Cuando en el baloncesto dos (o más) jugadores cogen la pelota a la vez, el árbitro dictamina «lucha». Antes se resolvía con un salto entre dos, y ahora con las nuevas reglas ‘la bola’ cambia de posesión de uno a otro alternativamente cuando esto sucede. Algo similar ocurre con el nombre de la liga española de baloncesto, conocida hasta ahora como Liga Endesa, pero que muy pronto podría ser Liga Movistar. De por medio la ACB, una vez más, gestionando las cosas a su antojo. Y ‘la bola’ ya no se sabe en posesión de quién está.
Todo arrancó el pasado 28 de noviembre. La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) tenía una Asamblea. El objetivo era aprobar el presupuesto. El resultado fue inmejorable: por unanimidad se concretaron unos ingresos de más de 30 millones de euros para la temporada 2016-17, el más alto de la historia de la competición.
Los ingresos de la Asociación, de esta forma, crecerán por quinta temporada consecutiva, situándose en más del doble que hace cuatro años (14,1 millones en la 2012-13) y en un 15% más que la última campaña (25,5 en la 2015-16).
Con esas cifras, nada podía salir mal. Por otra parte, el presidente de la ACB, Francisco Roca, explicó que se iban a iniciar las negociaciones para la renovación del Title Sponsor (el nombre de la liga) de la competición, cuyo contrato con Endesa finaliza el próximo 30 de junio. La Asamblea acordó la incorporación de una comisión de clubes a la negociación.
Pero todo eso ha saltado por los aires esta semana. Según relata el diario ‘El País’, de manera unilateral la ACB habría llegado a un acuerdo con Movistar para que éste fuera quien pusiera nombre a la liga. La situación tiene un agravante, y es que el contrato suscrito en 2011 entre Endesa y la ACB, recoge un “derecho preferente” de la compañía eléctrica “para contratar el Naming Right (…) una vez finalizada la vigencia del acuerdo” y “la obligación de la ACB de comunicar antes de 30 de octubre de 2016 las condiciones y el contenido del nuevo contrato”. En principio nada de eso ha sucedido.
La pelota para Endesa
Desde la compañía confirman a SABEMOS toda la situación. Es decir, que Francisco Roca no se habría atado al contrato vinculante y que ya habría pactado con Movistar el cambio de nombre.
Supuestamente se habría ofrecido un contrato de mínimos a Endesa, pero con el otro frente abierto. Según fuentes de la eléctrica el nombre se debe mantener. No dan margen a que pueda suceder otra cosa. Además, aseguran que, esperando que sea el último medio, llevarían a cabo acciones legales contra la ACB por el incumplimiento en las cláusulas del contrato acordado en 2011.
La pelota para Movistar
Y en medio de ese salto entre dos está Movistar. El operador azul está totalmente al margen. No tiene nada que ver con la disputa entre la ACB y Endesa, y realmente no se sabe cómo acabará en el contexto. De momento solo tienen los derechos televisivos de la competición.
Se trata de un conflicto que va camino de enquistarse entre Endesa y la ACB. Ellos serán quienes tengan que negociar el precio del patrocinio y, los más importante, si de verdad la asociación de baloncesto ha incumplido (o lo ha pretendido) su contrato para el nombre de la liga.
La que fue pelota de Orange
La situación que le ha explotado al baloncesto español no es nueva. A principios de 2016 Orange también se vio las caras con la ACB en el territorio legal. En este caso fue a cuenta de los derechos televisivos que, finalmente, se quedaría Movistar.
El caso quedó lejos de la opinión pública, enterrado en la burocracia y lejos de la transparencia que debería ofrecer la ACB. El operador naranja reclamaba, en su día, una rehabilitación de los derechos, o por contra, una indemnización económica. Lo primero no se produjo, por lo que tarde o temprano aflorará el gasto que hubo para indemnizar a Orange.
Imagen | ‘Saski Baskonia‘