El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha entrado vitoreado a la sala en la que ha hecho balance de los resultados electorales. Como si hubiera ganado los comicios, Sánchez ha comparecido ante los suyos sonriente y liberado. Porque en cierta manera ha ganado: ha evitado el sorpasso, lo que ya es toda una victoria.
“El Partido Socialista ha vuelto a reafirmar su condición de partido hegemónico de la izquierda española”, ha subrayado, a lo que sus incondicionales han respondido con una ronda de aplausos y con gritos de “¡PSOE, PSOE, PSOE!”.
Ferraz era una fiesta. Aunque el Partido Socialista ha perdido 5 escaños, los socialistas han conseguido espantar el fantasma del sorpasso y superar a Unidos Podemos, con 85 escaños frente a los 71 de las candidaturas moradas. Sánchez ha conseguido minimizar el impacto de la unión de Izquierda Unida con Podemos y, pese a ceder butacas en el Congreso, ha salido reforzado de estas elecciones.
El líder socialista ha conseguido darle la vuelta a las encuestas, incluídos los sondeos a pie de urna, que vaticinaban un adelantamiento de Unidos Podemos al PSOE. Y el recado para el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no ha tardado en llegar.
Pedro Sánchez: «Espero que el señor Iglesias reflexione sobre estos resultados»
“Espero que el señor Iglesias reflexione sobre estos resultados. Tuvo la oportunidad de votar a un Gobierno progresista, liderado por el Partido Socialista. Tuvo en su mano poner fin al Gobierno de Mariano Rajoy que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora con sus recortes y sus políticas. Pero la intransigencia y el interés personal por encima del interés de la izquierda han provocado la mejora de los resultados electorales de la derecha”, ha afirmado, a lo que sus militantes han respondido con otra tanda de aplausos.
Sánchez ha comparecido con toda la Comisión Ejecutiva del PSOE detrás de él y ha llegado a su cita con los medios custodiado por el secretario de Organización del partido, César Luena, y por el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando.
El presidenciable y su guardia pretoriana salen reforzados tras una campaña en la que se han tenido que enfrentar a “dificultades extraordinarias” y a unos pronósticos de sorpasso que no se han materializado. El PSOE ha tenido que superar “augurios que insistentemente anunciaban un fuerte retroceso” del voto y una “pérdida de relevancia” de la histórica formación socialdemócrata, según Pedro Sánchez.
También ha tenido el candidato tiempo para recordar que, efectivamente, no han ganado las elecciones y que, de hecho, el Partido Popular ha mejorado los resultados del 20-D, con 137 diputados y alrededor del 33% de los votos. Sánchez ha explicado que no está satisfecho con el resultado y que quería ganar las elecciones. “No estoy satisfecho, pero con todo somos la primera fuerza política de la izquierda”, ha matizado para ser interrumpido de nuevo por los aplausos de sus correligionarios. El Partido Socialista, ha defendido, es “el partido de referencia para la izquierda”.
Además de reivindicarse como el portaestandarte del cambio, el líder socialista ha prometido que trabajará para solucionar el problema del paro y luchar contra la corrupción, y “por supuesto también reformar la Constitución Española”, ha concluido. Y así se ha despedido Sánchez, por supuesto entre aplausos y vítores.
Las cifras
Los resultados no son para el PSOE tan positivos como para montar una gran fiesta, a pesar de haber resistido el empuje de Unidos Podemos en las últimas encuestas.
El Partido Socialista no ha conseguido ser el partido más votado en ninguna de las comunidades autónomas. En todas se ha impuesto el Partido Popular, excepto en País Vasco y Cataluña, donde han ganado las candidaturas afines a Podemos, y en Navarra, donde populares y podemistas han empatado.
Es especialmente señalado el caso de Andalucía, el feudo más importante del PSOE, donde en esta ocasión la formación que más escaños se ha llevado ha sido el PP, con 23 butacas frente a las 20 de los socialistas. El granero de votos que le encumbró, tras obtener el respaldo de la líder regional Susana Díaz, no ha apoyado a Pedro Sánchez tanto como se podía prever.
Pero Ferraz tenía derecho a celebrar los 85 escaños obtenidos por su candidato. Aunque son 5 diputados menos que los del 20-D, los 5,14 millones de votos en estas elecciones le valen una cuota del 22,6% al PSOE frente al 22% que obtuvo en diciembre, cuando se hizo con 5,54 millones de sufragios.
El PSOE ha quedado por detrás del PP en Andalucía, con 20 diputados frente a 23 de los populares
El sorpasso de escaños se ha quedado lejos, muy lejos, pero tampoco ha habido adelantamiento en votos: las listas de Pablo Iglesias se han quedado con un 21,1% del total. Unidos Podemos sólo ha conseguido más escaños que el PSOE en 7 de las 52 provincias españolas. Eso sí, los dos partidos han empatado en número de escaños en varias circunscripciones.
Los bastiones de Podemos en los que el PSOE no ha conseguido empatar con la formación morada son Madrid, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra, Alicante, Valencia y Barcelona. En todos ellos los afines a Pablo Iglesias han obtenido más diputados que los acólitos de Pedro Sánchez.
En el caso de Madrid, en cuya capital gobierna la alcaldesa Manuela Carmena, el PSOE ha logrado un escaño más que en las elecciones de diciembre, de 6 a 7,mientras que Unidos Podemos ha pasado de los 10 que sumaban Podemos e Izquierda Unida el 20-D a 8 en el nuevo escenario. El nuevo escaño que ha ganado el PSOE es el de Eduardo Madina, rival de Sánchez en las primarias socialistas de 2014, quien en los comicios anteriores no logró un asiento en el Congreso.
En 11 de las 17 comunidades autónomas el PSOE ha mantenido los mismos escaños: Aragón (4), Cantabria (1) , Castilla-La Mancha (7), Castilla y León (9), Navarra (1), Galicia (6), Baleares (2), La Rioja (1), País Vasco (3), Asturias (2) y Murcia (2). En 4 regiones ha perdido 1 escaño con respecto al resultado anterior (Andalucía, Canarias, Cataluña y Extremadura), mientras que sólo ha ganado 1 escaño en Madrid. El escaño de Ceuta y el de Melilla se los ha llevado el PP, como en el 20-D.
En resumen, Pedro Sánchez ha resistido. Aunque no ha ganado las elecciones se ha apuntado una importante victoria, que apuntala su liderazgo en el PSOE y evita que se convierta en el secretario general más efímero del Partido Socialista desde la Transición. Le quedan 6 meses y 21 días al timón para superar a Alfredo Pérez Rubalcaba, y eso que le daban por sorpassado.