El líder de Podemos llama «intolerantes» a los miembros de la formación naranja y se mofa de su presidente llamándole «cuñado». Rivera le afea sus relaciones con Venezuela e Irán y que haya colocado a «amigos y familiares» de cargos de su partido.
Más tierra de por medio. Podemos y Ciudadanos han escenificado este miércoles en el Congreso que les separa un abismo ideológico y que la intención de Pedro Sánchez de integrarlos en un pacto a tres es pura utopía. Los líderes de los partidos emergentes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, han aprovechado el pleno sobre los dos últimos Consejos Europeos para ‘calentar’ la cita de mañana -equipos de PSOE, C’s y Podemos se reunirán a las 16.30h en la Cámara baja- con durísimas acusaciones y ataques personales.
“Con intolerantes, con quienes son incapaces de reconocer los derechos humanos, es muy difícil hacer un Gobierno progresista”, ha proclamado Iglesias desde la tribuna de oradores en referencia a Ciudadanos. A su juicio, la formación naranja se aleja de la protección universal de derechos básicos cuandoplantea negar “la tarjeta sanitaria a personas que solamente estaban huyendo de la pobreza”.
Iglesias: «con quienes son incapaces de reconocer los derechos humanos es muy difícil hacer un Gobierno progresista»
También ha criticado que el acuerdo PSOE-Ciudadanos no diga nada sobre el derecho de asilo y “parece que el señor Girauta [portavoz naranja en el Congreso] dice que no se puede tocar ni una coma porque se levantan la mesa”. De este modo, extendía a Ciudadanos la crítica ya vertida contra el Gobierno y el PP por su postura ante la crisis de los refugiados, tema que centró el último Consejo Europeo y por ende el grueso del debate de hoy en el Congreso.
Rivera ha tomado nota de los ataques del líder morado y le ha respondido al momento. Tras criticar la Europa “a tres velocidades” que toma forma con acuerdos como el que pretende evitar el Brexit (salida del Reino Unido de la UE) y marcar distancias con el PP por la asociación que algún dirigente popular hizo entre refugiados y yihadismo, el presidente de Ciudadanos ha dado la réplica a Iglesias.
Primero le ha afeado que, “como siempre”, mezcle conceptos. En este caso, “Ley de Extranjería y asilo político”. Hasta ha puesto en cuestión su formación, preguntándose dónde ha estudiado Derecho alguien capaz de incurrir en tal confusión. Acto seguido, Rivera ha atacado con las relaciones de Podemos con los regímenes de “Venezuela e Irán”, argumentando que quien dispone de esos contactos es lógico que se aleje de Ciudadanos en materia de “defensa de los derechos humanos”.
“Es un matiz distinto”, ha dicho, haber hecho carrera en Barcelona o Helsinki, como él, y haber trabajado para el chavismo. “A ver si es verdad que esa defensa de los derechos humanos la hace en todo el mundo”, le ha espetado. Ya el día anterior, Rivera había exigido explicaciones a la formación morada por la presunta financiación ilegal en que incurrió al recibir grandes cantidades de dinero del régimen de Hugo Chávez, como publicaron diversos medios. En el Congreso, sin embargo, se ha centrado en subrayar la relación política de los dirigentes morados con ese país sudamericano.
Los diputados de Ciudadanos han aplaudido a su líder hasta cuatro veces en los minutos en que ha atacado a Podemos. Un discurso donde también ha pedido implícitamente a Sánchez “que no se comprometa con la demagogia”, que le haga frente al igual que a “los populismos”. Continúa así endureciendo su postura, a un día de la reunión a tres que Ciudadanos quizá pensó que nunca se celebraría por el veto de Iglesias. Los rumores sobre un acercamiento de PSOE a Podemos y un relajamiento de las exigencias de este último partido son cada vez más fuertes y el partido naranja parece perseguir bien boicotearlo bien distanciarse claramente del mismo.
Rivera a Podemos: «A lo mejor el cuñadismo es colocar a los amigos y a los familiares»
Los roces entre los emergentes se han reproducido en el turno de réplica, aún con mayor intensidad. Iglesias ha llamado «cuñado» a Rivera, mofándose de sus argumentos. El discurso del líder centrista, ha indicado, vale lo mismo para «vender preferentes» que para «intervenir en la tribuna» y se limita a desarrollar un «ejercicio de cuñadismo ideológico».
Así, «el cuñadismo dicta que la extrema derecha está mal» y por eso asume tal posición un Rivera que «se presentó a las elecciones europeas» de 2009 de la mano de Libertas; «el cuñadismo dicta que hay que proteger al que huye de la guerra» y el de Ciudadanos sigue la consigna, pese a defender tras los atentados de París «que la OTAN se pusiera a bombardear Siria».
Acto seguido, Rivera ha tirado de humor para hablar «no de cuñados», sino de «las novias y los primos» a los que «colocan» los dirigentes de Podemos. «A lo mejor el cuñadismo es colocar a los amigos y a los familiares», ha zanjado al acabar la intervención entre aplusos de sus diputados. La sesión ha evidenciado a lo largo de toda la mañana que Sánchez tendrá que elegir entre un aliado u otro, sin margen realista para entenderse con los dos a la vez.
«No nos necesitan», ha dicho a primera hora Girauta en la cadena SER sobre un posible viraje izquierdista del PSOE. El pacto para formar «un Gobierno a la valenciana» es viable prescindiendo de C’s, aunque los naranjas busquen afianzar el acuerdo de El Abrazo y tratar de sumar al PP al mismo. Integrar a Podemos es misión «imposible», pero los de Rivera acudirán a la cita a tres por una cuestión formal, sin ir más allá de la defensa de su pacto con Sánchez. Ya solo les vale el sí de Iglesias a esas medidas, que como mucho podrían ampliarse pero no enmendarse ni alterar los principales postulados económicos y territoriales. Algo que aboca al fracaso de la entrevista, pese al posibilismo que venden los partidos de izquierdas.
Errejón se defiende
El portavoz parlamentario de Podemos, Íñigo Errejón, ha solicitado al presidente del Congreso un turno de palabra por alusiones tras concluir Albert Rivera su intervención. Errejón entendía que las referencias a los presuntos vínculos de su partido con Venezuela e Irán suponían acusarles de un «delito», el de financiación ilegal a través de «un país extranjero». El número dos de Iglesias ha defendido la limpieza en las cuentas de Podemos, recordando que el año pasado el Tribunal Supremo archivó dos querellas que denunciaban esa hipotética financiación ilegal. Una tercera causa permanece en el Alto Tribunal y la Fiscalía ha pedido ya que también sea archivada. Errejón anima a quien dude de la financiación de su partido a seguir acudiendo «a los tribunales».