El debate del momento en el entorno bancario tiene que ver con las fintech. Es decir, las startups de base tecnológica dedicadas a ofrecer servicios financieros de forma digital. Cualquier foro o encuentro público se basa en esa lucha de poder entre las fintech y la banca tradicional. Aunque para muchos expertos, los verdaderos ‘enemigos’ de los bancos no son estas nuevas compañías.
En SABEMOS se analizó por qué las entidades financieras tradicionales y las fintech no son enemigos. Muchos puntos en común e, incluso, una relación comercial, provoca que simplemente sean actores dentro del mismo sector. Sin embargo, algunas voces sí han señalado los posibles (verdaderos) enemigos de la banca.
En concreto, el profesor del IESE School Luis Martín Cabiedes, ha expresado en un encuentro con la prensa que la adaptación de los medios de pagos a la tecnología tiene que venir «de la mano de los grandes» y si bien no ve que las empresas emergentes puedan suponer una competencia para los bancos, sí plantea que la pugna por la captación de clientes se dé entre las entidades y empresas como Apple, Google o Samsung.
«Google, Apple o Samsung pueden iniciar una batalla frontal contra la banca porque conocen más sobre el usuario y tienen más afinidad de marca». Estos son los verdaderos enemigos, quienes de verdad deben poner en cuarentena la actividad de la banca tradicional, sobre todo por lo que indica el profesor e inversor Cabiedes, saben más que nadie de los usuarios, de sus usuarios. Esa batalla la tienen ganada.
Cómo evoluciona el sector
Todo el mundo descuenta que el sector financiero se transformará a imagen y semejanza de las fintech. ¿Pero eso cuándo se producirá? Según Martín Cabiedes tardará entre cinco y diez años en asentarse y generalizar su uso entre la sociedad.
No obstante, pese a esta proyección tan a largo plazo, al menos teniendo en cuenta cómo se mueve de rápido la sociedad, el profesor considera que las finanzas son «un sector perfecto para atacar en Internet porque se basa en bits e información».
Asimismo, recomienda a las empresas emergentes que no entren en medios de pagos, por tratarse de un campo en el que se requiere «una capilaridad brutal», y se decanta por otras opciones como la gestión de activos.
También hay tiempo para los augurios más pesimistas. Así, Cabiedes sostiene que España y los recursos humanos del país están preparados para innovar, pero cree que «estadísticamente, tienen más posibilidades Estados Unidos y la India, porque hay más gente».