El PP y el PSOE compiten en casi todo, aunque en muchas ocasiones, como buenos representantes del bipartidismo, tienen actitudes similares. La competencia de ayer fue comprobar quién era capaz de llenar la plaza de toros en la que sus principales líderes celebraron sendos mítines. La similitud consistió en la apelación al voto útil y al del miedo para atraer a los electores indecisos, que tantos y tan determinantes van a ser en la cita con las urnas del próximo domingo. Tanto uno como otro se encargaron de restar méritos a los partidos emergentes con el argumento de que los únicos que pueden luchar por la victoria son ellos mismos.
Durante la penúltima jornada de la campaña electoral, tres palabras fueron las más pronunciadas por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez: utilidad, miedo y cambio. La utilidad, según Sánchez, es concentrar el voto en el PSOE, “pues es el único partido que puede arrebatar la victoria a los populares”, Para Rajoy, sin embargo, lo más útil es apoyar al PP, pues cada sufragio que no consiga su partido “será un voto perdido para el empleo”.
El líder socialista cree que el PP utiliza como único argumento en esta campaña electoral el discurso del miedo. Aunque lo que da miedo de verdad, según dijo, es que sigan en el poder Rajoy y sus “amiguitos del alma”, entre los que citó a Luis Bárcenas, Rodrigo Rato, Miguel Blesa, Jaume Matas y Ana Mato. Para Rajoy, en cambio, el terror sería que no gobernase el PP, que “por dos veces ha tenido que sacar a España del desastre que le dejaron en herencia los socialistas”. Se entiende que esas dos ocasiones fueron en 1996, con José María Aznar, y en 2011, con su llegada a La Moncloa.
El tercer término más utilizado por Rajoy y Sánchez fue el de “cambio”, que es precisamente el lema de Podemos durante esta campaña. Según el secretario general de los socialistas, el cambio seguro es el del PSOE. “porque seguro que con nosotros no se va a vender la sanidad pública, no se van a masificar las aulas de los colegios, no va a haber gobiernos de derechas y sí parlamentos de izquierdas». Rajoy, como era de esperar, no opina igual en materia de cambios. Para el presidente del Gobierno, la auténtica transmutación es la que ha protagonizado el PP, que logró –dijo- que España cambiará la tendencia de ver cómo se destruían 1.400 empleados al día a crear 1.200. “Ése es el verdadero cambio”, enfatizó el jefe del Ejecutivo.
Campaña sucia contra Rita Barberá
Lo que no se oyó en ninguno de los dos mítines fue la palabra corrupción. El PP en este ámbito lo tenía más difícil, pues Rajoy acudió a Valencia el mismo día en que se supo que la Fiscalía investigará facturas por valor de 278.000 euros que salpican a la propia regidora de la ciudad. Durante el acto electoral, Rita Barberá habló de «campaña sucia» contra ella.
Nada más comenzar el mitin, el presidente del Gobierno quiso orillar la denuncia de Compromis, dando un apoyo cerrado a la alcaldesa. Su argumento fue que los electores la quieren a ella y «no a los que acosan, insultan y mienten». «Rita, eres la mejor, eres la alcaldesa que merece Valencia», proclamó el jefe del Ejecutivo.
La competencia por poner el cartel de aforo completó la ganó de calle el PP al PSOE. Los populares lograron llenar la plaza de toros de Valencia, en una clara demostración de fuerza y músculo. El coso valenciano, lugar fetiche para el PP, fue ocupado por 14.000 simpatizantes y afiliados, aunque sin el fervor de ocasiones anteriores. Y es que el partido en la Comunidad Valenciana, aunque Alberto Fabra y el resto de líderes digan lo contario, está en horas bajas y con la posibilidad más que cierta de no formar gobierno, tras veinte años de nítidas mayorías absolutas.
El PSOE, por su parte, pinchó en Cáceres, al no conseguir llenar la plaza de toros. De un aforo de ocho mil asientos, los socialistas apenas contaron con la presencia de seis mil extremeños. Ni siquiera el discurso de Felipe González -reclutado a última hora y por sorpresa, ya que el ex presidente había declinado su participación en esta campaña-, sirvió para que los socialistas lograran su objetivo de llenar el coso. Como noticia, González comentó a los presentes que recientemente había sido operado para colocarle un marcapasos.