La pelea en el sector telecos español no deja prisioneros. Los tres grandes operadores tienen toda clase de frentes abiertos. La televisión, el mercado de telefonía fijo y móvil; y en todos ellos gobierna Movistar, con Orange y Vodafone al acecho. Pero no todo es tan sencillo de medir, sobre todo cuando hay un millón de líneas móviles que los operadores tienen en sus cuentas, pero no saben (o pueden) justificar.
La semana pasada, como sucede todos los meses, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ofrecía sus datos sobre el estado de las telecomunicaciones en España. En este caso correspondían al mes de mayo. Portabilidades en banda ancha fija y móvil, cuotas de mercado y líneas móviles de todos los operadores. Aquí es donde surge la controversia.
La CNMC explica en su informe que en España hay 50,8 millones de líneas de móviles activas. Esta sería la suma entre Movistar, Orange, Vodafone, Yoigo y todos los operadores virtuales. La discrepancia surge cuando se toman los datos que ofrecen las compañías en sus cuentas de resultados. Según sus cifras, en España hay 55,3 millones de líneas móviles. ¿Cómo puede ser que haya una diferencia tan grande? ¿Acaso inflan de alguna manera el número de clientes?
En principio no. Parte de ese desfase se debe a las líneas M2M. Pero solo parte. En concreto, estas “líneas a máquinas”, que no se suman a las convencionales, son las utilizadas para máquinas de vending de los bares u oficinas; en las alarmas de seguridad de viviendas o comercios; en el control de los ascensores; incluso en los terminales de punto de venta (TPV) y en los contadores de agua, gas o electricidad; además las M2M también están presentes en los paneles informativos de las carreteras y en las estaciones meteorológicas.
Este tipo de líneas, según datos de la CNMC, arroja una cifra de 3,9 millones. Y, más o menos, encaja con las cifras que han facilitado los distintos operadores a SABEMOS. Orange reporta más de 1,1 millón de este tipo de líneas, Vodafone más de 900.000, y Telefónica en su cuenta de resultados en 2015 explicó que tenía más de 1,7 millones. En total, la cifra es acorde a lo que ofrece el regulador. El problema surge al cruzar esta cifra de M2M junto a la suma de líneas activas de la CNMC… En total, según lo que reportan en sus cuentas cada operador, quedan fuera de control un millón de líneas.
Empieza el baile de cifras
Movistar dice tener 17,2 millones de clientes móviles. Pero la CNMC solo le otorga 15,2 millones de líneas activas. Si sumamos las M2M, deja un total de 16,9 millones, ¿qué hay de las 300.000 líneas que faltan?
Idéntica situación para Orange. Publican 15,3 millones de clientes, la CNMC les da 13,9. Si se suman las 1,1 M2M que dicen tener, da un resultado de 15 millones. Faltarían 300.000 líneas por justificar.
Por último, Vodafone presume de tener 14,3 millones de clientes móviles. El regulador le deja en 13, pero sumando los M2M, el resultado final es de 13,9. ¿Dónde están las 400.000 líneas que faltarían para completar sus cuentas?
Clientes fantasmas, clientes inactivos
¿Cómo se justifica ese millón de clientes que no tiene recogido la CNMC por ningún lado? Estarían dentro de las llamadas líneas inactivas. Es decir, personas que han comprado una tarjeta prepago, la han usado, y después no han vuelto a recargar la SIM o usar la línea. La CNMC establece seis meses sin uso como periodo para considerar una línea inactiva. Mientras, los operadores pueden tener (y aplicar) criterios temporales distintos. Así pueden surgir los descuadres.
Desde Orange, por ejemplo, aseguran que ya han hecho todas las purgas necesarias y que, en estos momentos, no tienen “clientes inactivos”. Pero tienen un desfase de 300.000 que no consiguen justificar. Al menos con respecto a los datos de la CNMC.
Vodafone y Telefónica no han querido precisar cuál es su límite temporal para hacer esta consideración. Orange, sin embargo, tiene puesto ese listón en los 12 meses. Por lo tanto, si alguien se compra una tarjeta en enero, la usa una semana, y luego la tira, será un cliente reflejado en las cuentas de la compañía naranja. Al menos hasta el año siguiente.
Las purgas reciente
Esta situación de las líneas inactivas no es novedad. Los operadores, de forma regular, hacen estas purgas. El dato curioso, quizá, es que en plena guerra por colgarse medallas en cuanto al volumen de usuario y clientes, provoca que sea complejo determinar quién es el segundo y tercer operador, respectivamente. También intentan explicar que ya han hecho las limpiezas de clientes, aunque los números no cuadran.
De hecho, en la primavera de 2015, Vodafone esquilmó más de 400.000 líneas, pero eso no ha sido suficiente, porque en menos de un año ha vuelto a generar las mismas. Esto provoca que resulte complicado medir los crecimientos de cualquier compañía. Incluyendo los de Movistar, dado que su volumen en prepago es muy importante todavía.