El “documento programático común” pactado entre Podemos e Izquierda Unida (IU) para defenderlo ante las próximas elecciones generales no incluye las propuestas más escoradas con las que Alberto Garzón se presentó en diciembre. La apuesta por la República como modelo de Estado, por nacionalizar empresas estratégicas o por abandonar la OTAN han quedado aparcadas en un documento que incluye “50 pasos para gobernar juntos” y que, tal y como remarcan los partidos aludidos, no sustituye a sus respectivos programas.
Podemos e IU acudirán el 26-J con los mismos textos que presentaron en diciembre, si bien articulan esta propuesta conjunta para “comunicar a la sociedad española los principales espacios de intersección” entre sus idearios, así como “las principales líneas de actuación” que tendría el Ejecutivo que aspiran a conformar tras los comicios.
Garzón aparca sus medidas más radicales: salida de la OTAN, nacionalizaciones y República
El documento ha sido difundido en la tarde del martes, después de que se conociera la distribución concreta de los puestos en las listas y de que se iniciaran las consultas a las bases para que refrenden el preacuerdo de la coalición. Se divide en cinco bloques -democracia económica, democracia social, democracia política, democracia ambiental y democracia europea e internacional- formados por una cincuentena de propuestas concretas.
En el plano económico, se proponen desarrollar un “plan nacional de transición energética” para modernizar la economía y reducir el consumo global de energía. Estaría acompañado de “una reforma en profundidad del sistema eléctrico”. Además, se apuesta por negociar con Bruselas una nueva senda de reducción del déficit -algo que ya reclaman todos los partidos-, aumentar el gasto en educación y sanidad, implementar un plan de lucha contra el fraude o aprobar una reforma fiscal progresiva.
Esta última incluiría la “eliminación de las deducciones más regresivas”, instaurar un tipo efectivo mínimo del 15% para las grandes empresas, desarrollar un impuesto sobre Transacciones Financieras, “recuperar y reforzar los impuestos sobre la riqueza, sucesiones y donaciones (modificándose además el mínimo exento en el Impuesto de Patrimonio) e instaurar un “Impuesto de Solidaridad a las entidades financieras privadas con carácter extraordinario, con el fin de recuperar parte de las ayudas públicas recibidas por el sector”. También se reformaría el IVA ampliando el grupo de productos afectados por el tipo superreducido (4%) y reducido (10%).
El bloque económico contempla asimismo un “nuevo marco de relaciones laborales y lucha contra la precariedad” que suba el salario mínimo hasta los 900 euros mensuales en 2019 y la puesta en marcha de “una potente y eficaz banca pública a partir de las entidades ya nacionalizadas Bankia y Banco Mare Nostrum, que no serán privatizadas, y del ICO”.
Renta garantizada de 600€
En el paquete de medidas sociales, se incluye la renta garantizada para “todos los ingresos por debajo del umbral de la pobreza monetaria”. Tendría una cuantía inicial de 600 euros al mes, aumentando un 35% para los hogares con un segundo miembro y otro 20% por cada miembro adicional hasta un máximo de 1290 euros. También se garantizaría el suministro eléctrico y de agua, se paralizarían los desahucios “por motivos económicos probados”, se derogaría la LOMCE y se garantizaría el “acceso universal a la tarjeta sanitaria, también para los inmigrantes”.
El programa incluye una revisión de las pensiones para aumentar su poder adquisitivo, aumentar las partidas de Dependencia, igualar el permiso de paternidad con el de maternidad y un pacto de Estado por la infancia que, entre otras cosas, incrementaría “las cuantías y la cobertura de la prestación económica por hijo a cargo de la Seguridad Social (de los actuales 291 hasta 1.200 euros al año)”.
La coalición plantea un «proceso de cambio constitucional» para revisar aspectos centrales de la Carta Magna
Podemos e IU, que aspiran a lograr 85 escaños el 26-J, proponen también once medidas en materia de regeneración política, entre ellas un plan de lucha contra la corrupción que prohíba en la Constitución las puertas giratorias, la reforma electoral, la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la apuesta por el municipalismo o el derecho a decidir. En este punto, se cita el “reconocimiento constitucional de la naturaleza plurinacional de España” e incluir en la Carta Magna el derecho de las comunidades autónomas a realizar consultas “sobre el encaje territorial del país”. Sobre Cataluña, se apuesta por convocar un referéndum sobre la independencia “al amparo del artículo 92” de la Constitución.
Además de los cambios ya citados en la norma fundamental, la coalición pide abrir “un proceso de cambio constitucional” que se iniciaría con un referéndum consultivo. A partir de ahí, se abordarían modificaciones en los marcos “económico, social, político, territorial e institucional definidos en el texto de 1978”.
En el apartado democracia ambiental, se menciona la lucha contra el cambio climático, una Ley de Aguas para garantizar “como un derecho fundamental” el acceso a este bien, un Plan de Rescate Ecológico o políticas de “bienestar animal” que impulsen la eliminación de las “declaraciones de Bien de Interés Cultural o Bien de Interés Turístico para todo espectáculo donde se maltraten animales”.
El último bloque es el de política internacional, donde Podemos e IU proponen una “reforma de la gobernanza económica en la UE”, se oponen al TTIP y piden “impulsar una Conferencia Europea de Deuda” que la reestructure. También se comprometen a facilitar el retorno de emigrantes o a promover “el reconocimiento del Estado Palestino por parte de España y de la Unión Europea”.
Listas cerradas
También este martes se ha difundido la composición concreta que tendrán las listas de la coalición. A IU le corresponderá designar 13 puestos, de los cuales ocho son teóricamente de salida y solo tres se corresponden con la primera plaza de una candidatura. Ciudad Real, Teruel y Palencia serán las provincias donde la alianza de izquierdas esté liderada por un compañero de filas de Garzón.
La primera de esas circunscripciones valdrá un acta con toda seguridad, puesto que Podemos ya se quedó muy cerca de lograrlo en solitario el 20-D. Su cabeza de lista entonces, Juan Pablo Wert -hermano del exministro de Educación del PP-, ha renunciado a presentarse, facilitando la plaza a Juana Caro. En Teruel, Daniel Palomo será número uno, pero tendrá que dimitir a los dos años para dejar paso a la número dos, la miembro de Podemos María Galindo. Es la misma fórmula salomónica que se adopta en Zaragoza, en sentido inverso -la número dos, de Podemos, Esmeralda Gómez, será relevada en 2018 por una militante de IU, Rosa Magallón-.
IU solo liderará tres listas al Congreso, por las provincias de Ciudad Real, Palencia y Teruel
En Palencia será muy difícil que Rocío Blanco (IU) se haga con un escaño, pese a liderar la lista. Sí son puestos seguros los de Garzón -quinto por Madrid-, Sol Sánchez -novena en esa misma plancha-, Miguel Ángel Bustamante -tercero en Sevilla- y Francisco Javier Guzmán -segundo por Málaga-. Y es muy probable que entre en el Congreso el segundo por Álava, Carlos Tejerizo, algo que también podrían lograr Antonia Parro -segunda por Córdoba- y Enrique Santiago -once por Madrid-.
El resto de designados por IU necesitaría casi de un milagro para conseguir acta parlamentaria. Gemma Espinosa -tercera por Cádiz- y Manuel González -tercero por Asturias- concurren con escasas opciones de éxito. Además, serán de IU cinco candidatos a senador -por Madrid, Lanzarote, Murcia, Navarra y Andalucía-, grupo que aumentaría con un asturiano si en esa provincia el número tres, como parece, no logra escaño en el Congreso.