El nombre de Manolo Monereo probablemente no diga nada a una mayoría de españoles. Este hombre de 66 años, natural de Jaén y afincado en Madrid, joyero de profesión y jurista y politólogo de formación, ha sido elegido por Pablo Iglesias para encabezar la candidatura de Unidos Podemos en Córdoba, plaza que le garantiza un escaño en el Congreso. Desconocido para el gran público, Monereo fue uno de los pilares de la IU de Julio Anguita y el gran referente político e intelectual de Iglesias, que en alguna ocasión lo ha reconocido como tal.
“Es uno de mis padres políticos. Una máquina de pensar, de sentir y de querer. Un hombre al que admiro y con el que aprendí a pensar políticamente”. Con estas palabras lo definía el líder de Podemos el otoño pasado, al entrevistarlo en su programa Otra vuelta de tuerka. Allí, Monereo repasó su infancia y juventud, cómo creció en la “tensión” de un entorno formado por un padre “socialista” y una madre “franquista” y lo mucho que le costó “ser comunista”. Enrolarse en las filas del PCE, con 16-18 años, fue para él “una ruptura antropológica”.
El fichaje de Podemos-IU para Córdoba fue instructor del líder morado en las Juventudes del PCE
Su visión crítica del “tacticismo ciego de Carrillo” en la Transición le llevó a ser expulsado del partido a finales de los 70, aunque luego sería uno de los puntales en la dirección de Anguita. Esa etapa se solaparía en su último tramo con la entrada en contacto con el joven Iglesias, en quien influiría de modo decisivo. La biografía política del líder de Podemos publicada en 2015 por Iván Gil lo recoge al detalle: “Fue su primer instructor político y padre intelectual en las Juventudes Comunistas. Sorprendido por las dotes retóricas del joven, así como por su avanzado conocimiento sobre las obras de Marx y, principalmente, de Lenin, en un momento en el que las Juventudes Comunistas debatían abandonar el eurocomunismo para abrazar sin ambages las tesis leninistas, Monereo convirtió a Pablo Iglesias en uno de sus mejores pupilos”.
Esa relación derivó enseguida en amistad y adhesión inquebrantable. “Pronto se convirtió en su consejero y amigo, abriéndole las puertas de su casa e invitándolo a participar en las interminables tertulias políticas que allí tenían lugar”. Por ese hogar, continúa el libro, “pasaron una buena parte de los cabecillas de IU, así como intelectuales marxistas o dirigentes de partidos comunistas extranjeros con los que Pablo Iglesias entabló relación desde una pronta edad y de los que absorbió buena parte de la política que hoy día maneja. Julio Anguita era uno de los más habituales”.
Anguita: «Es el año 77»
Anguita ha sido el otro gran fichaje de Iglesias para esta precampaña. Hace solo unos días, durante un mitin en Córdoba, el exlíder de IU aparecía por sorpresa y provocaba las lágrimas del candidato de Podemos. “Es el año 77, Pablo” le susurró al oído mientras se fundían en un abrazo.
Iglesias asistió en casa de Monereo a «algunas de las conversaciones políticas más interesantes de mi vida»
La implicación de Anguita y Monereo escenifican la total sintonía con el proyecto de Iglesias de esa antigua IU que en su momento soñó con destronar al PSOE de González. Monereo formó parte de la dirección de la federación hasta el verano pasado, cuando la abandonó después de años luchando por una renovación muy en la línea de la que reclamaba el grupo que en 2014 se escindiría para lanzar Podemos.
Aunque él se mantendría entre dos tierras y abogando siempre por la confluencia, en diciembre asistió al multitudinario mitin de la formación morada en la Caja Mágica, uno de los momentos de la campaña. Iglesias se bajó del escenario para abrazar a un Monereo que luego resaltaría en Infolibre que seguía en el mismo sitio, tendiendo puentes entre Podemos e IU, porque “lo que la izquierda necesita es pontoneros y no dinamiteros”.
La coalición Unidos Podemos supone cerrar un círculo y anima a este veterano dirigente comunista a volver a la primera línea. Todo gracias al éxito de su pupilo, que en su casa compartió “algunas de las conversaciones políticas más interesantes de mi vida”. Iglesias no solo forjó su pensamiento bajo esa tutela, sino que también recurrió a Monereo para elaborar su tesis doctoral y se mantuvo en continuo contacto con él tras crear su partido. Hasta el punto de que fue uno de los que le ayudó a confeccionar el documento Un país para la gente, donde Podemos desarrolló su propuesta al PSOE y el resto de fuerzas de izquierda para gobernar en coalición.
Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, Monereo se decía en Otra vuelta de tuerka “profundamente prorruso”, después de haber sido en sus tiempos “muy prosoviético, muy prosoviético” y consideraba “un hermano” a Txomin Ziloaga, uno de los impulsores de Herri Batasuna. El exdirigente de IU mantiene sus críticas a la Transición, donde cree que el PCE “legitimó lo que fue una reforma del propio régimen” franquista, algo que a su juicio explica su posterior retroceso electoral.
En la obra de Iván Gil antes citada, se recuerda que este hombre fue también uno de los que trabajó “bajo el paraguas de la fundación CEPS”, junto a muchos de los actuales dirigentes de Podemos, asesorando a gobiernos de América Latina. “Revolucionario y defensor de las tesis sobre la emancipación social y el internacionalismo, su última obra, Por Europa y contra el sistema euro, sintetiza una buena parte de su pensamiento y sus ansias por traducir al castellano la experiencia latinoamericana”.
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Imagen: Flickr de Alfredo Ay Menon