A las puertas del ’30 Encuentro de Telecomunicaciones de Santander’, donde los operadores de telefonía expondrán en público su visión del mercado, éstos se enfrentan a un problema que cada vez preocupa más a los usuarios y clientes: el precio de los servicios.
Durante el último año, los tres grandes operadores han incrementado el coste de sus servicios. Además, con la promesa de que la factura será mayor, pero a cambio recibirán más megas de internet o minutos en llamadas, tanto Movistar como Orange y Vodafone tienen previsto aumentar sus precios próximamente. Algo que no gustará nada a sus clientes, los que tienen y los que pueden llegar.
Según el ‘III Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente’, realizado por el comparador Rastreator.com, los datos muestran que el precio pasa a ser por primera vez el factor más importante para los españoles a la hora de elegir entre varios operadores de telefonía, como afirma un 68%.
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Además, el porcentaje que valora el factor económico por encima de otros prácticamente se ha duplicado respecto a la edición anterior de este mismo estudio (35%), donde ocupaba la segunda posición del ranking por detrás de los packs integrados (43%). Precisamente recibir una oferta de packs de telefonía móvil, fija e Internet se sitúan actualmente en segundo lugar, con un 51% de españoles que las consideran determinantes al decantarse por un proveedor de Internet u otro.
A priori, se puede pensar que el estudio tiene cierta intencionalidad. Se trata de un comparador de precios y, por lo tanto, refleja de alguna manera que la preocupación es esa. Pero al ver otro tipo de estudios o informes, resulta que de manera reiterada el coste de los servicios sigue siendo la mayor preocupación para los usuarios.
En parte, da lo mismo la calidad de los servicios o la atención al cliente. Lo importante sigue siendo el precio. Según el Panel de Hogares publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el principal motivo de insatisfacción (76%) de los clientes de telefonía provenía del precio. No se trata de algo aislado, puesto que ese cabreo de los usuarios es común en los servicios de luz y gas. Pero Movistar, Orange y Vodafone tienen un problema añadido: apenas tienen margen para rebajar el precio e introducirse en una pelea por los clientes.
La verdadera factura: el fútbol
Los operadores no pretenden esconderlo. En la última presentación de resultados de Orange, su nuevo consejero delegado, Laurent Paillassot, ya advertía sobre nuevas subidas de precios en el futuro. La adquisición de los derechos del fútbol habrá que pagarla, y serán los usuarios -futboleros o no- los que se hagan cargo.
Por lo tanto, la encrucijada no es menor. Los usuarios cada vez muestran una mayor preocupación por los precios. Hasta el punto de que la contratación de ciertos servicios depende de eso y no de la calidad.
A todo esto hay que añadir datos poco esperanzadores. Según el Panel de Hogares del regulador, más de un 30% de los usuarios no contrata la televisión de pago porque le parece cara. Y, a más del 70%, le parece tener suficientes contenidos con la Tv gratuitita. El dinero siempre en la cabeza del consumidor. Así pues, la factura del fútbol puede empezar a costar clientes. Tanto los descontentos por la subida de precios, como los futuros a los que no se puede engatusar con nuevas promociones.
Todo gira en torno al precio
Ante este escenario, hay buenas y malas noticias para los usuarios. Lo bueno es que no se pueden permitir más subidas de precio teniendo en cuenta los motivos que usa la gente para contratar un operador u otro. Lo malo es que los costes pueden estar menos controlados que los últimos años.
Es decir, actualmente es la CNMC quien vela para que no haya acuerdos en la fijación de precios y, por lo tanto, haya competencia dentro del sector. Pero la intención mostrada por el Partido Popular, tras su fallido acuerdo con Ciudadanos, es desmembrar y quitar fuerza al organismo público dividiendo sus funciones.
De facto, esto provocará una menor presión de cara a las empresas y este tipo de prácticas. Y es que si Movistar, Orange y Vodafone deciden subir precios a la vez (y de manera conjunta) no será tan grave (para ellos) lo expuesto por Rastreator.com o la CNMC. Los usuarios estarán en fase lentejera: si quieren lo cogen, y si no lo dejan. No habrá alternativa.
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