La reducción del paro se está produciendo a costa de disparar los niveles de precariedad y temporalidad

El paro registrado en las oficinas públicas de empleo baja en junio, como es habitual en este mes, y se sitúa en 3.362.811 personas. La bajada de 2017 (-98.317) es claramente inferior que la de 2016 (-124.349), 2014 (-122.684) y 2013 (-127.248), aunque ligeramente mejor que la de 2015 (-94.727). En términos desestacionalizados la bajada del paro en junio se limitó a solo 21.668 personas y el descenso interanual del paro se moderó hasta 404.243 parados menos en el último año.
El descenso del paro – “un dato positivo”, señala Lola Santillana, aunque peor que el de junio de años anteriores (se crea menos empleo y el paro cae menos) – se produce en casi todos los sectores: servicios (-75.101), construcción (-10.168), industria (-10.724) y en el colectivo sin empleo anterior (-10.249), solo repunta en agricultura (7.249). En junio, la bajada del paro sigue siendo mayor entre los hombres (-54.943) que entre las mujeres (-43.374), lo que mantiene el mayor descenso interanual del paro entre los hombres (-241.952, -14,5%) frente a las mujeres (-162.291, -7,7%) y agudiza la feminización del paro en España: el 58% son mujeres. En junio el paro bajó tanto entre los mayores de 25 años (-81.146, -2,5%) como entre los menores de 25 años (-17.171, -6,4%).
Todas las comunidades autónomas registraron un descenso del paro, lideradas por Cataluña (-18.102 parados), Andalucía (-10.324 desempleados) y Galicia (-9.973).
La creación de empleo sigue concentrada en actividades de bajo valor añadido, la hostelería, los servicios auxiliares y la construcción, con un peso limitado de la industria, los servicios públicos y de los sectores de intensidad tecnológica media y alta. Apenas 8 de cada 100 contratos firmados en junio son indefinidos, y de ellos casi la mitad son a jornada parcial, reflejo de la enorme precariedad de nuestro mercado laboral, agudizada tras la reforma de 2012.
Casi la mitad de los parados registrados carece de prestación. Junto a la caída de la tasa de cobertura se ha producido un descenso de la calidad de las prestaciones por desempleo, al perder peso las prestaciones contributivas a favor de las asistenciales. Del total de parados, 1,7 millones carecen de prestación y 1,76 millones percibe en algún tipo de prestación (1,12 millones cobran la asistencial y solo 639.511 la contributiva).
El gasto medio por beneficiario, incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social, aumentó en mayo a 792,8 euros mensuales (1,0% interanual) mientras que la prestación contributiva media por beneficiario se situaba en 804,6 euros mensuales (0,3% interanual).
Ante esta situación, “es necesario un paquete de medidas para las personas que peor lo están pasando, los desempleados , especialmente los parados de larga duración. Asimismo, es necesario un incremento salarial para recuperar poder adquisitivo tras la fuerte devaluación interna sufrida por los trabajadores públicos y privados durante la recesión. “Esta es la única manera de que los trabajadores salgan de la crisis”, ha aseverado Lola Santillana.

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