Cuanto mayor es el sueldo para un trabajo, más probabilidades hay de que una mujer cobre por el mismo empleo menos que un hombre. El fenómeno laboral de la brecha salarial se ceba especialmente en la alta dirección de las empresas, allí donde están los cargos de responsabilidad.
En la brecha salarial de género coinciden dos problemas, uno social y uno económico. El primero tiene que ver con el atropello que constituye la desigualdad de derechos de las mujeres frente a los hombres; el segundo, con la profunda injusticia que hay detrás de la disparidad de salarios entre dos profesionales que realizan el mismo trabajo. Es una diferencia aberrante que, además, se nota más cuanto mayor es la jerarquía de los empleados.
La brecha salarial se dispara cuando se acerca a los puestos de dirección. Mientras esta diferencia se mantiene en torno al 20% a nivel general, las ejecutivas reciben un sueldo que es un 40% inferior al de sus colegas de sexo masculino, de acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) elaborado con datos del año 2015.
Los niveles de desigualdad se disparan hasta el 45% en el caso del 1% de la población que más cobra. Dentro de este grupo, donde más disparidad hay es entre los jefes ejecutivos, un rango en el que las mujeres cobran un 52% menos que los hombres. Las directivas de grandes empresas, que son las que pueden pagar los mayores sueldos pero también las más machistas, reciben menos de la mitad por el mismo trabajo.
Una de las autoras del informe, Rosalía Vázquez-Álvarez, ha destacado en rueda de prensa que el fenómeno de la brecha salarial de género no es una cuestión de edad. Aunque la discriminación laboral de la mujer se intensifica conforme más años tiene y sus compañeros de trabajo han comenzado a ascender y a cobrar mayores sueldos, lo cierto es que la desigualdad entre los salarios de hombres y mujeres también se da a edades tempranas. Las trabajadoras menores de 20 años, una franja de edad en la que se presupone la misma capacitación y el mismo nivel de experiencia para ambos sexos, cobran menos del 90% del sueldo que reciben sus compañeros masculinos.
“Recomendamos encarecidamente que en todas y cada una de las empresas se haga un plan de igualdad”, ha afirmado el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, quien ha abogado por identificar en cada compañía los trabajos en los que los hombres y las mujeres tienen las mismas atribuciones para tratar de equiparar sus salarios. “Debe haber igual remuneración para trabajos de igual valor”, ha sostenido.
Más desigualdades
La máxima de Nieto no sólo se vulnera en el caso de la brecha salarial entre hombres y mujeres. En España hay muchas diferencias de sueldo, muchas de ellas injustificadas, que producen distorsiones en el mercado laboral.
Según las estadísticas de la OIT, el trabajador que menos cobra en la empresa que menos paga recibe un sueldo de 3,5 euros a la hora, mientras que su compañero mejor pagado dentro de la misma compañía recibe 5,8 euros. En el lado opuesto, la empresa que mejor paga le remunera a su empleado peor pagado con 7,3 euros, mientras que el que mejor sueldo recibe en esta fabulosa firma recibe nada más y nada menos que 329 euros a la hora.
Esto implica que el mejor pagado de la empresa con mayores sueldos cobra casi 100 veces más que el peor pagado en la compañía más rata de todas. Hay algún asalariado en España que se sitúa en la cima de la desigualdad con un sueldo de más de 50.000 euros mensuales.
“Junto con Estados Unidos, España es uno de los países con más desigualdad”, ha subrayado Rosalía Vázquez-Álvarez. Y estas diferencias salariales se ven en todas las direcciones: el 76% de los trabajadores españoles cobra menos que el promedio de la empresa en la que trabajan.
En España, el 1% que más cobra recibe un sueldo dos o tres veces mayor que el 9% siguiente, lo que la autora del estudio considera un “salto exagerado”. Sobre todo porque esta diferencia salarial no resiste ninguna comparación por educación, edad o el factor que sea, dado que ese 1% tiene características muy similares al 9% siguiente. Cobran más porque sí.
Salario mínimo
Joaquín Nieto considera que el salario mínimo es una buena herramienta para eliminar las desigualdades salariales dentro de las empresas. En este sentido, el director de la oficina de la OIT en España se ha congratulado por el aumento del 8% en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) decidido por el Gobierno. “Damos la bienvenida al aumento del salario mínimo pero pensamos que hay margen para que mejore en esta legislatura”, ha asegurado.
“Estamos convencidos de que sus repercusiones van a ser muy positivas”, ha indicado Joaquín Nieto, quien considera que “no hay recuperación económica sin recuperación social”.
El responsable de la oficina de la OIT en España ha evitado valorar el globo sonda lanzado esta semana por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien ha propuesto el fin de la jornada laboral para las 18.00 horas. Eso sí, ha resaltado que España “tiene una asignatura pendiente” en el asunto de los horarios laborales. “Damos la bienvenida a las discusiones y reflexiones que pueda haber para conciliar los horarios”, ha opinado.
Foto: Flickr – Evan Blaser