El grupo chino no ha ingresado la señal que exigieron los accionistas de Globalia para seguir aportando información sensible de la compañía. Las conversaciones no se han roto, pero se han convertido en intermitentes. “Si llega [el nuevo socio], bien. Y, si no, pues seguiremos nuestro camino”, avisa Juan José Hidalgo. “La compañía se defiende muy bien sola”.
La entrada del gigante chino HNA en el capital del grupo turístico Globalia (Air Europa, Halcón Viajes, Travelplán, Be Live Hotels…) se encuentra en punto muerto. Las conversaciones se han alargado durante más de un año, y ambas partes siguen pareciendo tener pocas prisas, y se diría que se mueven entre el tactismo o la mera desidia.
Las negociaciones no se han roto, pero los encuentros se han espaciado, se han convertido en intermitentes, y no se están dando pasos sustanciales para alcanzar un acuerdo definitivo y total. HNA pretende (o pretendía, quizá) entrar en el capital de Globalia con la compra del 44% del capital del grupo. El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, mantendría su participación actual del 51,6% y su hermano Antonio se quedaría con otro 4,4%, el resto de socios sí cederían sus participaciones a los nuevos socios chinos.
Pero en los últimos meses no se ha producido ningún avance que permita dar por segura la operación. “Todo está en el mismo punto en que estaba en diciembre”, explicó ayer Hidalgo en un encuentro con periodistas. Y ese punto, el de diciembre, es aparentemente un peligroso impasse tras un plante de la parte vendedora.
En principio, todos o casi todos de un eventual acuerdo están ya pactados o al menos muy orientados, pero Globalia exigió a HNA que hiciera un depósito para seguir aportando información sensible de la compañía y para que la operación entre de una vez en su recta final. Y el grupo chino sigue sin pasar por el aro y no ha ingresado esa señal, según confirmó ayer el presidente de Globalia.
Se diría a Hidalgo se le ha agotado la paciencia con la lentitud negociadora de HNA, y tras más de un año de conversaciones el empresario ya no quiere aportar más información confidencial del grupo a unos eventuales compradores que parecen tener tan poca prisa por cerrar la operación. Y ahora el presidente del mayor grupo turístico español empieza a lanzar mensajes (por convicción o para motivar a los inversores chinos) de que no pasa absolutamente nada si al final no se vende ese participación accionarial.
“Llevamos hablando demasiado tiempo. Si llega [el nuevo socio], bien. Y, si no, yo me quedo tranquilo. Si llega, bien. Y, si no, pues seguiremos nuestro camino, como toda la vida. No hace falta tanto agobio”, explicó Hidalgo. “La compañía se defiende muy bien sola. Yo no voy a parar, y voy a seguir trabajando como cada día para crecer”.
Pero que las negociaciones no están suspendidas y que no se han roto las relaciones entre Globalia y HNA lo demuestra el hecho de que ayer, entre las cerca de 300 personas que subieron al vuelo inaugural del nuevo avión Boeing 787 Dreamliner de Air Europa, se encontraba una delegación de representantes del grupo chino. “Es que querían conocer el avión”, dijo Hidalgo con media sonrisa.
HNA es ya el primer accionista de NH Hoteles (con un 29,5% del capital) y con Globalia busca hacer su segunda gran operación. Los planes de HNA, al menos inicialmente, pasaban por tomar una participación del 44% del capital, en una operación que fuentes del mercado estiman que podría ascender a más de 600 millones de euros.
La compañía china se quedaría con las participaciones de prácticamente todos los actuales socios de la compañía. Con todas, menos la del propio Juan José Hidalgo, presidente y fundador de Globalia, que mantendría su posición mayoritaria y seguiría controlando el 51,6% del capital hoy en sus manos.
En el accionariado también están presentes su hermano Juan Antonio, hoy un 9,1% (aunque, según los términos pactado, también se quedaría en el capital con un paquete minoritario del 4,4%); su esposa, Avelina Gutiérrez, un 5%; sus hijas, María José y Cristina, un 5,14% cada una. En total, la familia Hidalgo suma casi un 76% del accionariado del grupo. Banco Popular cuenta con un 9,9%; Unicaja, con un 7%; Abel Matutes controla el 5,14% que antes pertenecía al otro hijo del presidente, Javier; y el 2% restante está en manos de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.
Globalia encargó hace casi dos años banco de inversión N+1 la búsqueda de un socio estratégico que tomara una participación significativa de Globalia y la preparación de la salida a bolsa del grupo. Los planes pasan por que un nuevo accionista compre las participaciones de los socios minoritarios para posteriormente sacar una parte a cotización en bolsa, y desde Globalia se insiste que esa sigue siendo la hoja de ruta. En cualquier caso, ya casi nadie espera una solución rapida. «Si la operación sale, aún va para largo», reconoce a SABEMOSuno de los accionistas de Globalia. «O para muy largo».