Bankia ha anunciado que 135.000 afectados por su salida a bolsa se han acogido al programa que puso en marcha hace 3 meses, por el que la entidad se comprometió a devolver la inversión a los accionistas más un 1% adicional. Todo ello a cambio de que renunciaran a su derecho a plantar cara al banco en los tribunales, donde los jueces estaban dando la razón a más del 90% de los afectados.
El balance de devoluciones se completa con unos 55.000 casos en los que Bankia ha sido obligada por la Justicia a devolver la inversión a los accionistas, de manera que el total de afectados compensados asciende a 190.000 personas, según un comunicado remitido por la entidad.
30.000 accionistas han decidido mantener sus litigios con la entidad en los tribunales
Fuera de este cómputo se quedan alrededor de 30.000 accionistas, que han decidido mantener sus litigios con la entidad en los tribunales, ya que el plazo para acogerse a la devolución “amistosa” de Bankia ha finalizado esta semana.
Los 30.000 que seguirán pleiteado suponen un 12% sobre el total de aproximadamente 250.000 inversores que acudieron a la salida a bolsa; 135.000 han admitido la devolución de Bankia, 55.000 recibieron resoluciones judiciales, 30.000 están pendientes de fallo judicial y otros 30.000 o bien no reclamaron o bien vendieron sus acciones, algunos de ellos con fuertes plusvalías.
Por lo tanto, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha tenido un éxito considerable en su lucha contra los bufetes de abogados que se han especializado en causas contra la entidad, firmas que llamaron a mantener la pelea en los tribunales. Aunque 30.000 casos permanecerán a la espera de las decisiones de los jueces, 135.000 afectados han tomado la vía fácil planteada por el banco.
En total, la entidad ha devuelto ya 1.200 millones de euros, mientras que en las causas pendientes el importe reclamado asciende a 400 millones. Una suma que queda por debajo de los 1.840 millones de euros provisionados por Bankia en 2015 y 2014 para hacer frente a las compensaciones por la salida a bolsa.
Así pues, a Bankia todavía le quedaría por pagar un pellizco de 400 millones de euros, lo que supone un 21,56% de los 1.855 millones que se colocaron en títulos del banco en el tramo para accionistas minoritarios. El 21% del importe en manos del 12% de los accionistas; unos pocos tienen mucho dinero en juego.
Cargados de razones
Las reclamaciones de los accionistas contra la entidad han sido tradicionalmente respaldadas por los tribunales. Pese a los recursos de Bankia, los jueces han señalado que la información que constaba en el folleto informativo no reflejaba la verdadera situación económica del banco.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha citado a declarar como investigados a la auditora Deloitte y a uno de sus socios, Fernando Celma
El actual equipo gestor, aunque no diseñó la salida a bolsa del banco, cree que la salida a bolsa fue “reglada” y “normada”, en palabras del actual consejero delegado, José Sevilla. Un criterio que no han compartido en absoluto los magistrados que han fallado en todas las causas que se han escrutado.
De hecho, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha vuelto a citar a declarar a la auditora Deloitte y a uno de sus socios, Fernando Celma, responsable último del informe de salida a bolsa de Bankia. La diferencia es que Celma declaró en 2013 en calidad de testigo, mientras que ahora será investigado por su participación en la elaboración del folleto informativo previo a la operación pública de suscripción (OPS) de acciones.
Fuentes de la consultora han reiterado el mensaje oficial: que “el trabajo se hizo correctamente” en la salida a bolsa en Bankia.
Tanto el socio como el representante legal de Deloitte tendrán que comparecer el próximo 20 de junio a las 9:00 horas en la Audiencia, tras la admisión de las exigencias del movimiento popular 15MpaRato y de la Confederación Intersindical de Cajas (CIC).
La acusación popular considera que ni el informe para el debut bursátil ni la auditoría de Bankia, ambas tareas a cargo de Deloitte en 2011, eran fiables. Una opinión que comparten los dos peritos judiciales del Banco de España Antonio Busquets y Víctor Noguera, quienes han ratificado que el folleto de salida a bolsa fue «fraudulento».