablará hasta el viernes. El PSOE no se da por vencido: «Sigue siendo posible».
Se ha cumplido el guion. Podemos y Ciudadanos han chocado frontalmente en la reunión a tres mantenida este jueves entre los partidos emergentes y el PSOE para explorar un acuerdo, arruinando así el plan de Pedro Sánchez para ser presidente del Gobierno. Pablo Iglesias ha acudido a la cita con un documento de 20 propuestas que en la práctica supone enmendar la plana al pacto ya firmado entre la formación naranja y la socialista, algo inasumible para Albert Rivera. También el PSOE ha insistido en su compromiso con dicho texto.
«Desde el principio se ha visto que las posiciones eran distantes», ha reconocido José Manuel Villegas, vicesecretario de Ciudadanos. Villegas ha agradecido la «claridad y la franqueza» de Iglesias, pero ha sido claro al valorar la posibilidad de avalar sus medidas: «Si alguien quiere explorar esa via pues está en su derecho. (…) Nosotros ni pintamos nada ni estamos invitados ni queremos estar».
Podemos sigue apostando por un Gobierno de la izquierda en coalición -es la última de las propuestas planteadas, la vigésima-, el reconocimiento del derecho a decidir de Cataluña, una reforma fiscal progresiva y un aumento del gasto público inaceptables para Ciudadanos. La postura de Rivera es hablar sobre la base del acuerdo rubricado entre su partido y el de Sánchez, cosa que Iglesias rechaza por entenderlo amortizado. Ningún miembro de la formación morada valorará hoy la reunión. Han decidido reunir el viernes a su grupo parlamentario y a su Ejecutiva, abordar ahí la situación y posteriormente emitir un juicio.
Desde el PSOE, han optado por desdramatizar el desencuentro y seguir vendiendo que es factible que los tres partidos acaben entendiéndose. «Creemos que todavía es posible alcanzar el acuerdo que sume 199 o más apoyos», ha dicho Antonio Hernando, portavoz socialista. «Es muy difícil, pero no es imposible, en política no hay nada imposible».
Hernando ha garantizado que el acuerdo PSOE-Ciudadanos sigue vigente -«nosotros cumplimos con nuestros compromisos»-, aunque estudiará las propuestas de Podemos y negociará con ellos llegado el caso. ¿Y si C’s se levanta de la mesa? ¿Seguirán los socialistas dialogando con Iglesias? Hernando no ha querido valorar «hipótesis» y se ha limitado a decir que han quedado descartadas las vías 161 y 130 -esto es, las de Podemos y Ciudadanos- y «solo queda una vía», la 199, la suya propia.
Los socialistas se aferran a un clavo ardiendo: que ninguno de los emergentes ha sido del todo categórico en sus postulados. Ciudadanos se ha comprometido a contestar a partir de mañana al documento de Iglesias -«por respeto»- y Podemos «no ha descalificado» el acuerdo Sánchez-Rivera, sino que «lo ha respetado». En opinión de Hernando, esto mantiene con vida el plan del PSOE y las posibilidades de capitalizar los «puntos de intersección» entre los tres, que son «lo suficientemente amplios y grandes» como para concluir en una investidura antes del 2 de mayo.
A lo largo del viernes, las tres formaciones hablarán por teléfono para valorar las propuestas de Podemos. Villegas ya ha dicho que chocan con el ideario de C’s, con su programa electoral y con el acuerdo Sánchez-Rivera, pero en cualquier caso lo estudiarán a fondo en las próximas horas. Hernando confía en fijar una nueva reunión a tres la semana que viene, dado que en esta no se ha entrado «en contenidos».
Por delante restan 25 días. Si en ese lapso Sánchez no ha logrado mover a los emergentes de las posturas hoy manifestadas, las Cortes se disolverán automáticamente y se convocarán nuevas elecciones para el 26 de junio. Es el escenario más probable.