A lo largo del año 2017 el mercado va a volver a ser lo que era. Después de muchos ejercicios de hiperactividad de los bancos centrales, los inversores prevén que la inflación vuelva a instalarse en la economía mundial en 2017. Según la gestora de fondos GVC Gaesco, la normalización de la inflación va a venir acompañada por una subida gradual de los tipos de interés, por fin.
Está previsto que los precios suban en los países desarrollados un 0,8% a cierre de 2016, un nivel escuálido pero mucho mejor que el 0,3% de 2015. Pues bien , para 2017 la estimación es una inflación del 1,7% en este club económico, lo que va a requerir un cambio de perspectiva inversora.
“Lo normal es que la inflación en los próximos meses siga subiendo”, ha explicado el director general de GVC Gaesco Gestión, Jaume Puig. Por lo tanto, lo lógico es que Banco Central Europeo (BCE) acompañe a esta tendencia y le retire la respiración asistida al sistema financiero, esto es, que de una vez por todas suba los tipos de interés.
La “normalización” de la situación económica va a implicar unos niveles de inflación y de tipos de interés entre el 2% y el 3%, ha ahondado Puig. Pero además va a generar reversiones de tendencias y huídas precipitadas de los mercados más gripados.
“Cuando suben los tipos de interés, las empresas cíclicas lo hacen mejor que las defensivas”, ha señalado este inversor. “Si las inflaciones suben y los tipos suben, aquellos mercados refugio que además están en una clara burbuja, van a sufrir mucho”, ha añadido.
Los mercados de capitales ya descuentan una normalización de la economía, así que este verano se han podido apreciar movimientos de aproximación hacia esas “empresas cíclicas”. De esta forma, los segmentos del índice bursátil Euro Stoxx que más han crecido en julio y agosto han sido los de banca (15,5%), fabricantes de automóviles (14,4%), tecnología (10,6%) y bienes industriales (10%), aunque también se han comportado de manera positiva el de inmobiliaria, el de seguros y el de viajes y ocio.
Sin embargo, las “empresas defensivas” a las que les ha ido algo mejor durante la crisis ya han comenzado a bajar. El sector de telecomunicaciones del Euro Stoxx se ha mantenido prácticamente estable (+0,1%) durante julio y agosto, mientras que han caído la alimentación (-1,3%); los servicios públicos, energía y suministros (-2,1%); y las empresas de salud y farmacéuticas (-2,5%).
Con respecto a los mercados que están en una “clara burbuja” y que han servido de refugio durante los años de la política monetaria expansiva -mientras duraban los planes de Quantitative Easing-, algunos de los que van a sufrir la fuga de capitales van a ser la renta fija y el oro. Llega el momento de volver a ahorrar con intereses razonables, lo que les va a venir muy bien a los bancos.
El BCE responderá
Hasta ahora, el mandato que tenía el presidente del BCE, Mario Draghi, era estimular la inflación -el aumento general y sostenido de los precios- gracias a los tipos de interés al 0% o incluso negativos, con los que el sistema financiero podía conceder grandes cantidades de crédito para que las familias pudieran gastar más. Sin embargo, una vez que la inflación vuelva a la Eurozona, Draghi tendrá que ir cerrando la manguera.
“Va ha haber fuertes tensiones para subir los tipos”, ha afirmado Jaume Puig. “En Estados Unidos tienen que subir, cuanto antes mejor; en la Zona Euro subirán en el año 2018”. “Es muy complicado que la Zona Euro no suba los tipos en 2018”, ha zanjado.
Normal que la banca sea una de las principales beneficiadas por la normalización de la inflación y de las políticas monetarias, después de que las cuentas de las entidades hayan sufrido la erosión de los bajos tipos de interés, que estrechaban sus márgenes y ponían en riesgo su negocio.
Algunos de los principales bancos españoles han reconocido a lo largo de este año que estaban cobrando a sus grandes clientes corporativos por los depósitos que tenían contratados con la entidad, de igual manera que hacía el BCE, que les cobraba a las entidades por guardar su dinero en vez de pagarles un interés. En el caso de BBVA, su consejero delegado, Carlos Torres, siempre dejó claro que bajo ninguna circunstancia iban a cobrar a los usuarios de banca minorista por sus depósitos aunque sí a los grandes clientes corporativos. Además, por el sector bancario también planeó la posibilidad de que tuvieran que pagar a los clientes por sus hipotecas, dado que están referenciadas al Euribor, un indicador que lleva nueve meses en negativo.
Los cálculos de los inversores descartan que cualquiera de estos escenarios se lleguen a producir. El precio del petróleo, cuya caída provocó la amenaza de deflación, va a crecer en 2017 un 17,9%, según las estimaciones de GVC Gaesco. Lo peor de la tormenta del crudo ya ha pasado, tras la caída del 47,2% en la cotización del barril en 2015, así que si la inflación vuelve a terreno negativo las medidas excepcionales de Draghi ya no tendrán sentido. A supermario no le queda otra más que revisar su política monetaria, quizá en diciembre ya se sepa algo de los tipos.
Foto: Flickr – Peter Linke