Nada ha cambiado con respecto a la construcción del ambicioso proyecto de alta velocidad ferroviario de Inglaterra pese al Brexit. El conocido como AVE británico sigue su rumbo como si nada hubiera pasado, de acuerdo con las fuentes oficiales del Reino Unido y las fuentes del mercado consultadas.
Un portavoz del Gobierno británico ha explicado en declaraciones a SABEMOS que todo continúa igual en cuanto al proyecto de alta velocidad ferroviaria británica; como dicen en el Reino Unido, la situación es de business as usual.
“El Gobierno está totalmente comprometido con la entrega de los importantes proyectos de infraestructuras anunciados y también continuará sacando adelante la legislación que se presentó en el Parlamento” en mayo, han subrayado.
Está previsto que las obras de la primera fase comiencen el año que viene
Es más: ni siquiera el anuncio de dimisión del actual primer ministro del Reino Unido, David Cameron, va a frenar el desarrollo de esta actuación, capitaneada por el Departamento de Transporte. Las obras van camino de comenzar el año que viene, siempre cumpliendo lo esperado en plazos y en presupuesto, según las fuentes británicas consultadas.
La misma sensación se percibe entre las empresas españolas que podrían participar en la construcción de la línea férrea entre Londres y el Norte de Inglaterra. Acciona, ACS, FCC y Ferrovial participan en 4 consorcios que se van a disputar la ejecución de esta obra, dividida en varios tramos.
Fuentes del mercado consultadas han indicado que todo sigue igual hasta que el Brexit comience a articularse. Mientras no haya cambios en el Reino Unido en general y en el proyecto HS2 (High Speed 2) en particular, las empresas españolas no harán nada.
Pero el Brexit es una de las piezas del puzzle del AVE británico, que tiene sus propios problemas crónicos.
Auditoría del proyecto
La Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido (NAO, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe sobre el avance del proyecto y la institución destaca algunos puntos negros en la ejecución del HS2.
El AVE británico tiene un “calendario poco realista”, asegura la NAO en su estudio, y los planes iniciales se están encontrando con “presiones de costes y de plazos” que podrían variar la factura final de la obra y su entrega.
“El objetivo de inauguración en 2026 de la fase 1 [desde Londres hasta Birmingham] está en riesgo, pese al buen progreso en algunos aspectos”, ha resumido la autoridad de auditoría. De hecho, ha añadido, el 32% de los plazos que se han puesto hasta ahora para los diferentes objetivos se han incumplido.
Pero no sólo es el calendario lo que ha generado dudas en la NAO. El organismo ha advertido de que está previsto que este primer tramo de la infraestructura tenga un coste total de 27.384 millones de libras (33.159 millones de euros al cambio actual), lo que supone 204 millones de libras (247 millones de euros) de más sobre el presupuesto de la obra.
En cuanto a la fase 2, los estudios previos estiman que su ejecución excedería el presupuesto en 7.000 millones de libras (8.476 millones de euros), aunque desde que se conocieran estos datos el Gobierno británico ha sido capaz de identificar 9.000 millones de libras (10.898 millones de euros) que se podrían ahorrar, dado el estado embrionario de esta parte del AVE británico.
Para desatascar la situación, la sociedad que gestiona esta monstruosa actuación de 56.000 millones de libras (67.811 millones de euros) contrató en 2015 a 500 empleados y la plantilla aumentará en 300 personas más en el próximo año.
Esta empresa ha agradecido en un comunicado el estudio realizado por la NAO, que en su opinión confirma que “aunque hay muchos retos, el proyecto va camino de cumplir su despliegue estratégico y de hacerlo dentro del presupuesto”.
Este es el presente, pero está por ver cómo será la hoja de ruta del próximo premier del Reino Unido y si incluirá al AVE británico en su gran huida hacia adelante.
Foto: Flickr – Andrew