La virtud primordial de este documental de Cem Kaya que cerró ayer el 17 Festival de Cine Alemán de Madrid no es la de descubrir a nadie una filmografía exótica. Sin duda lo hará, y más de un espectador que recale en Remake Remix Rip-Off en busca de documentación sobre cines limítrofes al gusto mayoritario se quedará boquiabierto con una cinematografía que por estos lares no es que resulte exótica, sino que a pesar de su abundancia y riqueza, se nos antoja absolutamente alienígena: en su periodo de mayor abundancia, en las décadas de los sesenta y setenta Turquía producía una asfixiante cantidad de películas. Tenía su propio Hollywood, llamado Yeşilçam en referencia a la calle de Estambul donde se aglutinaban las oficinas de las productoras más importantes. Los cines más grandes de la ciudad tenían capacidad para dos mil personas, a los que acudían a diario todo tipo de espectadores, pero especialmente campesinos prácticamente analfabetos de la zona rural de Anatolia.
En Turquía no había leyes de protección de la propiedad intelectual, y solo un puñado de cineastas y técnicos se encargaban de generar decenas de películas al mes. Para dar abasto, reciclaban guiones una y otra vez, rodaban las mismas escenas con distintos actores y, con el objetivo de compensar la inevitable invasión de cine norteamericano, hacían sus propias versiones de Tarzán, Drácula, El Exorcista, Rambo, Superman o Star Wars. Reutilizaban las bandas sonoras, intercalaban escenas de las películas de Hollywood en otras propias con actores turcos, dando como resultado amasijos delirantes, multirreferenciales, de texturas múltiples, donde lo importante no era la calidad cinematográfica clásica, sino facturar una producción, y otra, y otra.
Remake Remix Rip-Off Trailer from Cem Kaya on Vimeo.
Pero lo fascinante de Remake Remix Rip-off no es su espectacular trabajo de documentación, o cómo desentierra una cinematografía ignota y entrevista a directores del calibre de Çetin İnanç, que a pesar de su fama en los circuitos subterráneos del cine de culto más extremo, nunca se había sentado delante de una cámara para comentar su trabajo. Su gran valor es el respeto poco habitual con el que retrata los entramados del cine industrial de serie Z más comercial y menos pretencioso: Cem Kaya habla de películas que destrozan producciones previas mucho más lujosas, que piratean logros y trabajos ajenos, que están interpretadas de cualquier manera, rodadas a destajo y montadas a hachazos. Pero lo hace sacando a relucir un lenguaje único, el de la apropiación, el remontaje y el plagio.
El cine turco encuentra su propia identidad saqueando las identidades ajenas, embutiendo en la misma película a Spider-Man, el Capitán América y el Santo, y haciendo que el primero de ellos sea el sádico villano de la función. Hasta con prácticas tan discutibles y fenicias del negocio cinematográfico como la inserción de secuencias pornográficas en películas de todo tipo, Remake Remix Rip-Off parece estar fascinada. Una fascinación contagiosa, porque este excelente documental deja muy claro que no es necesario mirar por encima del hombro lo que no comprendemos, ni siquiera en casos tan radicalmente extremos de saqueo cultural y desvergüenza industrial como la Star Wars turca: Remake Remix Rip-Off enseña que, ante lo extraño, sencillamente tendríamos que saber callar y disfrutar. Que material hay de sobra.
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