Ha seguido el camino contrario al de Freddie Mercury, que intentó salirse del sonido sublime pero popular de Queen para adentrarse en el bel canto con un disco a medias con Montserrat Caballé. El tenor Juan Diego Flórez, que ha dado un concierto en el Teatro Real para celebrar sus 20 años sobre los escenarios, anhelaba en sus inicios una carrera pop-rock.
“Yo en el mundo de la música clásica empecé con el rock”, bromeó Flórez en su visita a España. “Comencé cantando música popular, sobre todo música rock, pero también música peruana”.
Este limeño de 43 años es, pese a su juventud relativa si se tiene en cuenta la edad promedio de los grandes tenores, uno de los referentes mundiales en el género operístico. Un éxito que, según él mismo, llegó casi de casualidad: su debut llegó cuando tenía 23 años y el tenor principal de una obra en el festival de Pésaro se vio obligado a cancelar sus funciones. Corría el año 1996 y su estreno fue tan sorprendente como su primer concierto en el teatro de La Scala de Milán, que se produjo al poco tiempo bajo la batuta de Riccardo Muti, tal y como rememoró esta semana el tenor.
“No pensé nunca que iba a cantar en teatros importantes”, reconoció con humildad en una rueda de prensa, en la que también rememoró sus emociones cuando consiguió un bis en La Scala, un acontecimiento inédito en el icónico escenario milanés desde 1933. Desde entonces el cariño del público no ha hecho más que crecer; es más, el propio Muti le espetó una vez sobre La Scala: “Tú naciste aquí, no lo olvides”.
Al echar la vista atrás, Flórez no pudo evitar explicar que cuando empezó a interesarse por la música, él quería ser cantautor. En esos primeros pasos de su carrera musical el tenor se fijaba en figuras como Silvio Rodríguez y, sobre todo, el cantante peruano Gian Marco. “Yo quería ser como él. Pero quizá hubiese terminado como Enrique Iglesias”, afirmó el tenor entre risas de los asistentes a la rueda de prensa.
Nada más lejos de su trayectoria profesional. En la víspera del concierto de la pasada noche ya adelantaba algunas pinceladas del repertorio que ha recorrido en el Real: no faltan Rossini, a quien ha dedicado gran parte de su carrera, ni tampoco el romanticismo francés.
Una cita benéfica
En este recital, un homenaje a los 20 años de fulgurante carrera como tenor de Juan Diego Flórez, va a haber un guiño a la fundación Sinfonía por el Perú con una “fila cero” para realizar donaciones. Esta ONG fundada por la estrella peruana trata de acercar la música clásica a los niños más desfavorecidos del país, como una ventana que deje entrar algo de luz en las vidas de las familias desestructuradas por la pobreza.
En esta labor solidaria participa también Telefónica, con cuya colaboración se ha diseñado Sinfonía Digital, un programa para llevar la educación en música clásica a los niños a través de internet. A cambio del apoyo de la multinacional española, el tenor se ha convertido en uno de los embajadores de la marca, como el tenista Rafael Nadal o el cocinero Ferran Adrià.
Juan Diego Flórez quiere que para 2020 la fundación haya ayudado a 20.000 niños peruanos. El trabajo que han hecho hasta ahora se ha podido apreciar durante el concierto del tenor, en el que han conectado en directo con 100 chicos que participan en esta iniciativa.
Foto: Efe