El nuevo consejero delegado de Orange, Laurent Paillassot, ya sabe cuál es su primera misión en la filial gala: que los clientes que ya tiene la compañía de ADSL pasen a la fibra. Las fichas de domino caerán en consecuencia: factura más elevada, menos bajas de clientes y mayores ingresos.
En su primera comparecencia ante la prensa tras su llegada a España para dirigir la filial, Paillassot ha expuesto los retos de la compañía para los próximos meses: que Orange siga creciendo y facturando más gracias a la fibra y la televisión (ofertas convergentes). Esto, a su vez, permite perder dependencia del acceso indirecto de Telefónica con la que ofrecen conexión de banda ancha a sus usuarios, para que la mayor parte de clientes se integre en su red. Aunque en otras zonas seguirá colgado a la red del incumbente, sobre todo donde sea menos rentable desplegar nueva red.
En el último trimestre de 2015, Orange tenía 809.000 usuarios de fibra. En el primer trimestre de 2016 esa cifra se eleva a más de 1 millón. Este crecimiento, no obstante, deja un pequeño borrón: solo ha habido 40.000 nuevos clientes de banda ancha. Es decir, el aumento en fibra proviene de clientes migrados, por lo que el reto es doble: intentar robar a la competencia usuarios, pero sobre todo que siga creciendo la factura fibra.
Este incremento de los clientes de fibra, aunque sean de cartera, ha llevado a Orange a crecer en facturación un 1,8% con respecto al primer trimestre del año anterior. Paillassot ha dejado claro que para seguir creciendo la televisión será la clave.
La peligrosa factura de la televisión
“Es una inversión importante y necesaria”. Esa ha sido la respuesta del nuevo CEO de Orange España sobre el coste del fútbol y su elevado precio, cuando se le ha preguntado sobre el desproporcionado gasto que supondrá tener la Liga BBVA las próximas tres temporadas.
Y lo que es peor, Paillassot no ha sido capaz de negar que los precios no se vayan a incrementar. Tampoco ha afirmado que en futuro vayan a subir, pero sí ha precisado que “el fútbol no se puede separar del coste de la fibra”. Es decir, que si en septiembre estiman que las cuentas no cuadran, los clientes recibirán otro hachazo en su factura.
El argumento para las subidas que vendrán, sin decir que es por el fútbol, lo sostienen en que los usuarios demandan más servicios y que, por lo tanto, eso conlleva un incremento de precio. Pero siempre, insiste el CEO de Orange, habrá mejores condiciones en las tarifas aunque sean más caras.
La salida a bolsa no es tan prioritario
Convertir a los clientes de ADSL en usuarios de fibra es la gran obsesión de Orange en estos momentos. Lo que no tiene tanta urgencia es su salida a Bolsa. Así, durante la comparecencia del responsable en España, ha afirmado que la salida a bolsa de la filial española del grupo galo no es una prioridad este año, ya que la compañía está centrada en la integración de Jazztel.
Paillassot, sin transmitir mucho entusiasmo al respecto, ha resaltado que la OPV no es «un tema de actualidad» para la compañía este 2016. En este sentido, el consejero delegado de Orange España ha subrayado que la prioridad de la operadora para este año es finalizar la integración de Orange y Jazztel y su desarrollo.
LOS RESULTADOS EN NÚMEROS
Los ingresos de Orange España durante el primer trimestre del año se elevan a un total de 1.189 millones de euros, un 1,8% más que el mismo periodo del año anterior. Esta cifra confirma, según la compañía, la tendencia de crecimiento frente a los trimestres anteriores en los que los ingresos de la compañía descendieron un 0,7% en el cuarto de 2015, 1,7% en el tercer trimestre, un 2,5% en el segundo y un 5% en el primer trimestre.
La dinámica comercial de Orange a través de sus distintas marcas -Orange, Jazztel, Simyo y Amena- ha hecho que el número de clientes de la compañía, a 31 de marzo de 2016, alcance los 19.185.000, de los cuales 15.388.000 son de telefonía móvil y 3.797.000 de banda ancha fija, con un crecimiento global en ambos segmentos del 4,5% (4,2% en telefonía móvil y 5,6% en fija) respecto al mismo periodo de 2015.
Además, al cierre de los primeros tres meses del año, Orange contaba con 5.775.000 clientes 4G (duplicando la cifra del año anterior) y 1.020.000 de fibra óptica (3,2 veces más que los 320.000 de marzo de 2015).