Por: Diego Bayón (@Diego_Bayon)
Feijoo y Urkullu ganaron sin problemas y volverán a gobernar sin necesidad de pactos. Se confirma el “sorpasiño”, el “sorpasoa” y la deblacle del PSOE, que deja a Sánchez en una situación límite ante sus barones. Podemos irrumpe con fuerza y Cs se queda a las puertas.
La participación se mantiene pese al hastío. La situación de “bloqueo institucional” que atraviesa nuestro país provocó un aumento de la abstención en las elecciones generales del 26 de junio. Además, según el barómetro del CIS, la clase política se mantiene como el cuarto problema que más preocupa a los españoles. Un 82,3% considera que la situación política es “mala o muy mala”, según ese barómetro. Sin embargo, las cifras de participación han aumentado de forma considerable en Galicia y apenas han caído ligeramente en País Vasco.
Feijoo revalida la mayoría absoluta manteniendo el número de escaños
Feijoo, único “barón” con mayoría absoluta en España. El presidente de la Xunta ha obtenido su tercera mayoría absoluta consecutiva, convirtiéndose así en el líder autonómico del PP más respaldado por sus votantes. Es el único candidato a presidente de una autonomía que ha conseguido una mayoría absoluta tras la irrupción de Podemos y Ciudadanos, que el pasado mes de mayo acabaron con el bipartidismo en el resto de comunidades de nuestro país. Se queda a dos diputados de los 43 que Manuel Fraga obtuvo en 1993 (récord del partido en la comunidad), pero el magnífico resultado hace de nuevo saltar los rumores sobre su posible “salto” a Madrid.
La campaña “dual” del PP funciona. La presencia de Mariano Rajoy durante la campaña, focalizada en los pueblos, combinada con la presencia de Feijóo en las grandes ciudades le ha salido bien al PP, que obtiene gran holgura en todas las provincias en número de escaños. Pese a la llegada de Ciudadanos, un partido mayoritariamente urbano, el PP mejora su resultado en las grandes ciudades gallegas respecto a 2012.
El PSdeG se hunde y En Marea consigue el sorpassiño en votos. Los socialistas gallegos obtienen el peor resultado de su historia con 14 escaños, cuatro menos que en 2012. El batacazo de Fernández Leiceaga, enlace de Sánchez en Galicia, supone un nuevo varapalo para Ferraz. En Marea irrumpe con fuerza en el parlamento gallego: obtiene también 14 escaños, pero consolida el sorpasso en número de votos y crece un 5,12 respecto al resultado de Anova de hace cuatro años a costa de PSdeG y BNG.
El desplome del BNG se contiene. La irrupción de Podemos en Galicia ha lastrado al BNG, que poco a poco ha pasado de ser la segunda fuerza regional (en el año 2001 llegó al 23% de los votos) a tener que luchar por mantenerse dentro de la cámara gallega. Después de haberse quedado fuera del Congreso en las elecciones del 20D y el 26J, en su tierra ha conseguido amortiguar el descenso: obtiene 6 diputados, uno menos que en 2012.
C’s se queda sin escaño, pero la derecha suma más votos. Aunque tenían menos expectativas de alcanzar escaño que en el País Vasco, Ciudadanos noconsigue entrar en el parlamento regional. Sorprendentemente, su aparición no ha lastrado al PP (como sí ha ocurrido en otras partes de España) que crece igualmente. La derecha suma más votos que hace cuatro años, pero el mal resultado supone un grave aviso para la formación naranja de cara a unas hipotéticas terceras elecciones.
Urkullu gana en Euskadi, pero no desbloquea la investidura en Madrid
El nacionalismo obtiene el mejor resultado de su historia. Tras el fin del terrorismo de ETA, el nacionalismo vasco (la suma de PNV, EH Bildu y Podemos, que defiende el derecho a decidir) es más alta que nunca. Sin embargo, según el Euskobarómetro, el apoyo a la independencia es el más bajo registrado desde la transición.
Euskadi es más de derechas que de izquierdas. Un hipotético bloque de derechas, integrado por PNV, PP y Cs (que comparten cierta cercanía ideológica en materia económica frente a EH Bildu, Podemos o PSOE) habría sumado más del 50% de los votos emitidos ayer en el país Vasco. Sin embargo, según el CIS, sólo un 9,3% de los vascos se sitúa a sí mismo en la derecha o en el centro-derecha.
El PNV, único partido que aumenta sus escaños en Euskadi. La formación ha sido la única que no ha perdido escaños en el Parlamento vasco tras la irrupción de Podemos. Alcanza 29 diputados, dos más que en 2012. Además, aunque no lo necesitan para que Urkullu pueda ser investido, la suma con el PSE les permite llegar a la mayoría absoluta (fijada en 38 escaños), lo que les permitirá gobernar con estabilidad y sacar adelante reformas.
El “efecto Otegui” amortigua el descenso de EH Bildu. La inhabilitación de Arnaldo Otegui como candidato de EH Bildu ha impulsado durante la campaña a la formación abertzale. Tras los pobres resultados cosechados en las elecciones generales del 26J, hoy han conseguido aguantar la caída: obtienen 17 escaños, cuatro menos que en 2012. Esa bajada hace que la suma de Bildu y Podemos sume solo 28 escaños, uno menos que el PNV, y descarta que puedan presentar una candidatura alternativa con posibilidades.
El sorpasoa deja al PSE en el peor resultado de su historia. Los 9 escaños que ha obtenido hoy el PSE son el peor resultado del socialismo vasco de todos los tiempos. Solo en la primera legislatura autonómica (1980-1984) hubo un grupo del PSE compuesto por nueve miembros, pero en un Parlamento vasco formado por 60 diputados y no por 75, como ahora.
Podemos logra el sorpasoa pero no se queda como tercera fuerza. Podemos obtiene dos escaños más que el PSE e irrumpe con fuerza en el parlamento de Euskadi. Sin embargo, no es capaz de superar a Bildu (que se consolida como segunda fuerza) y obteniendo la mitad de los votos que obtuvo en las generales.
El PP, a la expectativa en Madrid. El PP espera convertirse en la llave de un Gobierno moderado que lidere el PNV (algo improbable, pues su socio natural es el PSE, con el que ya gobierna en algunas diputaciones). Así, parece complicado que el resultado de hoy pueda servir para un posible pacto con los nacionalistas en Madrid que desbloquee la investidura.
C’s se queda sin el escaño de Maneiro. Ciudadanos se disputaba en Álava con el PNV el último escaño de la circunscripción, que desde 2009 ocupaba Gorka Maneiro (UPYD). Pese a los esfuerzos del partido, que ha centrado su campaña en esa provincia y que incluso “fichó” a Fernando Savater para atraer al antiguo “electorado magenta”, finalmente no ha conseguido representación en el Parlamento vasco.
El PNV gana en todas las provincias y el PP se salva por el tirón de Alonso en Álava. En Guipuzcoa, EH Bildu perdió en las elecciones generales su hasta entonces feudo electoral y fue Podemos quien ocupó la primera plaza. En esta ocasión, lo recuperan con holgura, sacando 5 escaños al partido de Pili Zabala. En Álava, Podemos ganó en las generales. Sin embargo, esta vez, el Partido Popular (que presentaba a Alfonso Alonso, exalcalde de la ciudad) ha conseguido superarles por un escaño. El PSOE obtiene resultados muy homogéneos, tres escaños en cada una de las tres provincias.
Imagen | Efe — Gráficos | Diego Bayón con ‘infogr.am‘
