Para muchas compañías ser el cuatro o quinto player de su mercado puede ser algo anecdótico, para MásMóvil en el contexto del sector de las telecomunicaciones en España, la cuestión se resume en ser un actor importante o un simple operador virtual.
Se trata de un puesto: cuarto o quinto. Apenas sin matices ni diferencias, pero MásMóvil se juega durante los próximos meses su relevancia dentro del mercado español. La pugna (previsiblemente) con Yoigo dejará un claro vencedor. El gran objetivo es poder ofrecer una oferta convergente con fijo, móvil, banda ancha (fibra), TV y todo lo necesario para ser un verdadero «alternativo». El recorrido se prevé intenso.
Para empezar este viaje, donde seguramente tendrá días de gloria, pero también algún rejonazo, MásMóvil ha anunciado junto a Google un acuerdo de colaboración con el objetivo de desarrollar y ofrecer nuevos servicios digitales en España mediante servicios en la nube y aplicaciones. De este modo ambas compañías se comprometen a desarrollar y distribuir soluciones innovadoras para la “empresa digital” y el “hogar digital”.
No es la única novedad. Hace apenas unas semanas anunció la compra definitiva de Neo por 27 millones de euros. En términos operativos, Másmóvil busca con la compra disponer de acceso exclusivo a una red 4G de alta velocidad. En este sentido, la compañía amarilla saca pecho dado que Neo cuenta con una estructura de red sobre la frecuencia de 3,5 GHz para la cual tiene un derecho exclusivo de utilización con presencia en 25 provincias, 191 municipios y las 22 áreas metropolitanas.
Con qué fuerza cuenta MásMóvil
Tras la compra de Jazztel por parte de Orange, una de las condiciones que impuso Bruselas para dar el visto bueno era vender parte de la red que se replicaba tras la compra. Más de 700.000 accesos de fibra que la filial gala debe vender al mejor postor. Así pues, en este contexto, ¿puede MásMóvil aspirar a dicho acceso?
Desde el primer momento solo hay dos escenarios posibles, otro menos posible y uno casi imposible:
- En cuanto a los dos escenarios reales tienen que ver con la compra por parte de Yoigo o MásMóvil de esa red redundante de Orange. Fin de la historia. El que pugne con más fuerza, se lo llevará. Aunque en este sentido habrá que atender a la ley de oferta y demanda, por lo que la estrategia de negociación será muy importante.
- El menos posible pasa por una fusión/adquisición entre estos dos operadores. Uno prácticamente no puede comprar al otro (MásMóvil a Yoigo), y lo del otro (Yoigo) diciendo que ellos podrían compran a MásMóvil parecen más cantos de sirena para remover el mercado que otra cosa. Por lo tanto, este escenario es muy poco probable.
- Por último, lo que parece casi imposible, y además la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no lo permitiría, es que cualquiera de estos dos se hiciera con esa infraestructura y luego fuese comprado por alguno de los tres “grandes”.
¿Le podrá la ansiedad a MásMóvil?
Con tanta compra, una subida en Bolsa en continuo ascenso y unos resultados que invitan al optimismo, ¿debe correr MásMóvil para ser el cuarto operador?
Afontar los próximos meses sin perder de vista que lo importante son los clientes, puede ser la clave para no correr demasiado y que eso tenga un final triste. Esto, para la compañía de Meinrad Spenger, pasa por un orden de acción muy concreto. Como ya dijo a principios de año, dejar el MAB y saltar al mercado continuo es casi una obligación. Lo siguiente, como vienen haciendo desde 2014, es comprar diferentes empresas y compañías con activos muy concretos, como es el caso de Neo, para no tener dependencia extrema de la infraestructura de terceros.
La otra opción es correr. ¿Cuál es la valoración de esos 700.000 puntos de fibra? Dependerá de quiénes pujen (puede que incluso algún cablero del Norte tipo Euskaltel se sume) y con qué ambición. No obstante, no será barato. MásMóvil tendrá que acceder a financiación externa y eso a veces puede suponer el inicio de todos los males. Bien es cierto que estarían en rápida disposición de pasar a ser esa alternativa que tanto busca el operador amarillo, pero el coste sería muy elevado.
MásMóvil todavía está lejos de ser una alternativa real. No llega al millón de clientes móviles, y todo el asunto de la fibra está en el aire. No se saben cuáles son las intenciones de Yoigo, aunque también ha manifestado que le interesaría pujar por las redes de Orange. Solo queda claro que Bruselas ve con muy buenos ojos que exista un cuarto operador en España que ponga en tensión los precios y la competencia del mercado. Como ha explicado Spenger durante la presentación del acuerdo con Google, «los próximos seis meses traerán muchas noticias«.