El partido de Albert Rivera, que no pisará tierras vascas en toda la campaña, sólo aspira a obtener representación en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Junta General de Álava. En Guipúzcoa apenas llega al 2% de respaldo electoral y en Vizcaya se ha de conformar con el 3,2%.
“La verdadera implantación llega por los municipios y por las comunidades. Ciudadanos aspira a ser la tercera fuerza municipal de España”. Esta convicción de Albert Rivera, expresada ayer en entrevista con ‘El Mundo’, está todavía muy lejos de verse materializada en el País Vasco, región donde el emergente partido naranja está encontrando muchas dificultades para consolidarse. De hecho, según las encuestas sólo tiene opciones de entrar en el Ayuntamiento de Vitoria y en las Juntas Generales de Álava tras las elecciones del domingo.
Y es que la comunidad autónoma vasca presenta un panorama sociopolítico sensiblemente distinto al del resto de España, añadiendo al tradicional eje izquierda/derecha la lógica constitucionalismo/anticonstitucionalismo en su plural sistema de partidos. Lo mismo ocurre en Cataluña, donde sin embargo Ciudadanos juega con ventaja porque nació y creció precisamente como respuesta a la deriva independentista de CiU y ERC. A partir de ahí, ha venido la expansión por el resto del país, capitalizando la crisis de un bipartidismo que en el País Vasco nunca fue hegemónico.
Ninguno de los 22 actos electorales de Rivera, que visitará nueve regiones en total, será en el País Vasco
Por ello, el proyecto de Rivera está varado en esa región, donde los sondeos preelectorales sitúan a su partido poco menos que en la marginalidad política. El líder de Ciudadanos ni siquiera ha luchado por cambiar la tendencia en campaña, excluyendo a las provincias vascas de su gira electoral. Rivera fijó 22 actos en nueve comunidades y 13 provincias distintas, todos ellos fuera del País Vasco. El hecho de que esta región no celebre ahora autonómicas no es excusa, toda vez que se han priorizado territorios, como Andalucía o Cataluña, que tampoco renuevan sus parlamentos el domingo.
Sí visitó ayer Bilbao Inés Arrimadas, diputada catalana que se ha convertido en el gran valor en alza de Ciudadanos. Arrimadas participó en la mesa informativa que el partido montó en las inmediaciones del museo Guggenheim, junto a sus candidatos a la alcaldía y a las Juntas Generales de Vizcaya, David Pasarín y Santiago Sainz, que trabajan en condiciones de lo más adversas.
La última encuesta –de la compañía Ikerfel, publicada el domingo en ‘El Correo’ y ‘El Diario Vasco’-, deja en muy mal lugar a ambos. Ciudadanos quedaría fuera del Ayuntamiento bilbaíno, cosechando un exiguo 4,3% de respaldo electoral que sólo serviría para menoscabar al PP, que se quedaría con la mitad de sus seis concejales. El PNV, vencedor de todas las municipales en Bilbao desde 1979, seguiría siendo hegemónico y rozaría la mayoría absoluta.
Podemos sí logra un hueco importante
A nivel provincial, la situación es aún peor. Sainz tendría que conformarse con el 3,2% de los votos, resultado del todo insuficiente para entrar en la institución foral. De nuevo, el PNV sería el gran dominador, al adjudicarse 21 apoderados de los 51 a repartir, siempre según la mencionada encuesta. Bildu se llevaría 11; Podemos, ocho; el PSE, siete; y el PP, cuatro. El partido de Pablo Iglesias, presente con su propia marca en las elecciones a las Juntas Generales, sí ha logrado hacerse un hueco importante en el País Vasco, rondando el 12-14% de los votos en las tres provincias.
Tímidamente mejores son los números del partido de Rivera en las otras dos capitales vascas, mucho menos pobladas que Bilbao. En San Sebastián, Ciudadanos obtendría un 5,2% de los votos, manteniendo la esperanza de lograr una concejalía. Ese botín sí parece tenerlo atado en Vitoria, gracias a la atomización que sufrirá un consistorio que va camino de albergar ediles de hasta siete partidos distintos después del 24-M. El 5,3% que el estudio asigna a los de Rivera mejora en dos puntos el del CIS, que unos días antes les dejaba sin posibilidad de entrar en el ayuntamiento vitoriano, y se traduciría en un acta municipal.
Ciudadanos entraría en la Junta de Álava pero se quedaría fuera en Vizcaya y Guipúzcoa
En consonancia con ello, Ciudadanos acaricia también la posibilidad de entrar en las Juntas Generales de Álava, único territorio vasco que le da buenas nuevas a la formación naranja. Según el sondeo, está en condiciones de llevarse 3 de los 51 escaños -6,3% de los votos- de la institución, donde el PNV arrebataría al PP la preeminencia.
En Guipúzcoa, sin embargo, el horizonte es de lo más gris para Rivera. Apenas un residual 2% de los votos lograrían en los comicios provinciales, donde la otra formación emergente, Podemos, aprovecharía el desgaste de Bildu para adjudicarse siete junteros, los mismos que el PSE. La izquierda abertzale baja de 22 a 19, el PNV sube de 14 a 16 y el PP pierde dos de los cuatro que ostenta.
Ciudadanos sí confía en obtener un concejal finalmente en municipios importantes como Getxo o Irún, donde ha logrado presentar listas electorales en tiempo récord. Buena parte de la militancia le ha llegado, como en otros puntos de España, procedente de las filas de UPyD, partido con buena implantación en el País Vasco hasta hace poco.
Los guarismos de Rivera en esta región -donde tampoco le ayuda su postura favorable a eliminar el régimen fiscal especial- contrastan con los del resto del país. Las encuestas, cada vez más favorables a sus intereses, le vaticinan escaños en todas las autonomías a partir del domingo, teniendo la llave de la gobernabilidad en la mayoría de ellas. Para alcanzar ese estatus en el País Vasco, sin embargo, parece que tendrá que esperar todavía un tiempo.