La banca española ha comenzado a hacer balance de daños ante la histórica sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). La factura derivada de la retroactividad de la nulidad de las cláusulas suelo les va a costar a las entidades españolas gran parte de sus beneficios. Sin embargo, el Banco Sabadell todavía defiende que la cosa no va con ellos, que sus cláusulas son transparentes.
El cálculo que se baraja es que los bancos españoles van a tener que desembolsar 4.000 millones de euros como consecuencia de esta sentencia del TJUE. Las entidades van a tener que devolver todo lo que les cobraron a sus clientes por cláusulas suelo incorporadas en sus contratos, lo que les supone un importante contratiempo. Aunque gran parte de la banca había eliminado estas condiciones contractuales de sus hipotecas y había restituido las cantidades recibidas desde la sentencia del Tribunal Supremo que anulaba las cláusulas suelo, de mayo de 2013, el reciente fallo del TJUE obliga a ampliar la restitución de lo cobrado a los clientes hasta antes de esa fecha. Tienen que devolverlo todo.
La mayoría de los bancos han empezado a hacer números para calcular el roto que les va a hacer la sentencia en sus cuentas. Sin embargo, el Banco Sabadell ha reiterado la posición que defiende desde el comienzo del litigio: la entidad afirma que las cláusulas suelo no son susceptibles de ser anuladas porque fueron comercializadas con transparencia.
“El Sabadell sigue empecinado”, ha criticado el presidente de la asociación de usuarios de banca Adicae, Manuel Pardos, en una rueda de prensa. “El Sabadell es el último de la resistencia del engaño pero está pasado de rosca”, ha añadido Pardos, quien considera que esta postura del banco presidido por Josep Oliu “expresa una situación mala del propio banco”. “Esa discusión de si las habían comercializado bien la resolvió ya el Supremo en 2013”, ha zanjado.
El coste, banco por banco
Algunos sí han reconocido el daño y han comenzado ya a hacer provisiones. Es el caso de BBVA, que ha dispuesto una reserva de 404 millones para afrontar los pagos que se le avecinan, según ha informado en un comunicado. Otros todavía no han constituido una provisión específica; aunque CaixaBank estima que le tocará pagar 750 millones todavía no ha reservado esta cantidad, según fuentes consultadas por SABEMOS. Esta cantidad se sumaría al fondo de 515 millones que ya fueron provisionados por la entidad catalana para devolver lo cobrado desde 2013.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha ido recibiendo un rosario de comunicaciones de los bancos afectados por la sentencia del TJUE, con los importes que calculan que van a tener que devolver a los afectados por las cláusulas suelo. Por ejemplo, Liberbank tendrá que pagar 83 millones y Unicaja, 150 millones, según sus respectivas estimaciones. Por su parte, fuentes de Bankia han indicado a SABEMOS que van a tener que destinar 100 millones adicionales a los 100 millones que ya habían provisionado para devolver los importes cobrados por cláusulas suelo de la sentencia del Supremo en adelante.
También ha remitido un hecho relevante a la CNMV el Banco Popular, que ha declarado que necesitará apartar 334 millones para hacer frente a la devolución de las cláusulas suelo. Dada la débil situación del banco, lo más probable es que la sentencia del TJUE ahonde sus problemas y quizá acelere el hipotético proceso de fusión con otra entidad.
Un largo proceso
Si la peregrinación judicial ha sido larga para los afectados por las cláusulas suelo, su lucha todavía se puede estirar más. Pardos ha avisado de que el proceso para recibir los sobrecostes cobrados por las entidades se puede demorar varios meses. “Ya insinúan que tendremos que ir a los tribunales; serán sinvergüenzas”, ha criticado Pardos frente a algunos comunicados remitidos por la banca.
La patronal bancaria, AEB, ha manifestado su respeto por la decisión del tribunal comunitario aunque ha deslizado que el proceso de restitución de los cobros no será inmediato. “Ahora es fundamental conocer en detalle el contenido de la resolución y cómo se trasladará esta a la jurisprudencia española, puesto que no existen precedentes de casos parecidos. En particular, será preciso conocer los plazos y el procedimiento en los que esta resolución tendrá que llevarse a efecto”, ha resaltado la patronal.
Mientras, la organización de las antiguas cajas de ahorros, la CECA, se ha mostrado algo más explícita: “Esta resolución no es de aplicación directa. Su impacto en las entidades de crédito se irá conociendo a medida que los Juzgados y Tribunales españoles, que tengan asuntos pendientes, analicen cómo se aplica en cada caso”, ha matizado.
En cualquier caso, tanto Adicae como la AEB han comunicado que prefieren una solución dialogada para evitar la judicialización de todas y cada una de las reclamaciones individuales. Esta salida también la prefieren los partidos políticos: el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, se ha reunido de urgencia con el ministro de Justicia, Rafael Catalá, para analizar la situación creada por la sentencia del TJUE y para abordar una vía extrajudicial para resolver cuanto antes las devoluciones de lo cobrado por las cláusulas suelo. Hay mucho dinero en juego.
Un impacto notable
En España la práctica totalidad del parque hipotecario es de tipo variable y está referenciado al Euribor, de forma que con unos tipos de interés bajo los intereses que pagan los clientes son menores. Pues bien, las cláusulas suelo que se generalizaron en la banca española anulaban estas bajadas y constituían un seguro para que las entidades siguiesen cobrando como mínimo un 3% -de media- aunque el Euribor se situara por debajo. De esta manera, los bancos consiguieron cobrarle a cada cliente un sobrecoste medio de 2.000 euros anuales desde comienzos del año 2009, cuando los tipos bajaron lo suficiente.
Los cálculos apuntan a un agujero de 4.000 millones de euros para la banca española, dado el alcance del caso. “Todo el sistema bancario español ha abusado de los consumidores españoles. Hay más de 3 millones de familias españolas afectadas”, ha denunciado Manuel Pardos desde Adicae.
Los mercados ya han comenzado a castigar a las entidades españolas ante el destrozo que esta devolución les va a suponer en los próximos resultados financieros. Los bancos del Ibex se han anotado importantes caídas; menos Bankinter, que ha ganado un 0,35% en el mismo día que se conocía la sentencia, se han precipitado los grandes del selectivo español: Bankia (-1,01%); BBVA (-1,14%); CaixaBank (-0,96%); Popular (-5,53%); Sabadell (-1,15%); y Santander (-0,34%).
Sin embargo, desde la CECA se han empeñado en matizar que este es un asunto “puntual”, que “no afecta a la solidez del mercado hipotecario español, ni a la solvencia de las entidades de crédito españolas”. Cuando comience la temporada de resultados empresariales se verá el alcance del destrozo.
Foto: Flick – Adicae