La bajada del impuesto de la renta aprobada por el Gobierno para 2015 supondrá una divergencia en las nóminas de los contribuyentes de las CCAA en las que no se ha rebajado también el tramo autonómico. El motivo: las empresas aplican retenciones por igual a ambos tramos, y «las están rebajando de más», según fuentes de la Agencia Tributaria.
La falta de coordinación tributaria entre las administraciones central y autonómicas a raíz de la bajada del IRPF decretada por el Gobierno en 2014 podría salirle caro a cientos de miles de contribuyentes; o al menos, una sorpresa en la declaración de la renta de 2016. Según fuentes de la Agencia Tributaria, aquellas personas que estén dadas de alta en comunidades autónomas que no hayan rebajado los gravámenes en 2015 pueden encontrarse con declaraciones a pagar el año que viene.
El Gobierno anunció y aprobó el pasado año una rebaja de gravámenes y tramos en el impuesto de la renta para 2015 (que se sumará a una nueva bajada en 2016). En la mayoría de autonomías (organismos que gozan de libertad para fijar tipos en el 50% del impuesto) se rebajó también este impuesto. Sin embargo, en cuatro comunidades autónomas (Andalucía, Cataluña, Galicia y País Vasco) el IRPF ha permanecido inalterado; así, para los contribuyentes de estas regiones «las tarifas autonómicas no están adaptadas a la estatal», explican estas mismas fuentes.
El origen del problema, según indican, está en las retenciones que practican las empresas sobre las nóminas de los asalariados. Desde enero del presente ejercicio todos los asalariados hemos notado un incremento del salario neto (de una media de 30 euros) gracias a esta estrategia de Hacienda. Éstas nuevas retenciones [ver gráfico inferior] se aplican a todos por igual, y tanto en el tramo estatal como en el tramo autonómico. Pero «la mitad de lo que pasa con el IRPF no tiene que ver con el Estado, sino con la CCAA de cada contribuyente», insisten desde la Agencia Tributaria.
Esta disonancia entre retenciones y rebaja de impuestos es algo que solo ocurre donde no se haya reducido la tarifa del IRPF correspondiente a las CCAA. «Donde no se ha bajado el tramo de impuesto autonómico, las retenciones rebajadas han sido tanto en uno como en otro tramo por igual», explican estas mismas fuentes, por lo que se están reteniendo en nómina el doble de lo que se debería.
Un impuesto pensado para salir a devolver
A pesar de que en cada declaración de la renta, en función de las circunstancias, ingresos y gastos de cada contribuyente, el resultado puede salir a pagar o a devolver, por su diseño «el IRPF es un tributo para salir mayoritariamente a devolver», indican a SABEMOS fuentes tributarias. «Todos los años hay más gente a la que se le devuelve que de la que se ingresa», insiste.
Pero esta situación puede cambiar a partir de las bajadas de tarifas y retenciones del IRPF aprobadas por el Gobierno para este año electoral. Una de las claves de esta medida, segun apuntan desde el colectivo de inspectores de Hacienda, es que la mayoría de contribuyentes no será consciente de que se le estaba reteniendo de más por culpa de su gobierno autonómico hasta el año que viene, cuando haga la declaración referente a 2015. «Donde no se ha bajado el impuesto, el ajuste será en junio de 2016», anticipan.
Las cuatro comunidades autónomas que no han replicado la rebaja ideada por Cristóbal Montoro suponen algo menos de la mitad de la población, y de manera similar en el porcentaje de contribuyentes, por lo que potencialmente el alcance de estas revisiones.
¿Es esto grave? No demasiado si tenemos en cuenta que, con o sin retenciones, a cada persona le corresponde tributar en función de su renta y la base imponible que le sea aplicable. El hecho de que la declaración le salga a devolver o a ingresar solo le afectará a la liquidez y la disponibilidad de esos fondos en un momento o en otro. El alcance de estas disonancias, en cualquier caso, no podrá suponer un gran descalabro en la medida que se trata de una corrección en todo caso aplicable como mucho al 50% de las retenciones practicadas de más (unos 180 euros al año, de media y según las estimaciones del Gobierno).
Diferencias más agudas entre CCAA
Tal como muestra Jaume Viñas en un artículo publicado en Cinco Días, las diferencias entre lo que pagan los contribuyentes de una y otra comunidad autónoma se han agudizado a raíz de las últimas bajadas promovidas por el Gobierno y algunos ejecutivos autonómicos. Madrileños, aragoneses, castellanos y cántabros son los que gozan de un IRPF proporcionalmente más bajo; por contra, son andaluces, catalanes, valencianos y asturianos los que más pagan a Hacienda.
Las comunidades autónomas contaron con unos tres meses para decidir si replicaban o no en su tramo la rebaja de Montoro en el IRPF estatal. Finalmente, 13 de ellas optaron por abaratar este impuesto en víspera electoral. Su participación en una cierta igualdad, tal y como reconoció el propio Ministerio de Hacienda, era clave para que las estimaciones del Gobierno se materialicen (un 12,5% de baja media por contribuyente).
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