Los consumidores son tozudos. España es un país que compra smartphones de 200 y 300 euros (en el mejor de los casos). Esa es la media. Parece que los fabricantes lo han entendido y por ello han dejado de volcarse en los dispositivos premium. Al menos asumen que la realidad del mercado es otra y, por lo tanto, hay que adaptarse.
En el marco del Android Innovation Day, celebrado este martes en Madrid, algunos de los principales actores del ecosistema móvil han expresado sus opiniones sobre el estado de salud del sector y cuál puede ser el futuro. La conclusión parece unánime: nadie puede predecir lo que pasará dentro de unos años.
Con esta premisa tan vaga, el cofundador de BQ, Rodrigo del Prado, ha asegurado que la venta de smartphones no se detendrá. No obstante, ha sido muy claro al matizar que la tasa de crecimiento sí quedará estancada. Afirma que “se ha tocado techo”. Por desgracia para el fabricante español, esta situación no es ajena, ya que está viviendo de primera mano un golpetazo que he dejado a la compañía en una situación compleja.
Desde LG, su directora del marketing para el segmento móvil, Araceli de la Fuente, insiste en la idea de que la venta de dispositivos seguirá con tendencia positiva. De hecho, según un estudio de su compañía, la mayoría de consumidores cambiaría cada 9 meses de terminales si económicamente se lo pudiera permitir. Incluso sin esta premisa, advierte de que en España hay 1,8 móviles por persona.
Se vendrán móviles, ¿pero cuáles?
Tras las dos primeras conclusiones: el futuro no se puede predecir, pero se seguirán vendiendo móviles; el debate se centró en el sentido actual de la gama alta. Es decir, los smartphones que están por encima de los 700 euros.
Para la directiva de LG, antes de entrar en dicho debate habría que aclarar qué es un móvil premium. Explica que, quizá, los fabricantes hayan perdido la perspectiva de la calle y que, a lo mejor, la gente ha variado el concepto de lo que es premium o gama alta. Por lo tanto, advierte de que lo interesante sería reformular los conceptos atendiendo a lo que piensan los usuarios.
Una de las aportaciones más sinceras al debate la hizo el country manager de HTC en España, Rubén Pérez, al señalar que la verdadera misión de los dispositivos de gama alta, en estos momentos, es el de posicionar la calidad de la marca. Más, incluso, que las propias ventas. Es decir, afirma con rotundidad que lo importante es transmitir a los clientes que un móvil de 200 euros tiene los valores y la calidad que uno de 700. En este sentido, afirma que en España el gasto medio no supera los 300 euros, y eso deja claras las preferencias de los consumidores.
Para apuntalar todo esto, es decir, que la erótica de vender móviles se ha acabado, la directora de marketing de Sony España en área móvil, ha asegurado que su compañía sí está centrada en la gama alta. Y no solo eso, también en las innovaciones centradas en el internet de las cosas. Con este mensaje sobre la mesa, las afirmaciones de los demás y el estado de Sony a nivel móvil, lo que parece claro es que la compañía de origen japonés tiene objetivos más allá del segmento móvil.
La polémica sobre Bruselas y Android
Aunque fuese la casa de Google y la habitación de Android, tocaba hablar de la polémica sobre Bruselas y la denuncia de abuso de posición en el mercado de los sistemas operativos. Aquí, lógicamente, y pese al mayo lluvioso de Madrid, nadie quiso mojarse más de la cuenta.
El cofundador de BQ aseguró que compañías como la suya no existirían de no ser por Android. Además, deja muy claro que lo usan porque quieren. Y sobre la polémica en cuestión, desde LG afirman que no les consta nada de lo que denuncia la Comisión Europea, sobre los acuerdos con fabricantes y la financiación a cambio de preinstalar apps, y que, en todo caso, les extraña mucho que se hayan dado esas situaciones.
Por su parte, Rubén Pérez, de HTC, asegura que todo esto es “intentar poner puertas al campo”. Y no solo eso. Alude a que algunos fabricantes han intentado sacar por su cuenta sistemas operativos y el resultado no ha sido muy bueno.
Un futuro para todo ¿y sin smartphones?
Araceli de la Fuente, de LG, asegura que habrá espacio para todos y, además, en todas las áreas de negocio. En este sentido, el cofundador de BQ no es tan optimista, al menos por el momento, ya que entiende que ahora mismo hay problemas sin resolver en el segmento wearable. Por ejemplo la autonomía de estos dispositivos, que por el momento lo ve como una carencia. De este modo, cree que los smartphones seguirán siendo imprescindibles.
Ahora bien, lo que no queda claro es si habrá que pagar 700 euros o tendremos nuestras necesidades cubiertas con un terminal.