La cuarta economía del Euro, la española, sin cuya avenencia previa no se movía ni una mosca en la Comunidad Europea hasta el último tercio del mandato de J.L. Rodríguez Zapatero, cuando se produjo nuestro total derrumbe económico y financiero que nos puso en el borde mismo de la intervención de los llamados “hombres de negro” de Bruselas, no tendrá arte ni parte en la cumbre que, encabezada por Angela Merkel, reúne a alemanes, franceses e italianos para una primera evaluación de daños del Brexit.
De ahí deberán salir también las primeras ideas destinadas a levantarnos del tapiz. Las fuentes comunitarias consultadas opinan que “tampoco llegaremos a tiempo de aportar creatividad y defender nuestros intereses directos en los momentos siguientes. Ese tren ya se cogerá con retraso”.
Por lo pronto (ver alguna de las noticias de hoy que siguen a esta introducción), en el entramado de empresas interrelacionadas según sectores y participaciones de capital por inversores de diferentes nacionalidades se está desencadenando ya un caos de proporciones imposibles aún de devaluar.
“¿EN QUÉ PIENSAN LOS ESPAÑOLES?”
También sucede en las puramente británicas, pero eso no debe alegrarnos si tenemos en cuenta aquel viejo refrán español que afirma: “mal de muchos, consuelo de tontos”. Un corresponsal británico ironizaba ayer con este periódico diciendo que “esa es una filosofía muy mediterránea, en cuyo ámbito se promueven verdaderas catástrofes y nadie se responsabiliza de ellas, mientras que entre los anglosajones apostar y perder significa dimitir, y vea la cascada de renuncias que se está produciendo en mi país. «Por lo menos –matizó el mencionado corresponsal- en las Bolsas, acuerdos entre empresas, pactos de mercados, ha empezado una cuesta abajo que seguramente va a alcanzar un ritmo endemoniado en cuanto empiece la desconexión institucional entre el Reino Unido y el Continente”.
La gran sorpresa de los medios políticos y de negocios es la increíble calma con que la clase dirigente española afronta el resultado de las elecciones del pasado domingo.
Aún reconociéndome que “Dios vino a vernos” al conducir a un sorprendente chasco al populismo morado, a priori considerado vencedor, “resulta increíble la inconsciencia cerril que por segunda vez en dos meses domina a la dirección del PSOE, con cinco diputados menos y batiendo su propia marca de fracaso, al negarse a entablar siquiera conversaciones con un PP que creció en una quincena y les desborda en más de 50 escaños. Con lo que el país les ha dicho a grito pelado lo que piensa de ellos. ¿Cómo es posible reunir tanto cinismo, desidia y carencia de respeto democrático para mirar hacia otro lado?”.
O EL COMITÉ EJECUTIVO DA LA PATADA A SÁNCHEZ O ADIOS PSOE
Resultaría casi imposible de tragar –hay práctica unanimidad entre los observadores internacionales sobre este punto- que en la reunión del Comité Ejecutivo nacional, prevista en dos semanas, los más importantes pesos pesados del PSOE no exigiesen a Sánchez que deje de destrozar la oportunidad de que España pueda defender sus intereses al máximo nivel intereses españoles con su tontería ya congénita.
O, como alternativa, no le den una solemne patada en el trasero para que cierre un trato viable y proporcional a sus apoyos en la ciudadanía, o que acceda a abstenerse ante una candidatura del centro derecha, indiscutible ganador de los comicios, a fin de que el país vuelva a ser gobernable.
Fuentes de toda solvencia aseguraron a SABEMOS que desde hace una semana Susana Díaz ha instalado en una oficina de Madrid a dos personas de su máxima confianza para ir coordinando los movimientos precisos para impedir a Sanchez y su grupo de amanuenses repetir las mamarrachadas posteriores al 20—D. Es impensable que con la que está cayendo en Europa ciertos ambiciosos sin remedio jueguen a ideológos rigurosos simplemente por dar rienda suelta a sus manías personales, o por invencibles –y, por supuesto, imposibles deseos de cortar el bacalao.
La misma fuente, que ya informó en su día a este periódico de la llamada telefónica de Susana Díaz a Ferraz para prevenir a Sánchez contra la tentación de formalizar tratos con Podemos y los separatistas –información que tuvo un amplio impacto nacional y hasta internacional y que nadie desmintió- puntualizó ayer: ”Entonces, Sánchez pudo presionar a las bases a través de sus entusiastas reclutas de la redes sociale, miles `prestados´por Podemos, para asustar a Díaz, mientras gritaba que estaba en medida de formar Gobierno. Ahora esto último no se lo cree ni una tía carnal tonta al sobrino guapo, la manita de las redes flojeará cada vez más, nadie acepta que tenga la menor posibilidad de formar Gobierno. Y, mucho menos aún, que fuese a crecer, en el caso de que orientara el proceso hacia unas terceras elecciones. Lo que ya sería para ponerle camisa de fuerza y encerrarle en el frenopático”.
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