La patronal de las navieras se queja de que los descuentos actuales en los viajes a la Canarias y Baleares ya favorecen de manera clara al avión, y alerta de que el precio fijo de 30 euros para billetes en vuelos interislas que Fomento respalda abre una nueva vía para discriminar al transporte marítimo.
Los cambios que se avecinan en las ayudas públicas en los vuelos interinsulares en Canarias y Baleares empiezan a levantar ampollas. El Gobierno central finalmente se ha plegado a las solicitudes de los Ejecutivos balear y canario, y ahora apoya su pretensión de aplicar una tarifa plana de 30 euros a todos los vuelos interislas para los residentes en ambos archipiélagos. Y, de hecho, el Ministerio de Fomento se dispone a trasladar la iniciativa a la Comisión Europa para recabar el necesario apoyo comunitario.
Y si ya algunas aerolíneas venían mostrando sus dudas sobre los efectos de aplicar ese precio fijo subvencionado con dinero público, ahora son las navieras las que se rebelan contra una medida que ven discriminatoria y que, según denuncian, sólo servirá para favorecer aún más al transporte aéreo en detrimento del marítimo.
La patronal de las navieras alerta de que la aplicación de los actuales descuentos –con subvenciones a los ciudadanos residentes del 50% del precio de los billetes de avión y barco- ya es discriminatoria para el transporte marítimo, y que la nueva tarifa plana para vuelos entre las islas amenaza con empeorar su situación.
Frente a la tarifa plana, ‘subvención plana’ para todos
“Probablemente lo más justo no sería una tarifa plana, sino una subvención plana: que el ciudadano recibiese un importe fijo por viaje interinsular, que pudiese emplear en aquel modo de transporte, compañía y acomodación que considerase más adecuada a sus necesidades en cada momento”, sostienen desde la Asociación de Navieros Españoles (Anave).
“En algún caso se elegiría el modo más rápido, en otro el más barato, en otro el que permitiese transportar un coche…, siempre según la necesidad o la preferencia personal de cada ciudadano y no porque el propio sistema de subvención sesgue dichas preferencias en uno u otro sentido”, subraya la asociación.
La patronal de las navieras españolas –en la que se integran una cuarentena de compañías, entre ellas Trasmediterránea, Baleària, Boluda o Suardiaz– reclama estar presente en las negociaciones que entablarán para la aplicación de la tarifa plana aérea los gobiernos central y autonómicos con la Unión Europea. Su objetivo, “impedir que se introduzcan nuevos elementos, como una tarifa plana únicamente para el transporte aéreo, que distorsionen aún más la competencia en contra del transporte marítimo”.
Y, por el contrario, las compañías de transporte marítimo avisan a las administraciones de que, en caso de reformar el actual sistema de ayudas –los vuelos interislas están sujetos ahora al descuento del 50% como cualquier otra conexión nacional para los residentes de los archipiélagos-, se haga para “eliminar todos los elementos que perjudican al transporte marítimo y a sus usuarios” y para establecer “un mecanismo más justo, social, equilibrado y sostenible”.
Discriminación del barco
El sector del transporte por mar lleva tiempo denunciando el agravio comparativo a favor del avión que supone el actual sistema de ayudas a los residentes. La actual subvención consiste en un descuento del 50% del precio del billete, así que cuanto mayor es el importe mayor es la ayuda. Y como los precios del avión son más altos, la subvención que recibe, también.
Según los cálculos de la patronal naviera, el precio de los vuelos es entre tres y cuatro veces más caro que los billetes del barco. La ayuda media fue el año pasado de 17 euros por pasajero en el caso del transporte marítimo y de 41 euros por billete de avión, que se eleva hasta los 71 euros de media al permitirse aplicar descuento a los vuelos con escala).
Los Presupuestos Generales del Estado de 2016 recogen una partida para financiar las ayudas al transporte a los ciudadanos de territorios extrapeninsulares por importe de 449 millones de euros, de los que 354 millones (casi el 80% del total) estaría destinado específicamente a pagar las ayudas del transporte aéreo.
En paralelo, las navieras se quejan de que el sistema de ayudas desde hace unos años sólo se aplica al billete de los pasajeros y deja fuera de los descuentos los importes pagados por transportar el vehículo en el barco, que es un atractivo básico para elegir el transporte marítimo para muchos. Un cambio que lo que ha provocado, según las compañías, es una “distorsión de la competencia” aún mayor a favor el avión.
IMAGEN: Baleària.