Muchos ya apuntan al final del libro tradicional en favor del uso de los eBook, sin embargo muy pocos han sido capaces de ver más allá y situar el futuro de la lectura en nuevos soportes. Los libros electrónicos también podrían tener fecha de caducidad si salen adelante proyectos más prometedores.
Estamos condenados a entendernos con los libros electrónicos y decir adiós al formato en papel, pero ¿qué será lo próximo? Después de que los fabricantes de eBooks lleven unos años tratando de convencernos de lo ventajoso que resulta llevar encima un libro electrónico en lugar de uno tradicional, cabe preguntarse cuál será la evolución de los modos de lectura de la población, pues no debemos olvidar que los smartphones son en muchas ocasiones el dispositivo al que los usuarios recurren para leer.
Existe vida más allá de los libros electrónicos, y eso es algo que empresas como Google llevan algún tiempo viendo. Las Google Glass podrían convertirse en un soporte perfecto para la lectura, aún mucho más portables y ligeras que los actuales eBooks, y aunque parezca que el éxito se les resiste, poder utilizar las gafas de Google para leer podría llegar a ser toda una realidad.
Un proyector con el que visualizar el texto en la pared, transformar el salón en un libro gigante. Esta es la idea que sostiene una patente adquirida por Google que utilizaría tecnología de streaming inalámbrica, la misma que permite el uso de Chromecast, para lanzar desde nuestro teléfono a la pared un libro. Esta propuesta, algo más nueva y espectacular, por ahora es sólo una patente, pero si se desarrolla podría suponer una buena opción de lectura, ¿o acaso hay algo más cómodo que leer tumbados en el sofá sin tener que sostener un libro?. Con esta tecnología nos olvidaríamos de que se nos cayese el libro de las manos mientras leemos estando en posición horizontal, algo que más de una nariz agradecería.
Para los que no quieren terminar de despedirse del libro en papel ya comienzan a surgir nuevos dispositivos que permitirían hacer algo así como una fusión entre el formato en papel y electrónico, especialmente enfocado a los niños, a convertir su tiempo de lectura en un tiempo de interacción con el libro. Así surge Bridging Book, un proyecto que en principio utilizaría un iPad para complementar la versión tradicional del libro. Esta alternativa, aunque algo menos práctica, si supone una gran utilidad para los niños o para libros que pudiesen complementarse con imágenes en movimiento, videos, etc. Todo sería ponerse manos a la obra y orientar las lecturas hacia un modelo más didáctico dónde las imágenes ganasen protagonismo.
Esta idea no es nada descabellada, pues estamos viendo como los ilustradores comienzan a ganar fuerza, y desde luego sería una buena propuesta que llenaran nuestros libros de imágenes. Aunque sí es cierto que de este modo podríamos romper con el principio de la imaginación que de tanto encanto dota a la lectura.
Pero el libro del futuro no solo podría llegar de la mano de nuevos proyectos, pues quizá en los propios dispositivos que ahora mismo manejamos, como el móvil o el smartwhatch, que tan de moda se está poniendo, lleguemos a encontrar un soporte perfecto para leer. El hecho de ser dispositivos que siempre llevamos encima les da muchos puntos para acabar albergando libros en su interior. Además, no nos olvidemos de que cada vez los teléfonos móviles cuentan con una pantalla más grande y de mayor calidad.
Aún estamos algo lejos de olvidarnos de ese libro electrónico que ahora reina en el metro, el autobus y la calle, pero no podemos dejar de mirar de reojo a esos avances que se están realizando y que en un futuro podrían dar el salto al mercado para arrebatarnos el eBook.
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