Caixabank, BBVA y Santander se frotan las manos con el nuevo modelo de comisiones en cajeros

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no tiene constancia «hasta el momento» de que los clientes paguen ahora más comisiones que en el pasado por retirar efectivo en los cajeros automáticos, aunque no descarta que en el futuro pueda suceder.

«El impacto final sobre el usuario de cajeros será complejo de determinar, aunque si se produce una elevación generalizada de las comisiones por uso de cajeros ajenos, afectaría con más intensidad a los bancos con menor red y a sus clientes» considera la CNMC. Y es que en un informe publicado este martes se llega a la conclusión de que el nuevo modelo aprobado por el Gobierno para poner fin a la doble comisión en los cajeros perjudica a las entidades sin red o con una reducida, al dificultar la entrada o expansión de estos operadores.

A las entidades de pequeño o mediano tamaño o con una red reducida de cajeros, «el cambio les ha resultado menos ventajoso», dado que no pueden ofrecer el servicio en las mismas condiciones que antes y se ven obligadas a buscar socios para completar su red. Dicho de otro modo, el nuevo modelo favorece a las entidades con grandes redes -CaixaBank, BBVA y Banco Santander- que tendrían libertad para cobrar por el uso de las mismas a terceros en lugar de depender de los citados acuerdos multilaterales.

La CNMC señala que la tasa cobrada a terceras entidades por uso de cajeros propios se ha triplicado en el caso de los grandes bancos (entre 1,80 y 2 euros, frente a 0,65 euros en el modelo previo). No obstante, cree que «es pronto» para evaluar el efecto sobre los usuarios, dado que es de esperar que la firma de alianzas entre entidades con menores redes y el uso de redes propias neutralice estos efectos.

El primer semestre de 2016 se ha caracterizado por una intensa actividad de alianzas y acuerdos interbancarios, el más importante de ellos es el suscrito por Bankia, Sabadell y la red Euro 6000, que incluye 18.000 cajeros (el 38% del total). Tras este convenio, las partes cobran una comisión recíproca de 0,65 euros por operación y cada una tiene libertad para fijar el importe por el uso de red frente a terceras entidades.

El informe añade que el cambio de modelo propicia un mayor uso relativo de la red propia frente a las ajenas y podría dar lugar un repliegue de los usuarios hacia las entidades con mayor red de cajeros, justo lo que buscaba la gran banca, según advirtieron en aquel momento los consumidores.

Al mismo tiempo, el nuevo modelo permite a las entidades con red rentabilizarla mejor al aumentar su uso por clientes propios, reducir los pagos a entidades terceras y aumentar los ingresos por operación obtenidos de las retiradas de efectivo realizadas por clientes de otros bancos, «factores todos ellos que claramente les favorecen».

Por lo que se refiere a las obligaciones de información que afectan a las entidades entre sí (adquirente-emisora) y a éstas con los usuarios, la CNMC advierte de que se está reduciendo la transparencia. Por esta razón, recomienda que se exija a las entidades titulares de cajeros que en el caso de establecer unilateralmente las comisiones, las comuniquen a las entidades emisoras con suficiente antelación para que puedan informar con tiempo a sus clientes.

También pide que se les obligue a mantener las comisiones sin cambios durante el periodo de preaviso. Asimismo, Competencia ha detectado que no todas las entidades emisoras, a pesar de las normas que les obligan, comunican a sus usuarios los cambios en su política de comisiones.

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