La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tiene más argumentos para vender a Madrid como candidata a próxima capital financiera del Euro, después de que el Brexit se consume y aleje para siempre a la city de Londres del resto del continente. La villa es la quinta ciudad con más potencial económico del mundo y la segunda de Europa, sólo por detrás de Londres.
El estudio Cities of Opportunities 2016 de la consultora PwC le ha dado un motivo a Cifuentes para sacar pecho. La capital de España tiene todos los ingredientes para convertirse en sucesora de Londres como capital del Euro, de acuerdo con varios indicadores que la colocan quinta entre las 30 ciudades más influyentes del mundo. La privilegiada posición de la urbe en este ranking da alas a las ambiciones de la presidenta Cifuentes, que este verano puso en marcha una campaña de márketing destinada a cantar las alabanzas económicas de la ciudad en Inglaterra y seducir a los posibles disidentes de la city, las grandes multinacionales que podrían salir de Londres tras el Brexit.
En concreto, a Madrid tan sólo la superan Londres, Nueva York, Pekín y San Francisco; por detrás, la siguiente ciudad europea con un gran ascendente económico es París, en octavo lugar.
Para llegar a esta conclusión la consultora PwC ha tenido en cuenta 6 factores: el número de empresas del índice Fortune 500 con sede en cada país; el crecimiento en la tasa de empleo; los trabajadores existentes en el sector financiero y de servicios a los negocios; la capacidad de atraer inversión extranjera; la productividad; y el crecimiento del PIB.
Madrid saca su mejor nota (27 sobre 30) en crecimiento de empleo, ayudada por la sostenida reducción del paro en los últimos meses pero sin tener en cuenta los altos porcentajes de población inactiva que la crisis ha dejado tras de sí. También sale bien parada en el número de grandes multinacionales con sede en la ciudad (21 sobre 30) y en crecimiento de PIB y profesionales de las finanzas y los servicios (20 sobre 30). Flaquea un poco más en la atracción de capital internacional (17 de 30) y en productividad (14 de 30).
Sin embargo, la ciudad del Manzanares tiene muchos obstáculos que superar para resultar atractiva a las empresas que quieran irse de la city tras el Brexit. Madrid es la decimoséptima de las 30 grandes capitales mundiales en la clasificación que puntúa la facilidad para hacer negocios en una urbe u otra.
La ciudad española suspende en facilidad para abrir un negocio y se queda la undécima sobre 30. También ‘catea’ en riesgos relacionados con la mano de obra (14 de 30) y obtiene un aprobado raspado en protección a los accionistas minoritarios (15 de 30). En el resto de categorías (resolución de la insolvencia, facilidad de entrada para extranjeros, entorno de riesgo operacional) pasa sin pena ni gloria, a mitad de tabla, mientras que en eficiencia fiscal obtiene un 19 sobre 30 y en presencia de embajadas y consulados se queda vigésimo segunda sobre 30.
Promoción
La campaña de la presidenta regional para promocionar en Londres el buen clima económico que se respira en la capital española tiene así más argumentos con los que presentarse en la city. Por el momento, el movimiento de marketing ya ha desplegado autobuses con un eslogan publicitario sutil: “Pase lo que pase, Madrid estará ahí”.
El programa también se ha hecho con un promotor de lujo, el televisivo economista Daniel Lacalle, que se ha comprometido a ser el embajador de la causa en el Reino Unido. Lacalle es profesor universitario en Londres, así que desde allí podrá liderar la captación de nuevos inversores, aunque todavía está por verse si Inglaterra va a flaquear o si se va a mantener como faro financiero del mundo.
Foto: Flickr – M. Peinado