El naufragio de las autopistas radiales habría podido solucionarse mediante el diálogo entre todas las partes afectadas por la quiebra de estas infraestructuras. Sin embargo, las conversaciones no han llegado a buen puerto aunque, según Abertis, han estado cerca de conseguirlo.
“En el tema de las radiales la solución es que cada palo aguante su vela”, ha zanjado el presidente de Abertis, Salvador Alemany, antes de la junta general de accionistas de la compañía. Y es que el diálogo entre los afectados para encontrar un remedio no ha cristalizado, pese a que estuvieran cerca del acuerdo.
Alemany ha explicado que la salida, desde su punto de vista, consiste en crear una sociedad que absorba estos activos y que adopte la forma de una empresa pública (o mixta, en la que participen también los afectados: concesionarias, constructoras, acreedores y Administración).
“Esta salida ha estado muy cerca de poderse adoptar”, ha indicado Alemany.“Esta cuestión no ha funcionado a pesar de que ha habido muchísima disposición y diálogo entre todas las partes”, ha añadido. Entonces, ¿qué ha fallado?
Fuentes del mercado han precisado a SABEMOS que las reuniones, efectivamente, se produjeron y que se habló de las quitas que cada uno debería asumir para crear la sociedad. Sin embargo, la existencia de tantos bandos luchando por limitar las pérdidas al mínimo ha impedido que se alcance un acuerdo.
Los afectados han provisionado las pérdidas de las radiales quebradas, así que Abertis no prevé «sorpresas» a nivel contable
A día de hoy cada cual ha asumido sus pérdidas y las ha provisionado en sus balances; sin ir más lejos,Abertis no prevé “sorpresas” a nivel contable. De ahí el “que cada palo aguante su vela”, que se producirá de manera definitiva, de acuerdo con Alemany, si no se reconduce la situación en la nueva legislatura -bien en esta que acaba de empezar o la que venga después del fracaso de las negociaciones entre los partidos políticos-.
El presidente de Abertis es de los que piensan que el arreglo sigue encima de la mesa y que quizá una nueva administración podría reactivarlo. Están en juego no sólo un puñado de concesiones sino también el prestigio de todo el sector.
“Todavía se está a tiempo de encontrar una solución inteligente a todo el problema y debemos continuar pensándolo”, ha defendido Alemany. “Más allá de la pérdida concreta, que está ya descontada, estamos jugando entre todos con el prestigio de unas autopistas tan emblemáticas”, ha concluido.
Por el momento este asunto está en la vía muerta, tras una gran controversia, ya que las radiales tienen una cláusula compensatoria de la que se tiene que hacer cargo el Estado, en caso de que no se alcance un volumen óptimo de tráfico. No obstante, tampoco es el único frente en liza con la administración.
Tribunales
Abertis también mantienen un contencioso con la Administración a costa de la AP7, ya que exigen compensaciones por el bajo nivel de tráfico que está garantizado por contrato.
El presidente de la compañía ha descartado que este litigio pueda influir de manera negativa en futuros concursos planteados por el Estado, ya que, ha indicado, la reclamación por la vía judicial es una práctica “muy pacífica” y habitual en estos casos.
“Nuestra obligación es tener siempre dispuesto el diálogo con la Administración”, ha completado Alemany, quien ha adelantado que la intención de Abertis es la de prorrogar las concesiones siempre que las autoridades permitan renegociar las condiciones de las autopistas cuyo periodo de explotación caduca.
De la cartera que tiene la compañía en España el primer vencimiento es en 2019; entonces se comprobará si el Estado, entonces bajo otro mandato gubernamental, comparte su falta de acritud.