Desde la venta de la mayoría del capital social de Endesa a Enel y la adquisición del 100% de Cepsa por parte del fondo soberano de Abu Dabi no se producía un terremoto similar al que ha protagonizado Gas Natural en 2016. Aunque en esta ocasión el accionista de referencia -La Caixa- ha mantenido su poder, la venta de un 20% del capital social de la gasista, que controlaban a medias la entidad financiera y Repsol, se ha convertido en la mayor operación del sector en Europa.
Los últimos informes de la consultora EY sobre el mercado energético del viejo continente confirman que la adquisición de un 20% de Gas Natural por parte del fondo estadounidense GIP es el mayor pelotazo que se ha visto en Europa, en el sector eléctrico, durante el año 2016. La operación, valorada en 3.803 millones de euros, eclipsa la venta de un 80% de la alemana WindMW a la Corporación China de las Tres Gargantas, empresa pública del gigante rojo responsable de la explotación de la presa homónima; en ese caso, la transacción se valoró en 1.802 millones de dólares (1.717 millones de euros).
El movimiento protagonizado por Gas Natural desborda asimismo a la venta de la también teutona EEW Energy From Waste a la también china Beijing Enterprises Holdings por 1.576 millones de dólares (1.501 millones de euros).
No muy lejos de estas dos operaciones se ha quedado otra compra que se ha producido en España, el cambio de cromos por el que Endesa le ha pagado 1.200 millones de euros a su matriz por hacerse con el 60% de Enel Green Power.
Con estos mimbres, España es el país donde más dinero se ha movido en operaciones corporativas del sector de la Energía de toda Europa durante el tercer trimestre de 2016. En total han sido 5.725 millones de dólares (5.458 millones de euros), lo que supone un 74% del conjunto de dinero que se ha invertido en compraventa de empresas energéticas en todo el continente.
A falta de los datos definitivos anuales, la venta del 20% de Gas Natural va camino de convertirse en la sacudida energética del año en Europa. Gracias a estas grandes operaciones, España vuelve a convertirse en un importante destino de compras corporativas.
La operación discordante
Fue un movimiento que Repsol necesitaba como el comer. El delicado año 2016, con unos precios del petróleo en mínimos históricos, había lastrado su negocio; los inversores, secundados por las agencias de calificación, pedían a gritos una ronda de desinversiones para mejorar la posición financiera de la petrolera española.
La Caixa aprovechó la jugada, dado que mantenía un pacto de gobernanza en Gas Natural con Repsol, y también soltó lastre. En su caso, la tenencia de participaciones industriales penaliza a la entidad en los test de estrés que se realizan periódicamente en la banca europea. Así que las dos compañías tenían mucho que ganar con la venta de un 10% de Gas Natural, cada una, pero el beneficio no era tan solo monetario.
Sólo así se explica que durante un año en el que los hidrocarburos estaban bajo mínimos se vendiera un 20% de una compañía eléctrica, sí, pero de base gasista. El año 2017 podría haber sido un mejor ejercicio para vender, habida cuenta de la esperada alza en los precios del crudo, pero los dos socios en Gas Natural se vieron movidos a deshacerse de sus participaciones por razones más urgentes.
La venta de manera casi fortuita de una participación minoritaria de Gas Natural se ha convertido en lo más sonado del sector energético europeo. En circunstancias más boyantes, la colocación de un 20% de una compañía -por muy grande que esta empresa fuera- no tendría por qué liderar el ránking; en este caso, lo que ha sucedido es que el sector energético europeo está sumido en un profundo letargo.
La consolidación que se produjo en España con la venta de Endesa a la italiana Enel fue hija de su tiempo. Las perspectivas económicas del país eran positivas y la planificación energética de comienzos del milenio se diseñó con una euforia que estaba a la altura de ese optimismo. Lo mismo sucedía en Europa, un continente con petroleras históricas como Total y BP al timón de la vida empresarial comunitaria.
Qué poco queda de aquellos días. El sector energético europeo se ha quedado en un estado vegetativo ante las estrecheces del petróleo y la falta de oportunidades de negocio en un mercado consolidado y maduro. Normal que la venta de un 20% de Gas Natural sea lo más sonado del año.
Foto: Flickr – Pablo Ibañez