La patronal de apartamentos vacacionales Fevitur destaca que en las regiones en que el alquiler está regulado la proporción de viviendas regularizadas sube al 64% y subraya que no tener licencia no implica que el propietario no pague impuestos.
El boom del alquiler turístico en España se está desarrollando en un contexto de alegalidad. La actividad, que se está disparando y que está haciendo saltar las alarmas en el sector hotelero (que la ve como competencia desleal), sólo está regulada en seis comunidades autónomas. El resto es selva. Y eso hace que el número de pisos turísticos que operan sin licencia se multiplique, y aunque eso no implica necesariamente que su actividad caiga en la economía sumergida, sí lo hace factible.
La Federación de España de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), una suerte de patronal del sector, viene denunciando que el panorama normativo del sector es desolador. Con regulaciones demasiado estrictas allá donde las hay y diseñadas como si todo el negocio estuviera gestionado por profesionales (no por particulares), con unas cuantas autonomías que trabajaban en la regulación pero las elecciones del 24M paralizó, y otras regiones que aún no se sabe cuándo aprobarán sus normas.
Con estos mimbres, Fevitur y Esade han elaborado un informe sobre el impacto económico y social de las viviendas de uso turístico en España, en el que se reconoce que sólo el 51% de los apartamentos está dado de alta en los registros preceptivos y cuenta con la licencia para operar como viviendas turísticas. No es que entonen un mea culpa, sino que se trata casi de una queja, dado que vinculan la baja proporción a la falta de regulación o a lo restrictiva que puede llegar a ser.
De hecho, según el informe, en las comunidades en que está regulado el alquiler vacacional la proporción de viviendas con licencia escala hasta el 64%, frente al 41% en que aún no existe regulación para el sector. En el caso de las comunidades con una normativa más restrictiva, que Fevitur identifica singularmente con Baleares (donde se prohíbe el alquiler vacacional en bloques plurifamiliares y que está restringido el uso de plataformas online), tan sólo el 34% de los pisos turísticos cuentan con licencia para operar.
En cualquier caso, desde la patronal del sector se subraya que alquilar una vivienda sin estar previamente dada de alta en los registros municipales o regionales no conlleva que la actividad se mueva en la economía sumergida… aunque tampoco se puede descartar. “No tener licencia no implica que no se declaren los ingresos, no hay necesariamente economía sumergida en todos estos casos. Los propietarios pueden estar declarando los ingresos en su IRPF, pero no lo podemos saber”, subraya Pablo Zubicaray, presidente de Fevitur. “Ese 49% de pisos sin licencia se mueve en una situación de alegalidad. Donde hay regulación se dispara el número de licencias, donde no existe o es muy restrictiva, no. Los que tienen licencia declaran todos sus ingresos, los que no la tienen… no sabemos”.
Según el informe, tres de cada cuatro propietarios se informaron sobre la regulación legal de la actividad de alquiler vacacional en su región y su ciudad. Y el 68% de los turistas declara haber firmado un contrato con la empresa gestora o con el propio dueño para alojarse en su vivienda.
Los 800 millones de Exceltur
La semana pasada, la Alianza por la Excelencia Turística (Exceltur), un lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas españolas, publicó un informe en el que se llegaba a afirmar que la combinación de una mayor vigilancia por parte de Hacienda sobre el negocio del alquiler vacacional y de la eliminación de la exención de pago del IVA a los particulares generaría unos ingresos a las arcas públicas de 800 millones cada año.
Sin embargo, tan sólo se trata de 367 millones de recaudación adicional (la que se obtendría de obligar a todos los propietarios a pagar el IVA), dado que los 432 millones restantes no se pueden considerar ingresos extra al estar calculado bajo el presupuesto de que ninguno de los propietarios paga sus impuestos. Ninguno. Pero ni uno. “Es tremendamente atrevido asumir que nadie paga sus impuestos y que nadie tributa IVA para echar esas cuentas”, subraya Zubicaray, que recuerda que alrededor de un 35 y un 40% de las viviendas están en manos de empresas de gestión, y éstas pagan IVA y retienen el IRPF correspondiente a los propietarios.“Retrata a los autores de ese informe en relación a su falta de rigor y su partidismo”.
«Nuestro estudio tiene datos reales, es fruto de entrevistas a propietarios y clientes. El estudio de Exceltur sale de extrapolaciones. No tiene el rigor estadístico necesario para hacer esas afirmaciones. Es un estudio sesgado y parcial», denuncia el presidente de Fevitur. «La afirmación de que ningún propietario paga impuestos es rotundamente falsa. Y hacer cálculos basándose en que nadie los paga no tiene sentido».
Impacto económico de al menos 2.700 millones en España
El estudio de Fevitur y Esade, que se ha realizado mediante entrevistas a 775 turistas de alquiler y 445 propietarios pisos turísticos en seis ciudades españolas (Madrid, Barcelona, San Sebastián, Granada, Palma de Mallorca y Calpe), subraya que el impacto económico generado el año pasado por los 3,7 millones de viajeros de estos municipios fue de 2.685 millones de euros: 921 millones en alojamiento y 1.763 millones en comida, ocio en destino y transporte. En alojamiento, se destinaría 249 euros por persona (con 818 euros todo el grupo) y 477 euros por viajero en comida, actividades y transporte (1.654 euros todo el grupo de alojados). Alrededor del 14% del total de turistas se hospedan en viviendas vacacionales.
Los responsables del informe subrayan, como dato que mejor avalaría el impacto de este tipo de turismo, que el 32% de los viajeros (1,2 millones) no iría al destino si no pudiera alojarse en una vivienda de alquiler vacacional. Se trataría pues de una nueva demanda que sólo se genera gracias a la existencia de este tipo de alojamiento y que dejaría de acudir si no pudiera hacerlo. La proporción de los viajeros que no irían a una ciudad en que no pudieran alojarse en apartamentos turísticos sube hasta el 40% para los mayores de 54 años.
El 83% de los entrevistados viaja en familia, su media de edad estaría en los 47 años y el 79% es turista procedente del extranjero. Un perfil con el que Fevitur trata de desvincular su actividad a los problemas de convivencia, ruido y falta de higiene que desde el sector turístico se trata de asociar el alquiler.