«Hola Olivia Pope, soy Monedero y tengo un problema»

Olivia Pope

Olivia Pope, personaje de ficción de la serie Scandal , se encarga de resolver problemas. Desde su despacho de abogados algo particular, soluciona los desmanes cometidos por políticos, empresarios y famosos. Viendo cómo está el patio en España, ¿tendría suficiente trabajo?

La respuesta, repasando de manera rápida la prensa de los últimos años, parece bastante sencilla. Olivia Pope y asociados, como así se llama el bufete de abogados de esta singular “solucionadora de problemas”, tendría trabajo más que de sobra. De hecho, debería ampliar plantilla para afrontar todos los casos a los que tendría acceso.

Empresarios, políticos, famosos… El trabajo de Olivia Pope en la serie (Scandal) consiste en resolver problemas. No atiende a la catadura moral de los mismos, o si quienes contratan sus servicios son “malos” o “buenos”. Ella y su equipo valoran la situación, investigan cuáles pueden ser las repercusiones y aceptan o no los casos. Mediante acciones de lobby, relaciones públicas, presiones veladas a medios de comunicación… y toda clase de argucias, terminan resolviendo los escándalos económicos o de calado público en que se han metido sus representados.

¿Cómo serían los clientes de Olivia Pope en España? ¿Sería alto su volumen de facturación? ¿Habría solución para los casos? Pensemos como Liv.

Fraudes fiscales de famosos

Uno de los dogmas que tiene Olivia Pope es que “si has metido la pata”, no la vuelvas a meter. De este modo, uno de sus primeros clientes podría ser Ana Torroja. La exvocalista de Mecano no tuvo suficiente con tener problemas con el fisco, sino que recientemente se ha manifestado en contra del elevado IVA. Con el rictus serio y casi a gritos, le diría que se aparte de Hacienda todo lo que pueda, y que de momento no se manifieste públicamente en nada que tenga que ver con temas impositivos.

Otro rostro famoso con problemas legales es Monserrat Caballé. También relacionado con el fraude fiscal, seguramente iría a la oficina de Pope y asociados para ver qué hacer, cómo afrontarlo ante los medios, etc. Lo fundamental que le aconsejaría es que nunca se ausente de asistir a declarar ante el juez. Eso fijo.

Mentir al principio, mentir durante el proceso y mentir cuando te han cazado con el carrito de los helados. El caso Neymar supone un escándalo mayúsculo con esas dos proyecciones, por un lado la legal, y por otro lo relacionado con la imagen y la gestión de la misma. Parece que el FCBarcelona pondría de muy mal humor a Olivia Pope… en ambas.

Grandes casos políticos

“Hola Olivia, soy Juan Carlos Monedero y tengo un problema… bastante grave”. Una vez analizado el caso del ex número dos de Podemos, en la parte económica no podría hacer mucho. Le obligaría a sacar todos los papeles y establecer su verdadera relación con Venezuela, pero sobre todo trabajaría la gestión con la opinión pública y los medios. Además, si quisiera seguir en su cargo, los tiempos de acción no hubieran sido tan largos.

Exactamente sucede lo mismo cuando Ana Mato llama al despacho de estos abogados. El Jaguar, el confeti, su gestión política (donde también hacen trabajos)… Sin duda se trataría de un cliente VIP para el bufete de Olivia. Un baño de transparencia le hubiera venido bien a la exministra de Sanidad, pero hasta el último día en su cargo negó todo.

Otro de los clientes VIP, y que además necesitaría un aumento de personal en el despacho de abogados, es la familia Pujol (al completo). Lo que empezó con una herencia y, por otro lado, las concesiones de las ITV, se convirtió en una trama corrupta que afecta a toda la familia y de la que los medios de comunicación han sacado buen rédito. En Scandal más de una vez se tratan temas de familias enteras, las clásicas castas políticas que gobiernan un Estado a sus anchas y quieren llegar a la Casa Blanca.

Silencio diputados

Una de las especialidades de Olivia Pope y asociados tiene que ver con la gestión de la opinión pública y los medios. Su amplia red de contactos en los tradicionales mass media y los nuevos bloggers y periodistas, le permite “jugar” con la información a su antojo. De este modo, alguien que debería pasar por su despacho es Andrea Fabra. Tras su “que se jodan” en el Congreso de los Diputados, lo primero que le dirían en el despacho es: “¡En qué demonios pensabas!”. De ahí en adelante el trabajo no sería simple. Con luz y taquígrafo menospreció a demasiada gente. Quizá, por la imagen para su partido, la dimisión inminente hubiera sido la única opción.

Olivia, me han pillado jugando en mi sillón del Congreso, ¿qué hago?”. Celia Villalobos se generó un problema de imagen que Olivia Pope lo hubiera resuelto en 10 minutos… o a lo mejor no. La estrategia sería ver y sacar todas las horas de trabajo que echa la vicepresidenta del Congreso, y poder demostrar así su sacrificio para los votantes. En vez de eso, negación.

También sexo

Estados Unidos es el país de Monica Lewinsky. Por eso, muchas de las tramas de Scandal tienen que ver con escándalos sexuales de políticos y empresarios. En España parece que se lleva mucho más lo de evadir impuestos o robar directamente. Así, nuestra sexualidad parece bastante dormida, pero sin duda hubo una concejala que hubiera necesitado los servicios de Olivia Pope de manera inmediata. Se trata de Olvido Hormigos, la del video, recuerdan. Una grabación privada que se hizo pública, y de ahí en adelante el circo mediático. Sin duda unos buenos consejos le hubieran evitado posteriormente “grandes hermanos” y demás historias para ganarse la vida.

Otro cliente VIP sería el exmonarca español Don Juan Carlos I. Con estos clientes Olivia Pope se siente más cómoda. Cuando necesita volcar toda su fuerza e influencia social para sacar adelante a su cliente. Aquí tenemos a elefantes, a princesas “Corinnas” y luego otras tantas historias que nunca habrán trascendido.

Aguirre en exclusividad

La viñeta de Manel Fontdevilla explica a la perfección el trabajo de Olivia Pope. Escándalos propios y asociados que terminan de manera inmaculada. Así pues, Esperanza Aguirre representa el cliente perfecto para este peculiar despacho de abogados.

La presidenta del Partido Popular madrileño es un foco de problemas políticos. Desde tener como número dos a un presunto corrupto, hasta sus líos con los agentes de movilidad en Madrid. Todo ello con el reciente estallido la semana de las elecciones sobre sus datos tributarios. En realidad, Olivia Pope no sabría qué hacer con Esperanza Aguirre. Sería su clásico cliente díscolo que cree saber de todo y que todo lo hace bien.

Así pues, a la vista de todos estos casos, si alguien quiere resolver los problemas de políticos, empresarios y famosos, lo mejor sería imitar a Olivia y montar un bufete.

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