El presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos de España (CTAE), Julio Sanz, ha asegurado que el taxi desaparecerá en un plazo de 10 años si se «sigue favoreciendo la entrada de grandes multinacionales» del alquiler de vehículos con conductor (VTC).
Los taxistas han solicitado al nuevo Gobierno medidas para la protección de los 100.000 puestos de trabajo que, aseguran, genera el sector.
La CTAE ha evaluado el impacto económico de una supuesta desaparición del taxi. Estiman que las arcas del Estado dejarían de percibir anualmente casi 830 millones de euros.
El presidente de la CTAE desea proponer al nuevo ejecutivo la creación de un marco homogéneo de prestación de servicio a través de la Federación Española de Municipios.
También pretende transmitir al Gobierno su deseo de que se reconozcan como enfermedades profesionales todas aquellas que desarrollan los taxistas, como consecuencia de las más de 8 horas al volante.
Entre estas patologías se encuentran las sorderas, los problemas de próstata, las patologías articulares y el estrés.
La Confederación de Taxistas Autónomos ha situado su actividad como la segunda empresa de ámbito nacional en número de trabajadores, solo por debajo de ACS, y por encima de compañías como El Corte Inglés o Mercadona.