Sí, lo confieso. Soy lector de cómics. Vaya sorpresa, ¿verdad? Raro es el nerd que no pone un check en varios elementos de la lista cómics/videojuegos/juegos de rol/ci-fi/fantasía y alguno más que seguro me dejo.
En mi caso, voy con el kit completo. Y a este videojuego en particular, me hizo acercarme mi faceta de lector de cómics. Y con más curiosidad que un gato. Y con más miedo que a un nublado, que los juegos basados en personajes preexistentes o películas (salvo honrosas excepciones como los Arkham de Batman) no suelen ser productos demasiado cuidados, que el nombre ya vende.
Me subí a la colección mensual de Spiderman cuando aún la editaba Fórum allá por 2001. Fue a raíz de uno de esos números que hacen mucho ruido fuera de la prensa especializada. En este caso, el tebeo en cuestión trataba los atentados del 11-S. Firmado por el guionista televisivo Joe Michael Straczynski (Babylon 5) y el dibujante John Romita Jr (Spider-Man, X-Men, Iron Man, Capitán América, Hulk, Punisher y probablemente cualquier otro personaje de Marvel Comics en el que puedas pensar), fue un número que me enganchó como pocos. Y los siguientes números no bajaron el nivel en absoluto. Tanto es así que empecé a comprar regularmente la colección y aún hoy, 14 años después, sigo haciéndolo.
El caso es que en enero de este mismo año sale a la venta el número 99 de la colección, editada ahora por Panini Comics, con el prólogo a un arco argumental llamado Universo Spiderman (Spider-Verse en el original) en el que prometen que aparecerán todas las versiones de Spider-Man jamás vistas, retomando tramas y personajes de la época de Straczynski. Y un artículo en dicho número dice que esta historia está basada en un videojuego de 2010 escrito por Dan Slott, mismo guionista de la colección The Amazing Spiderman, así que tocaba echarle un ojo, dado que desde la partida de JMS en 2007 fue suyo el mérito de reflotar una franquicia tocada por una desafortunada decisión editorial, aunque contara con escritores de probada solvencia como Mark Waid o Roger Stern.
La historia del videojuego de Activision es mucho más sencillita que la del cómic. De hecho, cuenta Dan Slott que la idea de Shattered Dimensions se le quedó rondando por la cabeza con la idea de desarrollarla más en profundidad en el tebeo mensual (edición en castellano, El Asombroso Spiderman nº99 y 101-105, si eres lector de superhéroes no te la pierdas). Pero aún así, tiene su aquél, y mucho más si has estado en contacto con las publicaciones del personaje durante los últimos veintipico años. La cosa va así: Spiderman se pelea con Mysterio y uno de los daños colaterales es la Tabla del Orden y el Caos, un artefacto místico que se rompe en varios pedazos que saltan disparados a distintas realidades. Madame Web, la mística residente del sector arácnido del Universo Marvel, se pone en contacto con el Spiderman de cada una de las cuatro realidades para que recuperen los fragmentos de la tabla, y empieza el juego.
Tendremos que manejar a 4 Spidermen distintos en un beat’em up de mecánica muy definida: tres fragmentos llegan a cada universo, sendos supervillanos se hacen con ellos y sus superpoderes se ven incrementados. Spiderman se enfrenta al malo de cada fase, que se escapa, vamos detrás de él quitándonos de en medio a hordas de matones de bajo nivel y nos enfrentamos de nuevo al boss de la fase, derrotándolo y recuperando el fragmento. Es un juego no demasiado largo (10-15 horas), muy entretenido si es el tipo de juego que buscas. Y aunque no es imprescindible conocer la trayectoria editorial del personaje, bien viene para conocer el entorno en el que se mueve cada una de las distintas versiones de Peter Parker.
La primera, el Amazing Spiderman, el del universo Marvel tradicional. El diseño de estas fases recuerda mucho a un cómic americano (a mí, en particular, me trae a la cabeza al estilo de dibujo de Alex Maleev), y Spiderman está doblado por nada más y nada menos que Neil Patrick Harris. ¿Y por qué este actor, en particular? Porque antes de su salto a la fama como actor adulto con How I Met Your Mother dobló a Spiderman en una serie de animación de la MTV en 2002. En las fases ambientadas en esta dimensión tendremos que derrotar a Kraven, el Hombre de Arena y el Juggernaut. El Spiderman que vemos aquí es el clásico de toda la vida. El trepamuros que te esperas encontrar, con los poderes que esperas de él.
En las fases del universo Ultimate (para los no iniciados, una dimensión paralela en la que el Universo Marvel empezó de cero sin treinta años de historia a sus espaldas cuyo objetivo era atraer nuevos lectores), llevamos a un Peter Parker supuestamente adolescente con el traje negro que se acabará convirtiendo en Veneno. Aquí el actor de doblaje es Josh Keaton, que ya puso voz al personaje en la serie de 2008 The Spectacular Spiderman emitida por The CW/Disney XD. Y aquí toca zurrar a Electro, Masacre y Matanza. Lo que distingue a esta fase es el poder llevar al simbionte y arrear golpes de tentáculo a diestra y siniestra en el modo furia.
El universo Noir fue un experimento de Marvel de corta duración en 2009, en el que se presentaron versiones de sus personajes ambientadas en los años 30-40 con un enfoque menos superheroico y más de ambientación en abjos fondos. Vamos, noir. Spiderman protagonizó dos series limitadas antes de la desaparición de la línea, volviendo a aparecer en la actual Universo Spiderman. Aquí nos veremos las caras con Cabeza de Martillo, un perturbado Buitre y el Duende Verde. La voz del personaje en estas fases espectacularmente oscuras es de Christopher Daniel Barnes, que prestó su voz a la serie Spider-Man de la Fox en 1994, la spiderserie de más larga duración. En estas fases de colores apagados es mala idea enfrentarse a los problemas de cara, posiblemente no lo cuentes. Aquí, el sigilo es la herramienta imprescindibles, y mientras Spiderman esté escondido en las sombras, todo irá bien.
En 1992 Marvel lanzó una serie de colecciones ambientadas en el futuro oficial de sus tebeos. Y como suele ocurrir con las versiones alternativas marvelitas, no duró demasiado. En 1998, el logo 2099 desapareció de las estanterías de forma regular… hasta hoy en día, que vuelve a haber una cabecera de Spiderman 2099. Este Spiderman es el único de los tres que no se llama Peter Parker. Miguel O’Hara se mueve en un entorno cyberpunk en el que Alchemax, una malvada macrocorporación heredera de Oscorp, es el enemigo principal. Aquí escucharemos a Dan Gilvezan, la voz de Parker en Spider-Man and His Amazing Friends, la serie de 1981 de la NBC, la de Estrella de Fuego y el Hombre de Hielo. Y aquí toca pegarse con el Hobgoblin, el Escorpión y la Doctora Octopus. Y aparte de la imagen futurista, la característica de este personaje es el modo de visión acelerada, que ralentiza la acción.
¿Y como valoración global, qué tal? Pues muy irregular. Tiene fases que son una auténtica delicia, como la del Hombre de Arena, y otras que son directamente infumables como la de Masacre. Además, tiene momentos totalmente absurdos de combate en primera persona contra los jefes finales de cada fase que ni quedan bien ni son entretenidos ni aportan nada al juego. Y hay momentos en los que tuve que apagar la consola porque me mareaba. De nuevo, el horrible nivel de Masacre.
Entonces, ¿qué hago? Pues mira, si te molan los juegos de tortas indiscriminadas y/o te mola el personaje, de cabeza. Pero si te estás esperando una historia a lo Mass Effect o una épica a lo Dragon Age, este no es tu juego. Pero, eh, a veces, en lugar de ir a un asador de Aranda de Duero a por un cordero regado con un buen tiento de Ribera, lo que te apetece es un Big Mac con Coca Cola y patatas fritas.