Hace poco contábamos cómo la banca tradicional ha asumido que las fintech no pueden ser competencia, sino que deben considerarse aliados. Da lo mismo sin son servicios de big data, blockchain o financiación. Ha llegado la hora de hacer negocio de manera conjunta. Así lo ha entendido, por ejemplo, BBVA.
En concreto, la entidad presidida por Francisco González ha realizado el primer piloto real de transferencias internacionales basado en la nueva tecnología Distributed Ledger Technology (DLT) de Ripple. La iniciativa, que se ha probado usando las infraestructuras de BBVA con dinero real, ha logrado realizar pagos entre España y México en cuestión de segundos.
Actualmente, una transferencia entre dos países tarda hasta cuatro días en procesarse. El uso de estas tecnologías disruptivas podría suponer un gran avance para mejorar la experiencia de los clientes en sus operaciones con Latinoamérica.
¿Pero qué es Ripple? Se trata de un proyecto de naturaleza semidescentralizada que combina la tecnología de las criptomonedas con alguna de las políticas y prácticas de la banca, ofreciendo opciones que se adaptan a los requerimientos actuales de la industria financiera y evitando la posibilidad de ciertas prácticas ilegales que Bitcoin y otras criptomonedas hoy en día permiten.
Precisamente, como señalan en la web especializada ‘Cripto Noticias‘, las alianzas comerciales con grandes conglomerado bancarios y financieros han sido siempre las principales razones de impulso para el valor del activo criptográfico de Ripple.
De hecho, como destacan en el mismo medio, Ripple vio cómo su capitalización de mercado pasaba de los 350.000 dólares, aproximadamente, a superar los 2.500 millones de dólares el día de ayer a principios de abril. Marcando así un nuevo registro histórico respecto a ese parámetro. Proporcionalmente, el valor del activo respecto al dólar estadounidense (USD) y respecto al Bitcoin (BTC) también experimentó subidas, además, el volumen de comercio en casas de cambio en los pares relacionados con esta criptomoneda llegó a alcanzar los 283 millones de dólares.
BBVA mira con buen ojo las ‘fintech’
Tras este primer piloto real de transferencias, desde la compañía creen que «pone de manifiesto cómo los procesos de pagos pueden mejorarse de manera significativa con tecnologías emergentes, lo que se traducirá en claras ventajas para la transaccionalidad de nuestros clientes”, ha señalado Alicia Pertusa, responsable de Transformación Digital en Banca de Inversión de BBVA.
La reducción de los tiempos –de días a segundos– es solo uno de los logros de este proyecto. Los clientes, según explica la entidad, además dispondrán de una información mucho más clara sobre los costes asociados al proceso y, al mismo tiempo, podrán conocer en todo momento el estado del pago.
Esto es posible gracias a las propiedades criptográficas de estas redes que permiten el registro inmutable de las operaciones y una mejor trazabilidad. Además, al utilizar un sistema de mensajería y liquidación integrado, los intervinientes en la transacción tienen acceso a toda la información sobre los pagos.
En este ámbito, BBVA está llevando a cabo distintos pilotos con blockchain para entender y explorar el potencial de esta tecnología, que considera que puede ser clave dentro de la transformación del sector financiero. El piloto con R3 sobre préstamos sindicados, anunciado recientemente, es un ejemplo más de la actividad de BBVA en este ámbito.