No hay lugar a dudas: en estos momentos Mercadona es un gigante empresarial español que no deja de crecer. A lo últimos resultados anuales, donde la compañía de Juan Roig obtuvo un 12% más de beneficio, se añade que, en estos momentos, es una de las empresas que más contrataciones lleva a cabo. En concreto, es capaz de sumar más que diez grandes compañías que operan en España.
El anuncio ha sido este miércoles: Mercadona incorporará a su plantilla un total de 5.000 personas para la próxima campaña de verano, que comprende el periodo de junio a septiembre, lo que supone un incremento de mil contratados respecto al verano de 2015.
La empresa está realizando actualmente el proceso de selección para cubrir esos puestos en las 1.584 tiendas que tiene en España, según un comunicado de la cadena de supermercados.
El objetivo, según indican desde la compañía, es poder seguir ofreciendo un «servicio excelente» a sus clientes en un periodo en el que una parte importante de su plantilla disfruta de sus vacaciones, y «ante el incremento de actividad y consumo que se produce durante estas fechas, con una muy favorable previsión de llegada de turistas a nuestro país».
Más que diez grandes empresas
Las comparaciones son odiosas, pero están ahí. Echando un vistazo a los planes de contratación de algunas importantes empresas, resulta que Mercadona puede sumar mayor capital humano que diez a la vez.
Por ejemplo, en el sector de la distribución, Consum y Covirán contratarán para este año un total de 300 trabajadores cada una. Las empresas de transporte Adif con 260 o Renfe con 500, suman más o menos lo que la hotelera Meliá (750).
Endesa con 147 nuevos empleos en 2016, o Grupo Damm (250), son algunas de las que también crearán nuevos contratos. Igual que Leroy Merlín, con 500 nuevos trabajadores; la farmacéutica Roche con 130 o la recientemente llegada a Bolsa Telepizza (600).
Todas estas contrataciones suman 3.737 nuevos empleos. Lejos de lo que conseguirá Mercadona este verano. Son solo número, comparaciones en un mercado laboral que se recupera a duras penas, pero es el reflejo de una compañía que no encuentra, de momento, su techo.