Las entidades financieras deberán entregar a partir de septiembre a pymes y autónomos a los que financia una extensa información sobre su situación financiera e historial de pagos en un documento denominado ‘Información Financiera-Pyme’. Mientras, Cepyme lo valora como «una herramienta eficaz».
Esta situación ha quedado establecida en la Circular 6/2016, de 30 de junio, del Banco de España, una norma que completa la ley de Fomento de la Financiación Empresarial, y que ha sido publicada este lunes el Boletín Oficial del Estado (BOE). Así, tal y como dispone la norma, que entrará en vigor dentro de tres meses, tanto las entidades de crédito españolas, como las extranjeras que operan en España y los establecimientos financieros tendrán que proporcionar a autónomos y pymes financiados una calificación de su riesgo crediticio.
Dicho rating, que se obtendrá mediante la aplicación de la metodología prevista en la circular, debe permitir a la entidad situar a las pymes o al autónomo en categoría de «riesgo bajo», «riesgo medio-bajo», «riesgo-medio alto», «riesgo alto» o «no disponible».
El Banco de España explica en su circular que de la misma manera cuando las entidades decidan cancelar o reducir el flujo de financiación a pymes y autónomos, además de informarles con un preaviso de tres meses, les tendrán que hacer entrega de la citada ‘Información Financiera-Pyme’, que deberá asimismo ser facilitada en cualquier otra circunstancia, previo pago de la tarifa correspondiente, a solicitud del acreditado.
Además, el Banco de España establece que las entidades deberán conservar, durante seis años, la documentación que justifique los datos que han sido empleados para elaborar el documento de información, que incluirá el historial crediticio de la pyme o el autónomo, referido a los cinco años anteriores.
En concreto, el citado informe tendrá que incluir, entre otros datos, una relación de los créditos históricos y vigentes, y de los importes pendientes de amortización, además de los riesgos transferidos a terceros pero cuya gestión conserve la entidad. Igualmente, se debe establecer el estado de la situación actual de impagos, la relación de los concursos de acreedores, acuerdos de refinanciación o extrajudiciales de pagos, embargos, procedimientos de ejecución y otras incidencias judiciales.
Las pymes lo valoran de forma positiva
Las reacciones no se han hecho esperar, y Cepyme loa ha valorado como «una herramienta eficaz» para la valoración del riesgo de las empresas «en términos comparables y fidedignos».
Según la patronal, el documento al que a partir de ahora tendrán acceso, ofrece soluciones que permiten una evaluación del riesgo de crédito de las pequeñas y medianas empresas para cualquier inversor o entidad financiera.
Asimismo, Cepyme ha demandado que a las pymes se les permita obtener y contrastar la información relevante que requieren la dirección comercial y de riesgos de los bancos para la aprobación de proyectos de financiación, así como para mejorar su calificación crediticio.
En este sentido, Cepyme ha aconsejado que cualquier pyme solicite esta información a sus respectivas entidades a partir del 11 de octubre, fecha de entrada en vigor de la normativa, tanto para su propio conocimiento como para poder acceder a cualquier recurso financiero necesario para llevar a cabo su actividad.