Estamos comenzando junio y lo hacemos con gran expectación, pues es uno de los meses más interesantes del año en lo que a renta variable se refiere. Uno de los principales motivos de que sea un mes tan importante es que se encuentra en la fecha tan señalada de la “triple hora bruja”.
Este término tradicionalmente se ha llamado así para calificar a la sesión en la que vencen los futuros sobre índices y las opciones sobre índices y acciones. Aunque actualmente debería calificarse como cuádruple hora bruja, ya que debemos tener en cuenta también los vencimientos de los futuros sobre acciones. No obstante, se ha quedado ya con el calificativo de «triple hora bruja».
La intensidad e ilusión con la que se espera esta cuádruple hora bruja cada vez es mayor, porque el volumen negociado es bastante mayor por el cierre de las posiciones y el roll over que suele generar movimientos bastante interesantes, nutriendo de una gran volatilidad y liquidez al mercado.
Es entendible la emoción con la que se vive este acontecimiento, que sólo se produce cuatro veces al año, y la volatilidad durante esa sesión puede producir bastantes consecuencias, de ahí el término que se le ha asignado de “bruja”.
Estas sesiones son las correspondientes al tercer viernes de los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre, y cada activo subyacente, como es lógico, tiene su propia hora de vencimiento que se puede consultar directamente en la cámara de compensación de cada producto.
Cada vez es más importante esta fecha tan señalada, ya que el volumen negociado de los derivados financieros está en aumento y no sólo es importante el crecimiento de los contratos en los futuros, sino que muchos productos como los CFD,s están referenciados a dichos futuros y también está creciendo su negociación.
Daniel García, analista de XTB