El fútbol es una máquina de generar dinero. Pero también lo destruye con la misma facilidad. Los clubes siguen endeudados con todo el mundo. Por ejemplo, los equipos de La Liga deben 328 millones a Hacienda, según el “Informe Económico del Fútbol Profesional 2015”, elaborado por la propia liga. Y, en conjunto, el fútbol profesional en España debe 2.675 millones de euros.
Resulta ilógico, pero la cuestión es simple. El fútbol genera grandes ingresos con los derechos audiovisuales, la publicidad, el merchandising o la venta de entradas, pero estos no son suficientes para que los clubes profesionales afronten todos sus gastos.
Ante esa tesitura se han visto abocados a recurrir a fuentes de financiación como los préstamos bancarios, los fondos de inversión, las titulaciones o, incluso, algunos clubes se han planteado su salida a bolsa. Aunque nada de eso ha dado resultado.
Todo esto se ha visto agravado por la prohibición de los fondos de inversión en el fútbol por parte de la FIFA, la inestabilidad de la economía y la crisis del sistema financiero tradicional para conseguir dinero. Ahora bien, ¿hay alguna posibilidad de financiación alternativa? ¿Están preparadas las nuevas startups listas para dar respuesta a estas demandas de crédito?
Según Gonzalo Mateo-Sagasta, director general de Excelend, una plataforma de financiación entre particulares, cree que en estos momentos sí pueden existir vías de financiación al margen de los canales tradicionales. “Las plataformas de financiación participativa que se basan en el crowdlending, se presentan como una opción real para que los clubes de fútbol puedan financiarse al margen del sistema tradicional”, señala Mateo-Sagasta.
Desde la compañía exponen las bondades que puede tener la financiación alternativa que, según Excelend, no solo supone la entrada de un nuevo tipo de inversor en el mundo del fútbol, que tradicionalmente no ha tenido acceso a este mercado, sino que además se presenta como una solución que contribuye a reducir la elevada deuda de los clubes de fútbol y a que estos sean rentables. “Las plataformas de financiación alternativa estudian cada petición de crédito y solo aprueban los proyectos que sean solventes. Además, establecen un rating para que el inversor conozca los riesgos de cada proyecto y pueda elegir el que más le interesa para invertir sus ahorros”, explica Gonzalo Mateo-Sagasta.
¿Es una buena opción a la financiación tradicional?
Quizá las vías tradicionales de financiación estén agotadas, pero las dudas que pueden surgir sobre las nuevas plataformas y startups son lógicas. Por el momento no hay ningún equipo que haya utilizado de manera masiva estos métodos, por lo tanto debe ser puesto en cautela. Además, el hecho de que los marcos regulatorios todavía se estén formando, puede causar cierta desconfianza.
No obstante, parece evidente que hay que estudiar nuevas alternativas. Hasta hace poco, la fuente de financiación más utilizada por los clubes de fútbol en España era el crédito bancario. Hasta que llegó la crisis y los bancos dejaron de dar crédito. A partir de ese momento, muchos de esos equipos no han sido capaces de devolver sus préstamos, lo que les ha llevado a unos niveles de deuda muy elevados.
Luego llegaron los fondos de inversión, que los clubes vieron como una solución para seguir financiándose durante la crisis y una oportunidad para seguir invirtiendo en fichajes de jugadores, a pesar del ahogo por las deudas. Hasta que en mayo de 2015, la FIFA prohibió la financiación de jugadores a través de estos fondos, por ir en contra del fair play financiero y poner en peligro la estabilidad presupuestaria de los clubes.
Ante esta situación, desde Excelend es donde ven el negocio para las nuevas startups. Creen que el problema con los fondos de inversión en el fútbol es que acaban financiando a muchos clubes que no son solventes. De manera que, los equipos invierten por encima de sus posibilidades y terminan aumentando su deuda, aseguran desde la compañía.
Sea como sea, pese a que la deuda la han reducido según el “Informe Económico del Fútbol Profesional 2015”, todavía hay mucho que financiar. ¿Apostarán los equipos por los nuevos métodos?