La decisión del juez Velasco de abrir la segunda fase de la “operación Púnica” con la imputación de tres consejeros autonómicos del PP ha hecho saltar por los aires las expectativas de los populares de alcanzar acuerdos estables con Ciudadanos para formar gobiernos en la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia. A seis meses para las elecciones generales, Albert Rivera no va a consentir que los votantes liguen a su partido con los casos de corrupción en los que se ven involucrados los dirigentes populares, según subrayan a SABEMOS fuentes de Ciudadanos.
Pintan bastos para el PP en sus negociaciones con Ciudadanos. El auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco –en el que decreta la imputación de los consejeros madrileños Salvador Victoria y Lucía Figar y el murciano Juan Carlos Ruiz- ha dinamitado las posibilidades de acuerdo entre los populares y el partido de Albert Rivera.
La candidata del PP en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, necesita de los votos de Ciudadanos para ser investida presidenta. Lo mismo le ocurre en Murcia, Castilla y León, La Rioja y una veintena de capitales de provincia. O dicho de otra manera: la mayor parte del poder territorial del PP depende de pactos con Ciudadanos.
Así las cosas, Albert Rivera almorzó ayer en el palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y lo hizo después de reunirse con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Es presumible que en ambas entrevistas se hablase de las consecuencias judiciales de la “operación Púnica”. Los socialistas no disimulan su interés en boicotear un acuerdo del PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid para que su candidato, Ángel Gabilondo, se alce con el premio gordo de este gobierno autonómico.
Sin dimisiones en el Gobierno de Madrid
Independientemente de la estrategia de Ciudadanos de no sentarse a hablar con partidos que estén involucrados en temas de corrupción política, los populares madrileños ni siquiera han dado los pasos adecuados para propiciar ese acercamiento al partido de Rivera. Al cierre de esta crónica seguían en sus puestos los consejeros Victoria y Figar. Tampoco nadie les ha pedido su dimisión. No ocurre lo mismo en Murcia: a las pocas horas de conocerse el auto del juez Velasco, el consejero Ruiz presentó su renuncia.
Qué duda cabe que al PP de Madrid le pasa factura la bicefalia de Esperanza Aguirre, por un lado, y Cristina Cifuentes, por otro. Precisamente, la candidata a presidir el Gobierno autonómico no disimulaba ayer su disgusto con la situación. En declaraciones a los medios, Cifuentes se esforzaba en aclarar que sus responsabilidades se circunscriben a la actuación de los miembros de la lista que encabeza, al tiempo que explicaba lo obvio: las actuaciones respecto a la imputación de Salvador Victoria y Lucía Figar corresponden a la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, y al presidente en funciones, Ignacio González.
Desde luego, no echaron una mano el PP nacional ni el Gobierno. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, subrayó que la imputación no es una condición decisiva para que un político deba dimitir, sino que el umbral está situado en la apertura del juicio oral. Para echar más leña al fuego, Hernando dijo que Ciudadanos también tiene imputados en su seno, pese a que en el marco de los pactos poselectorales está exigiendo la renuncia de todo implicado. Poco ayudan las declaraciones del portavoz del Grupo Popular a los intereses de su compañera de partido Cristina Cifuentes.
Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, señaló que no comparte el criterio de que una imputación suponga una exclusión de la vida pública, porque ello sería alterar «el principio de la presunción de inocencia y transformarlo en presunción de culpabilidad”.
En cambio, el líder de Ciudadanos en la Comunidad Madrid, Ignacio Aguado, dedicó el día de ayer a poner las cosas en su sitio. Para Aguado, la imputación de los consejeros complica cualquier acercamiento al PP. Tras criticar el hecho, en su opinión, de que los populares no sean capaces de atajar los problemas internos, el diputado electo de Ciudadanos avisó a Cifuentes de que si quiere apostar de una manera decidida contra la corrupción debe dar pasos al frente, porque el partido de Albert Rivera será intransigente con este asunto.
PSOE y Podemos salen en tromba a boicotear el pacto PP-Ciudadanos
Mientras tanto, los dirigentes autonómicos del PSOE y Podemos salieron en tromba a aprovecharse de la crisis en las negociaciones entre el PP y Ciudadanos. El presidente de la gestora que dirige el PSM, Rafael Simancas, hizo un llamamiento a Rivera y Aguado para que opten por la regeneración democrática y las instituciones limpias de la mano del candidato socialista, Ángel Gabilondo.
Por su parte, el futuro portavoz del grupo parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid, José Manuel López, advirtió de que Ciudadanos tiene que pensar en un contexto de imputaciones permanentes en el PP a la hora de apoyar un futuro gobierno de Cifuentes.